El venerable "Beato Fray Juan Micó"
La sociedad está llena de pensadores que han sembrado su sabiduría y con su esfuerzo han contribuido a que ahora podamos disfrutar del trabajo que un día realizaron, todo esfuerzo del ideador es una siembra que al diseminar sus semillas un día florecen. Este es el caso de Fray Juan Micó: nuestro vecino y gran pensador, es bueno que lo conozcamos y resaltemos su pensamiento y sus inquietudes. Es interesante que recordemos la historia de las personas y sus pueblos, este es el caso de Fray Juan Micó nacido en Palomar (Palombara, del latín medieval) de la orden dominica, ilustre Jurista valenciano, Micó, de jovencito debió visitar infinitas veces Albaida, y la visitó; para incluirlo en este recorrido de su predicación su verbo fluido llegaba a todos los que le escuchaban. El padre Micó, varón de gran inteligencia y de altas virtudes de la Orden de los dominicos, dejó siembra en sus homilías por donde pasó. Los escritores que nos gusta tocar muchos temas también resaltamos a aquellos personajes que han contribuido a agrandar la cultura; en todos los aspectos, pues no hay religión más grande que la verdad.
Véase, pues, cómo el venerable Beato Micó, nos pedía capitulillos propios en esta relata citación de la hagiografía albaidense, por más de un título, por ser su patria Palomar; la cual aldea de Albaida; y por ser más que nadie logró la creación del convento alcaidito de santa Ana; además de sus relaciones paternales con el santo Luis Beltrán.
El venerable Juan Micó ingresó en el Real Convento de Predicadores de Dominicos de Valencia, donde fue Prior Fray Juan Micó, tío suyo fue el célebre Juan Micó. Dos figuras de relevante prestigio en sus días. Creo que debo resaltar la importancia de Vidal y Micó por su sabiduría y humanismo. Estas dos personas que forman parte de la historia de Palomar pero olvidados por sus paisanos, merecen un justo reconocimiento por su buen saber y hacer. La historia no perdona a nadie, siempre está presente y nos recuerda lo que queremos olvidar, pero acuñada a fuego nos remueve la conciencia. Cuentan los ancianos de Palomar que sentado en el bordillo de la acera en la calle Santo Domingo, Fray Juan Micó jugaba con un mozalbete y este se hizo daño en una pierna y el Padre Juan Micó, diligente, socorrió de inmediato al niño; pero no satisfecho, el Padre Micó al día siguiente cogió una mula del Convento de Lluxent y se fue a visitar al niño en cuestión. La grata sorpresa fue ver al niño Rosendo jugueteando en la calle, ¿el por qué del nombre Rosendo? La población de Palomar tiene una imagen antiquísima que bajo la advocación de la virgen del Rosario es una verdadera reliquia en imaginería.
El venerable Juan Micó fue tres veces Prior del Convento de predicadores de la Ciudad de Valencia. Fue consejero del Arzobispo, y fue muy estimado por él, es decir, concretamente por el Beato Juan de Ribera; quien lo hizo Consultor y le encargó numerosas comisiones.
Creo que las personas que mantenemos los retazos de la Historia no hacemos otra cosa que dejar constancia de esas semillas perpetuando hechos que no deben perderse y así es como continuamos agrandando y perpetuando hechos consumados: Micó, varón de gran inteligencia y de mayores virtudes, de la Orden de los dominicos, lo consideraron siempre como hijo nacido en Palomar. El padre Micó ingresó en el Convento de Lluxent, dentro de la Vall d’Albaida; pero hizo la profesión en el de Chinchilla y estudió en Salamanca. Fue prior del Convento de Gotor (Aragón) y allí estuvo dos años preso por desobediencia a la Justicia de Aragón. Como podrá verse en todos los pueblos, siempre han habido personas de gran valía, y este es el caso de los dos frailes Vidal y Micó en Palomar, pero tengo que resaltar lo olvidados que han estado por los vecinos de Palomar, ¡triste realidad! Los ciudadanos que olvidan con su indiferencia no tienen conciencia.
30.7.20. J.T.D.
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