Urbanidad
Nos es necesario seguir unas reglas de urbanismo y comportarnos con elegancia y educación, así la vida de los individuos es mucho más agradable en todos los conceptos de la vida cotidiana; en muchos casos no tenemos en cuenta a los demás, no cediéndoles el paso y sobre todo a los mayores. Dice Confucio, “Comed en casa como si comierais en la del rey”. Creo que es importante que los seres humanos estemos educados, para así respetarnos y que podamos convivir con elegancia, como urbanitas que somos, como seres racionales y no como simples viandantes. Nuestro adiestramiento debe de empezar en el intelecto, en distinguir el pro y el contra de cada cosa, y limpios de toda escoria producida por nuestro egoísmo seamos generosos con nuestros semejantes, que al fin y a la postre son como uno mismo. Es curioso pasear por la acera y encontrar un par de carritos con sus respectivos bebes, y quienes los están paseando ocupen toda la acera sin dejar que las demás personas puedan pasar y estas tengan que bajar de la misma a la calle, con el debido peligro de que sean atropelladas…
El todo vale en nuestros días se ha convertido en una falta de respeto, cosa que nos lleva al desmadre urbanístico, ¿cuándo pensaremos en los demás y cederemos el paso?
“Un principio del arte de la educación, en el que debieran fijarse especialmente los encargados de dirigirla, es que no se debe educar a los niños conforme al presente, sino conforme a un estado superior, más perfecto, posible en el porvenir de la especie humana”. (Kant)
Las determinadas filosofías expuestas por los grandes pensadores debieran de ser el patrón que nos guiase en la urbanidad, en el pensamiento racional de las personas y como engranaje moviera la maquinaria de todo lo que pensamos y hacemos en cada momento.
“En China la filosofía de la naturaleza y la visión del mundo están impregnadas del pensamiento taoísta, así muchos artistas, pintores, calígrafos y hasta jardineros han usado este libro como fuente de inspiración”. (Tao Te King) Todos debiéramos tener el Libro del Camino y de su Verdad; al fin y a la postre, ¿qué somos los seres humanos sin la verdad? Para los taoístas representa una escritura particularmente sagrada, esta escritura es el vademécum que consultan los médicos durante su carrera, ¿qué consultamos nosotros para ser buenos urbanistas? Pero para eso tenemos que practicar una educación integral o axial, si esto fuese así los pueblos y las naciones estarían llenos de ciudadanos conscientes de nuestras obligaciones y deberes, como verdaderos pobladores de un Planeta sagrado…
La vida exterior es reflejo de la interior, de un estado de conciencia de todas las cosas que nos rodean, durante muchos años nos hemos habituado a que nuestro interior sea simplemente el reflejo de nuestra situación exterior, pero creo sinceramente que nos pasamos la vida achacando la culpa de nuestros problemas a las demás personas, o a las cosas exteriores, estamos esquivando nuestra propia realidad. Esa urbanidad que tenemos que practicar es el alimento vital para el desarrollo integral de una sociedad con miras a un futuro diferente, y de nosotros depende sembrar las semillas adecuadas para las futuras generaciones. Algunos lectores dirán, ¡qué rollo! Pero no lo es tal, ya hay quien nos tiene entretenidos en otros folclores; allá cada cual. “Si yo interiormente me obligo a vivir una conciencia de fuerza, de amor, de comprensión, aquellos que se hallen a mi alrededor vivirán de igual manera”. (A. Blay)
Para otras personas la vida interior significa cultivar una calidad en el pensar o en el sentir, calidad que luego se manifestará en su vida profesional y en la familiar, en el conjunto de la sociedad que nos ha tocado compartir, para otras personas que piensen en negativo esto es una paparrucha, allá cada cual con sus definiciones y sus neuras fijas…
Nuestra energía interna es el motor que pone en funcionamiento todas las cosas. Yo digo que si nuestro coche le falta gasolina se para, pues la energía que acumulamos interiormente, cuanto más pura es, mejor funcionamos; y esta pureza la manifestaremos en el comportamiento de nuestra urbanidad, de la no agresividad, de los pensamientos límpidos y las acciones sensatas.
Pero si esto no es posible hagamos lo necesario y cambiemos de hábitos, ¡claro que nos cuesta de cambiar! Pero esto es posible y conveniente en pro de una sociedad nueva y más humanizada…
23.2.16. J.T.D.
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