Valores del siempre ahora

“Si cada uno ama a sus semejantes como es debido, el reino entero vivirá en paz y armonía”. (Confucio) En cada época corren unos vientos de acorde a las acciones y pensamientos de su generación, estas acciones derivadas de determinados intereses crean cambios estructurales en las formas de pensar y de vivir en los individuos, y en muchas ocasiones desvirtúan los principios básicos de una ética convivencial…

“La buena persona reduce donde hay exceso para añadir donde escasea, sopesa las cosas y actúa con equidad”. (Confucio) No es fácil filosofar ni poetizar, pero nos es necesario sembrar las semillas pequeñas, que un día germinarán en las futuras generaciones, que se verán obligadas a reconducir nuevas formas de vivir y amar, que no son precisamente las de ahora. Pues esta etapa y otras como ésta son crisis convulsivas que están ligadas a cambios geológicos y ajustes naturales Planetarios, ya habidos hace millones de años en el planeta en que vivimos. 

“Para ser bondadoso se requiere la práctica de cinco cosas: el respeto para con nosotros mismos y para con los demás, la generosidad, la reiteración de todo lo que conduce al bien, la sinceridad y el amor a todo lo que se mueve y tiene su ser y estar”. (Confucio) Es dubitativo en muchos seres humanos, el que, al no conocer los pensamientos del otro, creen sus recelos y quimeras; desgraciadamente solo vemos lo aparente, lo superficial. Al no entrar en el corazón de nuestro interlocutor, siempre existe la duda, la no fiabilidad. Todas estas cuestiones son etapas que superar y solo el estado de observación intuitiva, de captación telepática, puede adentrarnos en el descubrimiento de las formas energéticas reales…

“No te preocupes por el conocimiento de los demás; preocúpate por tus propias carencias de buenas actitudes. La persona correcta tiene vergüenza de decir más de lo que hace”. (Confucio) Son muchas las personas que se preocupan en demasía del estatus y rango de los demás, pero no se preocupan de ordenar sus neuronas para vivir la felicidad de ellas mismas, y esto sería crear un ordenamiento de prioridades profundas, que son la base del crecimiento interno. Y la verdad es que todos estamos llamados a crear un silogismo o simbiosis de valores, en los cuales, nos relacionemos con la más profunda intimidad, sin tabúes y perjuicios de extrañeza, para manifestarnos tal cual somos, almas vivientes…

“Las riquezas y los honores son como nubes pasajeras que no significan la felicidad. Se puede ser dichoso sólo con pequeños alimentos, agua como única bebida y el brazo como almohada y una buena compañera”. (Confucio) “El ser sabio es equilibrado y tranquilo y debe esforzarse en descubrir en su interior esa ley, que es la base y el fundamento de todos sus deberes. El ignorante está siempre inquieto y nunca goza de la paz interior”. (Confucio) Se nos llena la boca hablando de PAZ, pero si ésta no mora en lo más profundo del corazón, la palabra está vacía de contenido: la fuerza de la paz es precisamente inmaterial. ¿Por qué no creemos en lo inmaterial? Sólo tenemos como referencia lo que vemos y palpamos; craso error de nuestra condición humana, si sólo reconocemos el conjunto del vasto horizonte preñado de un estado mayatico y burlón…

“Más allá del Cosmos, del tiempo, del espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad substancial, la base fundamental y evolutiva de los individuos y de toda la creación”. (El Kybalion) Esta es la ley. El ser humano, al considerar y examinar el universo, del cual es una unidad del Todo, no vemos otra cosa que un cambio continuo en la materia, en las fuerzas, en los estados energéticos que se nos escapan a nuestras finitas mentes, repletas de banalidades, incongruencias, descentradas y tantas veces prostituidas por falta de la debida atención, que desgarra la fuerza del corazón pensante, falto de comprensión y compasión. Son muchos los pequeños detalles que necesitamos para que los seres seamos completos, tanto físicamente como espiritualmente. Vivir solo en un universo mental, nos lleva a tremendas confusiones, mente y corazón nos son imprescindibles para ser una unidad completa…

“La persona ejemplar es de talento equilibrado y mente clara. La persona mezquina es siempre irritable”. (Confucio) “Quien desea para los demás lo mismo que quiere para sí mismo y no hace a sus semejantes lo que no querría que le hiciesen a él, está cumpliendo con la conducta moral que la naturaleza racional impone a los seres humanos”. (Confucio) “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley”. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir