¿Qué pasa en la presente sociedad?

“El valor ético como virtud que es, no puede ni debe confundirse con la locura, que supone el entregarse sin reflexión y de una manera ciega al peligro, lo cual dista mucho de ser un acto plausible”. (Sócrates).
Estamos asistiendo en nuestros días a una compleja situación en esta sociedad la cual nos ha tocado vivir, en la que las distintas situaciones de crisis las estamos sufriendo tres cuartas partes de la humanidad. ¿A qué es debido este ciclo de penumbras dolorosas? ¿Nos hemos parado a reflexionar cuáles son la causación de dichos males? ¿Acaso no somos los individuos los que hemos maquinado en nuestras mentes tal despropósito de la quiebra de los valores fundamentales del bien vivir? ¿O será que hemos transgredido las fronteras de lo que está razonablemente bien, trazando el que todo vale?
Los individuos gastamos energías, las cuales no se nos dan gratuitas, tenemos que administrarlas con equidad y justeza y será así como podamos vivir de una manera digna y sin conflictos; pero la modernidad sólo nos impulsa hacia otros derroteros.
“En la historia madre de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo del pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo porvenir”. (Cervantes) Hace falta que los pensadores, bien sean filósofos, psicólogos, académicos, creadores de nuevas ideas de conductas se pongan al tajo en la labor de un pensamiento que nos conduzca hacia otras formas de vivir y actuar, para barrer las formas materialistas que extorsionan a una sociedad pensada y no pensante: sólo la condición ética de actuar nos puede salvar…
No esperemos que una sociedad política puede solucionar el estado de decadencia en la que estamos instalados, ni pueda mejorar la situación global, tan viciada en tantos estamentos con intereses creados. La moralidad brilla por su ausencia, y no digamos la ética que como pilar fundamental, la han arrinconado o sepultado para que no estorbe a quienes no les interesa que los individuos piensen, ni reflexionen sobre esta situación crítica.
Tendrán que pasar algunas generaciones, o tal vez ciclos, para que los humanos cambiemos y podamos vivir de una manera diferente, sintiéndonos como lo que somos: una parte importante de la madre naturaleza. Esto no es una utopía, son hechos que deberemos ganar cambiando de actitudes, siendo más generosos, menos egoístas, más naturales…
La tragedia de la humanidad la hemos creado nosotros, esa enfermedad del sufrimiento, del hambre, de las guerras, de las envidias, de acumular lo que no nos pertenece, esto crea las situaciones planetarias; ya en otras épocas han ocurrido estos acontecimientos, la historia del Planeta está plagada de los mismos, desde la Atlántida a nuestros días.
Muchos individuos han perdido la memoria de determinados acontecimientos planetarios, pero solamente buceando en los estratos terrestres, que son como un libro o archivo de referencia, podemos averiguar lo que ahora estoy escribiendo; existen historiadores de todos los tiempos que han hecho referencias escritas y comprobadas de estas realidades.
En estos momentos estamos asistiendo a la historia antigua de las escrituras, donde Caín y Abel, enfrentados por su vanidad e ignorancia, son capaces de destruirse por su primogenitura. Por los apetitos económicos y pasiones que en el fondo son efímeras y que no dan la verdadera riqueza interior de los individuos que sólo piensan en lo puramente material. Yo me pregunto: sí la felicidad es hacer felices a los demás. ¿Por qué sólo queremos extorsionar al prójimo? ¿Cuánto egoísmo tenemos encerrado y lo repartimos como caramelos envenenados a los más débiles?
En la época de los griegos y los romanos, los individuos se envenenaban con la cicuta; en nuestros días las personas se envenenan con las drogas y las insoportables hipotecas. ¿Quiénes son los causantes de estos venenos? Una sociedad sin escrúpulos…
26.1.2010. J.T.D.
Deja una respuesta