La Importáncia del Libro Para los Seres Humanos
José Tarrazó:
Mundialmente hoy se está celebrando el día del libro, y hemos creído oportuno poder hablar de esta cuestión, que creo es muy importante para todos los seres humanos: la importancia del libro en los seres humanos.
»Nos podríamos imaginar que aquí, en este estudio, tenemos a muchos escritores, a muchas personas. Tenemos a Cervantes, tenemos a san Juan de la Cruz, tenemos a Lope de Vega, y tenemos a tantos y tantos seres que han estado dedicados a la escritura, que no es algo fácil.
»Y eso, queridos radioyentes, tienen que comprender que los escritores son a veces aquellos seres anónimos que han estado sufriendo y han estado malviviendo por dar ese mensaje que llevaban implícito en sus corazones a través de cualquier obra, bien sean obras literarias, poéticas, de teatro o un largo etcétera.
»Pero tenemos también la alegría de que esté entre nosotros una escritora novel, L. L., y un profesor también muy introducido en el arte de la literatura, J. G., creo que ellos nos van a ir explicando paulatinamente, y como saben hacerlo, porque además de ser escritores son profesores y son personas del pueblo, que han estado continuamente insertos en este gran abanico de la cultura.
»Muy buenas noches, queridos contertulios, y seáis bien recibidos en este programa. Vamos a pasar a que L. L. nos explique un poco su visión de la importancia que tiene la escritura como ese medio de comunicación entre el escritor y el receptor, que es el lector.
L. L.:
—Buenas noches. Pues yo creo que es muy importante introducir la lectura en la escuela, en los jóvenes, porque están muy mareados continuamente por las influencias de la televisión, del cine… donde solamente reciben violencia, pasiones, y están necesitando toda una gran cultura a un nivel más interno, más profundo. Todos sabemos la gran influencia que ha tenido la literatura a lo largo del tiempo y cómo los grandes escritores han pasado a la historia y han hecho una labor increíblemente importante.
»Pero actualmente hay muy poca literatura, sobre todo para la gente joven. Estos, ahora, están atraídos por las discotecas, por el ambiente de la calle, y leen muy poco, y veo muy interesante que haya escritores que se decidan a preocuparse por esta juventud y tratar de sacar algo de ellos.
»Pues yo, como profesora en la escuela, me he dado cuenta de que según qué libros les diese a los niños para leer, les recomendase, tenían una gran importancia, por la capacidad que tienen de profundizar y de sacarle el mensaje que el autor quiere transmitir. Por tanto, hay que elegir muy bien la literatura, qué libros les damos a nuestros hijos y a nuestros alumnos para que lean, muy escogidos, para que puedan sacar ese mensaje, aprendan a profundizar, a descubrir lo interno, lo más hermoso que hay dentro de ellos. Y hay muy pocos autores actualmente, como digo, dedicados a esto.
José Tarrazó:
—Como ustedes estarán viendo, luego le preguntaremos a L. L. algo, por ejemplo, por qué tuvo esa inquietud de escribir y demás. Pero a mí me gustaría ahora que J.G., un profesor de mucho rango, de mucha estimación, porque tengo entendido por algunos de sus alumnos que es un profesor querido, porque es al mismo tiempo que profesor, amigo de sus alumnos, y esto es muy importante. A mí me gustaría que nos dijera la importancia que tiene el libro como fiel amigo de los seres humanos y la comunicación que cualquier libro que tenga una media de expresión de ética puede influir sobre los seres humanos.
J. G.:
—El libro, como cualquier obra de arte, influye poderosamente en todos los seres humanos. El libro verdaderamente es una obra de arte, y de las que quedan para la posteridad. Y hoy en día se escribe mucho, malo, regular o bien, pero lo que es verdaderamente una obra de arte en literatura, esa quedará para los siglos de los siglos. Pero es fundamental, claro, que el artista, en este caso el escritor, transmita, impregne las hojas, las frases de ese libro con ese espíritu, con esa energía, con esa alma y entonces queda impregnado el libro y es indudable que quedará para la posteridad, y esa energía se transmite a quien lo lee.
José Tarrazó:
—Por lo tanto, la literatura, en este caso puede ser de cualquier orden, al transmitir el escritor al lector su mensaje, tiene que ser algo vivo, algo real. Yo recuerdo, y me viene en este momento a la mente, cuando leemos el Quijote, que es un libro de un castellano intachable, y muchos autores hispanoamericanos hablan del Quijote como la biblia española, como ese libro de caballerías, como ese libro que nos da en sus metáforas y en ese diálogo entre Quijote y Sancho, toda una pauta de vida, es decir, un universalismo, una cosa imperecedera.
»Y podríamos hablar de cantidad de autores, que todos ellos han estado buceando desde lo más profundo de sí mismos, han sacado a la luz aquellas situaciones tan bellas, tan hermosas, podríamos decir que a veces esa literatura son acuarelas vivas que están impregnadas de un amor especial y de una atención especial.
»A mí me gustaría preguntarle a L. L. pues ¿cómo fue esa vocación de escribir? Porque tenemos aquí ante nuestra mesa la primera obra, y otra que hay en preparación, y, como decía ella antes, Memorias de un adolescente es algo que está dedicado muy sutilmente hacia esa juventud, porque hay más jóvenes de los que nos imaginamos a los que les gusta escribir, y sobre todo leer, algo que tenga un contenido profundo.
L. L.:
—Bueno, pues yo siempre he sido una gran lectora, eso en principio, y precisamente leyendo el Quijote, que es el gran filósofo, ya que estamos en conversaciones filosóficas, donde está lleno de mensajes y de metáforas, como decía antes J. T., de san Juan de la Cruz, con su «Noche oscura del alma», y el «Cántico espiritual», y esos grandes poetas, y a propósito, y también J. T., aunque él no lo ha dicho, tiene en preparación una obra de poesía, porque es un gran poeta. Esperamos que pronto salga a la luz y podamos recrearnos con su literatura.
»Pues el haber sido una gran amante de la lectura ha influido en mí y me ha incentivado para transmitir esta inquietud en mis alumnos. Entonces, viendo que faltaba, como decía antes, mucha literatura al respecto de los jóvenes, para ponerse al día con ellos… porque en Clásica hay mucha, por ejemplo, El lazarillo de Tormes, que es un libro que yo les doy a leer porque es un libro que trae mucho mensaje, pero que les resulta un poco difícil por la antigüedad del lenguaje.
»Entonces, para acercarme lo más posible a ellos he tratado de escribir un libro que les divierta, que lo pasen bien y en el que, al mismo tiempo, descubran un mensaje, de que se den cuenta de que la vida no es lo que parece, que hay oculto mucho más, de que, si ponen lo mejor de ellos, pues, pueden descubrir cosas maravillosas. Todo esto está transmitido en el libro a través de las tres etapas de la vida, de la evolución de un adolescente, que a través de ellas va descubriéndose, poco a poco, hasta darse cuenta de que es algo mucho más profundo de lo que se creía en un principio, descubre personas maravillosas a las que antes veía como seres corrientes y humanos, y se da cuenta de que hay otra dimensión más profunda y mucho más espiritual.
José Tarrazó:
—Es interesante que la evolución de los adolescentes se refleje a través de las distintas etapas. Podríamos hablar de que los adolescentes pues tienen esas etapas, en las cuales pasan sus crisis, tienen un estado de metamorfosis, por así decirlo, de cambios psicológicos y, sobre todo, cuando van viendo con los ojos de la realidad todo aquello que está en su entorno y pueden descubrir lo que en realidad son en sí mismos. Y creo que esta obra que usted ha escrito pues va descubriendo paulatinamente todas estas cualidades, estas cualidades humanas que los adolescentes, yo diría más, que los mismos adultos tenemos esas determinadas etapas, y quizás en un momento de nuestra vida veamos los valores profundos, los valores espirituales, los valores humanísticos y éticos que todos tenemos.
»De ahí la importancia que tiene que el ser humano se acerque en muchas ocasiones a leer un libro. Estamos actualmente en una crisis de lectura por determinadas circunstancias, podríamos decir, ambientales, y esto tendrá que ir poco a poco cambiando.
»A mí me gustaría que J. G. nos hablara, que dialogara sobre la importancia de la cultura universal del libro, ya que estamos en el día universal del libro.
J. G.:
—Pues la mejor forma de colaborar es iniciando a los pequeños en la lectura. Como bien has dicho hay una crisis de lectura impresionante. Si tienes un poco de contacto con los libreros, se quejan todos de que la gente joven no lee, de que no compra libros, de que no hay posibilidad de que lean a no ser que el profesor les haga el encargo de uno y sin más remedio lo tengan que comprar, pero no por propia iniciativa, e independientemente de las condiciones económicas.
»La mejor forma es el profesor, claro, dándoles buenos textos, interesantes para ellos y adecuados respecto a sus edades. Y los padres, por supuesto, primordial. Son los padres los que tienen que colaborar, porque a veces parece que no están muy dispuestos a ello.
José Tarrazó:
—Hay dos cuestiones que a mí me asaltan mucho a la mente, y son las bibliotecas, podríamos decir municipales, privadas o nacionales, el acceso… hay veces que no hay acceso… quizás también nos falte a todos un poco de tiempo para llegar a desarrollar en nosotros esa cultura universal. Y la cultura no es solamente la lectura, sino la puesta en práctica de una manera de ser, de unas costumbres. Es decir, la cultura, vista desde un punto de vista universal, es omniabarcante. Pero hay otra cosa que también, como persona que siempre he estado de una manera u otra vinculada a la cultura, me hago unas preguntas y entre ellas es que los libros son caros. Los libros son caros y no todas las personas tienen el acceso que debieran tener, y quizás una de las grandes preocupaciones, como ustedes saben, como profesores, sería inducir al niño, y a los más mayores, a que poco a poco se introdujeran en esa sabiduría universal de la que tantos y tantos autores han estado trabajando, y quizás sean unos olvidados.
L. L.:
—Yo siempre les digo a los padres que sí, que el libro es caro, pero también es cierto que los niños se compran cantidad de chucherías a lo largo del mes. Entonces, si juntasen cada mes lo que se gastan en cosas que no le sirven para nada, quizás a veces les ensucian hasta incluso el estómago, pues, podrían comprarse un libro cada mes, que tampoco pretendo eso, pero sí que se vayan haciendo con su propia biblioteca de libros buenos.
»Un libro siempre es el mejor amigo, cuando quieres recurrir a él no tienes más que buscar aquellas páginas que leíste en un momento determinado y te dieron ese mensaje, y te incentivaron en algo muy bonito, y ahí lo tienes, siempre dispuesto. No es para un día ni para dos, es para toda la vida, y ahí queda todo, impregnado. Por lo tanto, es muy importante incentivar a los niños a la lectura, y el profesor, claro, tiene que ser también un gran lector, tiene que sentir el arte dentro de él, la buena lectura, porque solamente lo que se lleva dentro puede transmitirse. Entonces, yo lo que estoy intentando siempre es escoger muy bien los libros, con mensaje, que descubran siempre el mensaje, que no sea un libro cualquiera, sino que les incentive y se lo pasen bien, pero también que descubran. Eso lo veo importantísimo.
José Tarrazó:
—Es decir, la lectura tendría que ser una manera de divertirse, de pasárselo bien y, al mismo tiempo, de adquirir una serie de ideas, las cuales nos sirvieran a los seres humanos como un eslabón de luz que nos pudiera descubrir ciertas pautas de la vida.
»Hay otras muchísimas cuestiones en esta situación que estamos hoy desarrollando de los libros, y es que los seres humanos, sobre todo, la juventud, pues tendría que ver la importancia que tiene, por ejemplo, la cultura popular, la importancia que tiene, por ejemplo, la discografía, la pintura, la música, y un gran etcétera. E incluso las costumbres y la manera de ser, porque hay una idea, creo que nada clara, y es que creen que la cultura solo es para privilegiados, y eso para mí personalmente es algo que se tendría que desechar de las mentes.
»Las distintas bibliotecas o museos deberían tener una facilidad y un acceso muy concreto, una incentivación, y que a través de programas de carácter nacional, provincial y local llegaran hasta esos jóvenes con más asiduidad, y que se despertara en la mente y en los corazones de esos jóvenes la importancia que tienen todas estas cosas como la cultura. Un pueblo que es culto es un pueblo rico. Una persona que es culta es incapaz de hacerle daño a otra, mientras que aquellos seres, que por distintas razones no llegan a este tipo de cultura, pues, su ignorancia es lo que les hace atreverse a hacer muchas cosas mal.
L. L.:
—Yo te puedo decir que he notado como, por ejemplo, los niños que van mal o no les gusta estudiar, después de leer un libro muy interesante, donde ha tenido que esforzarse, se desarrolla muchísimo su intuición, su capacidad de ver las cosas, su luz, como decías tú antes, y entonces son capaces de dar mucho más, e incluso de coger el estudio con más ganas y hacerlo todo mejor. Se puede hacer mucho con los libros, muchísimo.
José Tarrazó:
—Es decir, que el estudio no tendría que ser una carga, se tendría que desarrollar a través de una manera muy jovial, y quizás las determinadas asignaturas que se imparten, y que a veces como ustedes saben a los chavales no les gustan… pero quizás si los incentiváramos podríamos sacar mucho más partido de estos seres humanos, que en realidad son las futuras personas que crearan un país y una población concienciada cívicamente de lo que en realidad debiéramos ser y no somos.
J. G.:
—Es fundamental el incentivarlos de alguna manera, puesto que hoy en día están acostumbrados en las horas libres, pues, a sentarse delante de la televisión, y como la televisión te lo da todo, absolutamente todo, no tienes que hacer nada, ni pensar en nada, ni calentarte la cabeza de ninguna manera, pues va a llegar un momento en que el más mínimo esfuerzo, como el que supone leer un libro, pues no, no entran ahí. Y desde la televisión sería fundamental, por supuesto, la incentivación con programas culturales de cualquier tipo, porque es el medio donde ellos funcionan mejor.
José Tarrazó:
—Creo que hay una parte importantísima, y es que cuando se lee un libro, sea del carácter que sea, el ser humano que lo está leyendo crea una imaginación. Aparte de lo que el autor ha intentado transmitir, él está haciendo un esfuerzo para crear un mundo, sea de ficción, sea de cultura, sea de filosofía, sea de poesía. Eso autorrealiza. ¿No creen ustedes que esto autorrealiza a las personas que están delante de un libro, al igual que delante de un cuadro?
J. G.:
—Es que participa de alguna manera, claro.
L. L.:
—El niño desarrolla muchísimo la creatividad, o el adulto. En el momento en que estás leyendo un libro, tú te creas el ambiente, las situaciones, los personajes, aunque te los describa el autor tú tienes tu propia imaginación para ampliar esa visión y, de alguna manera, estás creando tu propia obra.
»Entonces, desarrollas la inteligencia, la capacidad de atención, de creatividad, de amor. En mi libro, por ejemplo, David, el protagonista, llega a la conclusión de que todo está en nuestra mente, de que todo está dentro de nosotros, ahí se ve la conciencia, se ve cómo la mente nos manipula, es capaz de darse cuenta de todo el proceso psicológico y filosófico que hay dentro de los seres humanos. En fin, sería muy largo de explicar todo el contenido que hay en el libro, pero yo creo que los chicos lo están leyendo con mucha alegría y que les está sirviendo. Y no lo digo porque sea mío, lo digo para que otros autores se vayan animando a escribir libros que incentiven a la juventud y que les haga ver el mundo de una manera más bonita y positiva.
José Tarrazó:
—No es fácil el mundo de la literatura y de los escritores, y lo sabemos por experiencia, al estar años y años trabajando en estas cosas. Y hoy, por ejemplo, que se daba el Premio Cervantes a un escritor hispanoamericano, hemos podido apreciar que, como en otros tantos escritores anónimos, a través de los años, algunos de ellos han podido ver la luz de sus obras y otros han quedado en el anonimato. Y la labor del escritor, y en este caso que tenemos una escritora aquí podemos decirlo, es una labor muy callada y una labor de transmisión de algo que se lleva ingénito en el corazón de cada ser que quiere transmitir algo.
»Yo creo que en este mundo del libro, en este mundo de la literatura, en este mundo de la cultura, y en este mundo donde vemos que, a veces, la gente no tiene tiempo para muchas cosas, todos, absolutamente todos, tendríamos que tener una conciencia de superación, una conciencia más cívica y poder en todo momento desarrollarnos y ver que hay reflejada en la misma obra de la naturaleza una gran obra, que es la obra magna de la imaginación, del servicio y, sobre todo, de una cultura universal que puede que sea lo único que a los seres humanos nos haga cambiar.
»Ya por hoy terminamos esta emisión y damos las gracias a nuestros contertulios por haberse desplazado y por haber querido participar tan amablemente.
»Y a ustedes, queridos radioyentes, les agradecemos la atención que tienen con nosotros y les emplazamos para la semana que viene, si Dios quiere. Muy buenas noches.
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