Simbolismo del 7 (I)

Presentador:

—Hola, buenas tardes. Ya tenemos aquí en los estudios a José Tarrazó, que en una jornada más nos va a hablar en estas conversaciones filosóficas de un tema sumamente curioso e importante, me atrevería incluso a ratificar. Vamos a hablar en esta ocasión de ese número mágico, que según parece lo es, el 7. Y no solo de la magia que rodea a este número, sino de su significado.

»Pepe, buenas tardes.

José Tarrazó:

—Muy buenas tardes.

Presentador:

—Cuando quieras entramos en materia, vamos a por el número 7.

José Tarrazó:

—Vamos a hablar esta tarde de un número que, como dice L., es mágico, y es mágico por todas las razones que iremos explicando a través de este diálogo. Desde las escuelas pitagóricas, desde el simbolismo de los cabalistas, es decir, todo el mundo que de una u otra manera ha estado conectado con la filosofía, pues sabe que los números tienen unos valores determinados. Y especialmente hay dos números muy importantes, y quisiéramos hablar hoy del 7 porque, en realidad, veremos, a través de esta conversación, la importancia que tiene este número. Por ejemplo, en una de las emisiones de estas conversaciones filosóficas, estuvimos hablando de las 7 razas raíces y las 7 subrazas; de los 7 Rayos de poder y energía, que son energías que cada ser humano llevamos implícitas dentro de cada uno, es decir, desde el 1 al 7, en las energías de los Rayos, cada uno pertenecemos o estamos agrupados desde el número 1, el primer Rayo, el segundo… hasta el 7, de ahí que se caracterice nuestra personalidad, nuestra manera de ser, a través de la influencia que tienen en nosotros las energías de estos 7 Rayos. Pero es curioso también ver cómo en las razas, las razas raíz, de las que ya habíamos hablado, y las 7 subrazas de cada raza, también incide ese número, que es un número mágico por excelencia. También en el pentagrama musical aparecen las 7 notas musicales. Es decir, que no es por azar el que se da ese 7, que se repite durante el período de la vida del ser humano, de la vida del planeta, y también de la vida del sistema solar o planos del universo.

»Muchas personas son supersticiosas con los números, por ejemplo, dicen martes y 13, y desconocen por completo el significado del 13, o desconocen por completo el significado del 5, o desconocen por completo el significado del 9, y del 0, y del 1 y el 0, que son 10. Es decir, de toda esta terminología de los números, estudiada a la luz de las conversaciones o de la profundización de la filosofía, podríamos sacar unas conclusiones muy importantes y, sobre todo, aplicarlas a nuestra vida cotidiana. Para poco nos valdría el que tuviéramos unos conceptos de la numerología si no supiéramos jugar con estas cifras, con estos números, los cuales indican que determinados centros de energía, como son los llamados chakras o 7 templos principales del ser humano, y la ramificación que tienen esos mismos puntos de energía o chakras en los seres humanos, que cada uno tiene una función determinada y, por supuesto, cada uno de ellos tiene también, a la vez, la influencia del poder de la energía de esos 7 Rayos. También tenemos, por ejemplo, hemos visto todos cuando hay una tormenta, cuando sale el arcoíris, que también está marcado por 7 colores.

»Es decir que, si somos personas receptivas a toda esta serie de cosas, nos daremos cuenta como ese 7 va dando vueltas incesantemente, no solamente al sistema planetario, sino al ser humano. Por lo tanto, hay una gran connotación entre ese 7 y las energías o la manera de ser de los seres humanos.

Presentador:

—O sea, que no es por casualidad ni muchísimo menos. Digamos que aquel ser humano que, no sé, está regido por el número 7, ¿tiene más aptitudes superiores, sea en fortuna o en cualquier otra circunstancia, a otro ser humano? Porque has dicho algo importante, has dicho que a veces hablamos del número 13, o sea, martes y 13, y no sabemos qué significa; también podríamos hablar, efectivamente, de que también tiene algún sentido y no es por casualidad.

José Tarrazó:

—Sí. El 13, cuando conjugamos el simbolismo de los números, veremos que el 13 es el 1 y el 3, y dan 3 y 1, que es el 4, por así decirlo, el número de equilibrio en el ser humano, porque está conectado al cuarto Rayo y está conectado al cuarto chakra, que es el chakra cardíaco, que es este del plexo cardíaco, en el cual está el sistema del corazón.

»Entonces, el 13, que es el 4, por definición, veremos que está haciendo un trabajo de equilibrio en el ser humano. Cuando se dice martes y 13, pues no se sabe por qué razón, sería una sinrazón, por así decirlo, que este número está mal comprendido, porque el 13, que equivale al 4, es el que hace que los seres humanos, si tenemos el suficiente equilibrio y discernimiento, funcionemos con más armonía. Puesto que en los tres centros inferiores y los cuatro centros superiores que tenemos, en esos 7 centros de energía o chakras, es el cuarto chakra el que hace que el ser humano tenga una determinada estabilidad, sobre todo una estabilidad de carácter emocional, es decir, que la persona que está jugando con el 7 y con el 4 es proclive a tener una estabilidad y a ver las cosas que le acontecen de una manera muy, podríamos decir la palabra fría. No es que sea frío, sino que ha creado un equilibrio entre el 4, en el centro del equilibrio del ser humano y el 7, que es el centro superior o el chakra llamado de los mil pétalos, como dicen los budistas, o Sahasrara en sánscrito.

»Entonces vemos que, si fuéramos conjugando este juego de geometría a través de los números, a través de las formas, el 7 sería por excelencia un número mágico para los seres humanos. Y en el fondo lo es, porque, por ejemplo, podemos ver que el contenido o el sistema solar de los 7 planos del universo, pues… vamos ya a subir, por así decir, un poco el listón, vemos que en el primer plano está el físico; en el segundo plano está el emocional; el tercer plano, está el mental; el cuarto, el búdico; el quinto, el átmico; el sexto, el monádico, y el séptimo, el ádico.

»Y si esto lo leyéramos al revés, veríamos que el primer plano del ser humano, o el primer chakra, que es el Muladhara, desde abajo hacia arriba veríamos cómo se va subiendo, por ley de analogía, a todos estos términos que son la sublimación de los números.

»Es curioso, por ejemplo, ver en las razas y en la subrazas, que está jugando el 7 continuamente, cómo cada cuarta subraza de una raza, de la que sea, de la quinta, de la sexta, o de la primera, han jugado un papel fundamental en la evolución no solamente de la raza de los seres humanos, sino en los mismos reinos de la naturaleza. Es decir, que muchas veces hay cosas que no explican los historiadores, ¿por qué en un período determinado han ocurrido determinadas cosas? Por ejemplo, que cuando jugaba el 7, o el 4 y el 7, en una raza y en una subraza, había habido un cenit de esplendor en ese momento, había habido personas inteligentes, personas creadoras, y de ahí que esta numerología nos dé a entender la importancia que tiene el tener un conocimiento o un saber, por así decirlo, de este saber jugar esta cifra 7, este simbolismo del 7.

»Es verdad que muchas personas dirán, bueno, esto es un rollo. Pero yo quisiera que a veces hiciéramos un acto de reflexión y viéramos el significado tan profundo que tiene todo esto.

»El sistema solar es séptuple y de ahí que tengamos en el sistema solar a Venus, Marte, la Tierra, Mercurio, Júpiter y Saturno, es decir, que son los planetas que están alrededor de este sistema solar, aparte de otros que aún no se han descubierto y con el tiempo se descubrirán; pero mientras la evolución de las razas y las subrazas no sea mayor, estos planetas o estos astros del sistema solar no serán visibles, pues, porque están ocultos por algo que impide que el ser humano pueda investigar en ellos.

»Yo les recuerdo que no hace muchos días los medios de comunicación dieron la noticia de que se había lanzado un telescopio al espacio, el cual estaba ya dando los primeros resultados y que, sin lugar a duda, veremos que, a través de ese lanzamiento, de ese telescopio, se investigarán muchas cosas que, desde el planeta, por la atmósfera que nos cubre o la capa de ozono, no permiten que se vean otras galaxias o constelaciones.

»¿Y qué relación, me pregunto yo, tiene esto con el número 7? Pues existe algo muy interesante, y es un proceso acelerativo, no solamente de los seres humanos, sino de todo el contexto del sistema planetario, y entonces resulta que ese 7 está jugando un papel muy importante, y que los científicos, en el período que están de investigación de cualquier cosa, ven que se repite continuamente esta cifra.

Presentador:

—Pepe, ¿quiere decir todo esto que las cosas no suceden por casualidad? Vamos, en una palabra, sino que hay que quemar, por decirlo también de alguna manera, unas ciertas etapas para que precisamente dentro de esa etapa lleguemos a tener unos conocimientos, incluso un comportamiento adecuado a la época que estamos.

José Tarrazó:

—Exactamente. Lo has dicho muy bien, el quemar etapas, precisamente. Yo he dicho en muchas, en muchas ocasiones, que el ser humano es como una cebolla, y que hay que ir quitándole capas hasta llegar al corazón de esa cebolla.

»Lo he repetido muchas veces porque veo que el ser humano, a medida que va tomando una determinada conciencia de todo a su alrededor, sea en esta vida o en otras vidas, vemos como poquito a poco se va despegando de una serie de problemas o de cosas que hacen que estemos sujetos a una serie de, también de otra cosa, las formas mentales que, a través de la historia de las humanidades, se han ido creando. Es decir, se han ido acumulando una serie de cosas que nos han impedido el que la evolución del ser humano se haya realizado, pues, quizás, de diferente manera.

Presentador:

—Estaba yo recordando en este momento una frase, una conversación que ya hace algún tiempo mantuvimos, y es que tú has mencionado antes, en cuanto a la capa de ozono y tal, y comentábamos sobre los problemas que en este momento nos pueden llegar en cuanto a esa carencia y a ese agujero de ozono. Y tú me dijiste que no era tan negativo, o sea, que se abría, y precisamente incluso habría cosas positivas. Me gustaría que, ya que ha salido en la conversación y tú lo has mencionado, aunque perdona que nos desviemos un poco de este número mágico que es el 7, después volveremos a él, que explicaras un poco todo aquello, si no tuvieras inconveniente.

José Tarrazó:

—Hay que partir de la base de que el planeta, nuestro planeta, durante toda su historia, el proceso de la creación se considera como de unos dos billones y pico de años, el proceso que hizo que desde un embrión determinado el planeta tomara la forma que tiene… Entonces, en este embrión, en este estado de evolución hasta nuestros días, deberíamos tener muy presente cómo el proceso evolutivo, la transformación geológica, es decir, todo el conjunto, incluso los seísmos, incluso, ya habíamos hablado de esta cuestión hace bastante tiempo, el hundimiento de la Atlántida. Es decir, todas las convulsiones que han ocurrido en el planeta no son ni más ni menos porque es un planeta vivo.

»Y, ¿por qué he tenido que anteponer esto a lo de la capa de ozono? Porque este planeta está en continuo estado de movimiento, de eclosión de una serie de cosas, y nos parece, o les parece, muy negativamente a determinados científicos o ecologistas el problema de la capa de ozono. Quizás haya una parte en la que el hombre haya trasgredido la ley y haya hecho un determinado daño en la capa de ozono, pero la capa de ozono podría ser muy bien sustituida por otra capa diferente y no ocurriría nada en el planeta.

Presentador:

—Perdona, ¿pero esa capa la tendría que crear el hombre o también de forma natural la va a crear el propio planeta?

José Tarrazó:

—La propia evolución planetaria, o de un sistema solar, es la que crea automáticamente y sustituye a esa capa. Hay una cosa muy curiosa, y es que actualmente el planeta tiene el 73.21 % de agua. Resulta entonces que nos es necesaria, porque el ser humano tiene la misma equivalencia. Pero se debería tener en cuenta que, dentro de un período de dos mil, de tres mil, de cinco mil años, esto no lo sabe nadie, ni los mismos científicos, el planeta deberá tener una transformación, una aceleración en todos los reinos, y por supuesto en el hombre.

»Quizás una parte de algo negativo sea ese proceso de tanta agua, ya que el agua representa el cuerpo astral del planeta, y el cuerpo astral del hombre es la equivalencia en líquido. Si nos exprimiéramos, los seres humanos sacaríamos la misma proporción. Entonces, tiene que existir un equilibrio, pero supongamos que, en este momento, hipotéticamente —y nos basamos en hipótesis que pueden ser una realidad en su día—, desapareciera una parte de los océanos, y en esa parte de los océanos aflorara, por ejemplo, un continente nuevo. Entonces habría menos elemento líquido en el planeta, pero, al mismo tiempo, los seres humanos se adaptarían perfectamente a esa situación y tendríamos menos elemento líquido también, y funcionaríamos más perfectamente quizás, porque no es el elemento líquido el que nos hace funcionar perfectamente, sino que inciden, como hemos enumerado antes, una serie de energías provenientes de otros sistemas o galaxias de otras costelaciones que están incidiendo sobre nuestro planeta, y también sobre otros planetas que están en las mismas circunstancias que nosotros. Porque sabemos, científicamente también, que hay planetas que carecen de agua, sin embargo, hay una vida no materializada físicamente como ahora, pero sí que puede haber unas energías, y eso la investigación que se está llevando a cabo en los niveles de las distintas costelaciones nos da a entender que todo eso es algo nuevo para el ser humano.

»Hay que partir de la base de que los científicos, que son los verdaderos buscadores de algo nuevo, de otros sistemas de vida, están encontrando sistemas de vida que no son idénticos al nuestro. Es decir, que puede haber vida en otros planetas, que puede haber en otras costelaciones, en otras galaxias. De ahí que no nos tendríamos que alarmar sobre el problema de la capa de ozono, sino que se sustituirá; y tengo que decir que, por ejemplo, si mañana, dentro de cien años, nos faltara el elemento del petróleo, que hoy es una parte de energía básica, automáticamente habría otra que sustituiría a esta sin crear ningún trauma en el planeta. Ya hubo un intento en el cual se decía que solamente había, por ejemplo, petróleo para cincuenta años. No es cierto, porque hay unos mecanismos desconocidos incluso para los científicos, en los cuales toda energía puede ser sustituida por otra.

»Otra cuestión es, por ejemplo ¿cuántos éteres conocemos en el sistema planetario? Es decir, los científicos llegan hasta cuatro, ya se repite la cifra de 4, pero hay multitud de éteres y de energías que inciden y que pueden ser tan importantes y revitalizadoras para el género humano, como podría ser el petróleo, el agua u otros elementos.

Presentador:

—Bueno, al igual que, por ejemplo, no sé, en formas de consumir la energía y aprovecharla con su funcionamiento, voy a hacer una comparación, no sé si será válida. Tú has visto cómo un motor, desde el rudimentario de vapor hasta el perfeccionado de hoy, que a lo mejor dentro de los años será rudimentario comparado con el que en ese momento exista, ¿qué define, o es posible quizás que el ser humano también se vaya transformando hasta tal extremo?, ¿podría ser factible todo esto? Vamos a hacer una comparación, imaginemos que el ser humano fuera un vehículo, un vehículo antiguo que empieza funcionando con una fuerza autónoma a través de un motor, vamos a ir hasta el motor de vapor, ¿podría ser?, o sea, que en esa evolución rápida que ha tenido el hombre hasta este momento se siga transformando. ¿Llegaría un momento en que también el propio hombre llegue a tener una transformación y una captación y una fuerza, a través de esa energía, totalmente cambiada?

José Tarrazó:

—No es que es posible, es que llegaremos a ese momento en el cual el ser humano llegará a ser eso que tú has dicho, es decir, tendrá una transformación. Solamente hay que pensar muy sencillamente que, desde el origen del hombre, desde que el hombre cuando hace dieciocho millones de años empezó, era como un animal. De ahí que, por ejemplo, ciertas teorías asimilen al hombre como descendiente del mono, es una teoría en la parte animal, pero no en la parte de sublimación o en la parte espiritual del hombre. Pero sí es cierto que el hombre estaba, su columna vertebral —y esto es una cosa que estamos hablando a nivel científico— estaba encorvada y el hombre usaba las manos para apoyarse en el suelo. Pero entró una energía determinada en el planeta que incidió desde un planeta, concretamente… No recuerdo en este momento el planeta, pero incidió el aura de aquel planeta sobre el nuestro, de ahí que la sangre tomara el color rojo y que la columna vertebral, a través de los años, claro, es un proceso muy lento, fuera tomando la verticalidad que ahora tiene.

»Pero si estudiáramos la columna vertebral de los seres humanos, veríamos como aún quedan unas curvaturas, las cuales están relacionadas con la inclinación del eje del planeta, es decir, que todo tiene… por la ley de analogía. Se puede experimentar en toda esta serie de cosas. Esto que estamos diciendo pues es algo que, por ejemplo, cuando se ha sacado una momia de hace miles de años, se puede ver: cómo tenía una curvatura diferente a la nuestra, cómo el cráneo, cómo las tibias. Es decir, el conjunto o esqueleto de estos seres estaban construidos, es decir, en esencia llevaban las mismas vértebras, llevaban las mismas costillas, es decir, el conjunto, el bastimento, era el mismo, pero había unas formas diferentes. O hablar del hombre ciclópeo, el hombre que era una especie de gigante, porque aquellos hombres eran así. Es decir, ha habido una transformación a nivel de todas las cosas, y sí, esa transformación ha ido perfeccionándose día a día, incluso hablando del cúmulo genético de los seres humanos, que también ha sufrido a través de millones de años que estamos pisando este planeta Tierra, ha tenido una evolución, ha tenido una transformación; los minerales y los vegetales, es decir, hay un conjunto. No podría evolucionar solamente el ser humano sin que los distintos reinos también tomaran esa evolución.

»Y cuando se estudian los estratos de la tierra, que es la historia, podríamos decir la historia interminable, porque ahí están reflejados… Los científicos, tiene que llegar un momento en que descubran los verdaderos orígenes de todo el sistema del planeta, y de todas las corrientes de energía, e incluso llegará un momento en que sabrán a ciencia cierta en qué momento de la historia han ocurrido cosas que no están escritas en el papel, pero sí están escritas y plasmadas en todas estas formas, que las tenemos delante de nosotros.

»Somos aún unos investigadores, pues, que estamos en un primer período, pero hay que tener en cuenta que en este período de sesenta o de setenta años el hombre ha avanzado científicamente, ha podido lanzar al espacio una serie de aparatos, de elementos, los cuales están analizando determinadas energías que inciden y que incidieron en el origen del planeta y del sistema solar.

Presentador:

—Pepe, prácticamente te he cambiado un poco, me vas a perdonar, digamos, que el guion del propio programa del día de hoy. Si te parece bien, la próxima semana podemos continuar con esta cifra mágica que es el 7, porque ya tenemos muy poco tiempo. Si crees que es interesante comentar algo sobre esta cifra, o si quieres la semana que viene, por nosotros encantados.

José Tarrazó:

—Creo que valdría la pena descifrar toda esta serie de cosas que, por ley de analogía o simbolismo del 7, como queramos llamarlo, podríamos esbozar determinadas cosas que inciden concretamente en el ser humano, en su conducta, que inciden también en el planeta, y que quizás nos enriqueceríamos todos un poquito al poder conversar sobre este simbolismo del 7, que es muy interesante, y siempre nos aporta algo a todos y nos puede dar un poquito de luz a través de estas conversaciones filosóficas que tan amigablemente realizamos.

Presentador:

—Buenas noches.

José Tarrazó:

—Buenas noches.

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