Tradiciones de pueblos antiguos
Es importante resaltar la labor de algunos historiadores, como la de D. Joaquín Casañ y Alegre. Jefe en el cuerpo de archiveros. Bibliotecario y Arqueólogo. Académico correspondiente de la Real de Historia y jefe de la Biblioteca Universitaria Provincial de Valencia 1899. A este gran personaje valenciano le debemos la obra dedicada a la Santísima virgen María, a la vida de Cristo y toda la familia. Seamos creyentes o no debemos tener referencias históricas de aquellas personas que nos dejaron un reguero de sabiduría y de bondad al paso por nuestro planeta; y Cristo, como Buda, Rama, Moisés, Platón, y muchos otros, que dejaron sembradas las semillas del bien hacer, o de la ética.
Los cristianos celebramos la Navidad y en los distintos pueblos y creencias se festejan en sus pueblos las tradiciones que en el principio eran paganas, luego se han convertido en religiosas, ¿pero conocemos la génesis de estas tradiciones de los pueblos antiguos?
¿Qué rigor histórico tenemos sobre las fiestas, si estas se han convertido regándonos con el alcohol y las drogas? El sentido común tendría que ser para que disfrutásemos con alegría y placidez de las fiestas, y no que estas se conviertan en una bacanal donde perdemos el control de nosotros mismos. Pero quiero resaltar la importancia de la fiesta de la Navidad, de la venida de Cristo, de ese paso transcendental en la historia de todos aquellos que de una u otra manera se llaman Cristianos o creyentes en el cristianismo…
¡Cuán lejos estamos de practicar cualquier creencia! Esta es una teoría rutinaria que está instalada en nuestra sociedad de consumo, que galopa incesantemente propiciada por unas estructuras bien diseñadas a las que seguimos a pies puntillas, nadie nos escapamos de esta situación que nos han inyectado por vía intravenosa y que nos tiene atrapados.
Los pensadores se refugian en el mundo interior de su vida espiritual, buscan alejarse de la vida política, por ser esta tan mentirosa como fragmentada y llena de ambiciones personales, pues los que predican políticamente casi nunca hacen lo que están diciendo y esto es demagogia barata, estas actitudes manifiestan una falta de rigor intelectual, y en los pueblos antiguos las personas cuando daban su palabra, era como la escritura sagrada.
Llevar el mensaje del Evangelio a todos los hombres. Esta actitud de San Pablo como tradición a los pueblos antiguos o que se estaban formando por personas sencillas armonizó con profundo conocimiento de las dos culturas enfrentadas: la teología hebrea con la filosofía predominante; San Pablo es el grande entre los grandes, el más preparado como nadie, todos los que escuchaban sus palabras veían la esencia humana y filosófica.
Pero no debemos olvidar que dentro de aquellas personas que asimilaron la génesis del mensaje Crístico querían expresar la sabiduría y nitidez y la sencillez con que lanzó Jesús su predicamento que era de amor y respeto de las personas, dice así: amaos los unos a los otros, lo demás se os dará por añadidura…
Algunas personas se preguntarán ¿por qué este artículo? En la cultura universal debemos conocer muchas cosas y desgraciadamente, ignoramos más de lo que conocemos, hablamos demasiado y en la mayoría de las veces lo hacemos sin conocimiento de causa, sin haber investigado en los anales de la Historia; hablamos tanto que no dejamos que nuestro interlocutor tenga un pequeño espacio para manifestarse, ¡qué desgracia!
San Agustín conocía a fondo las tradiciones de los pueblos antiguos y por ello allá donde hablaba se daba cuenta del escepticismo de las personas, por esta razón captaba el ambiente y se dirigía al auditorio con palabras sencillas y de amabilidad, este tiene que ser el don de la comunicación, la energía de la palabra hará lo restante, aquí intervienen las energías que ayudan a la comprensión de lo que se está diciendo y esto es importante entre el que habla y los que escuchan, la comunicación…
Algo importante en las personas es la vida feliz, la comunión perfecta con Dios, la aspiración final del sabio coincide en san Agustín con el del creyente; alcanzar y gozar la verdad, que es sencillez y amor por todas las cosas…
20.11.17. J.T.D.
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