Siempre es tiempo de amar
El amor es dar la felicidad a los demás, y así uno halla su propia felicidad.
En no importa qué día, podemos encontrarnos en circunstancias donde poder dar un atisbo de amor, y así curar muchos males que solo el bálsamo del amor transforma nuestras vidas y la de los demás.
Este es el caso del incansable y aguerrido viajero que podemos ser cualquiera de nosotros, pero nuestro problema es que no tenemos tiempo para reflexionar, y menos de amar a nuestro prójimo; somos voraces llenos de egoísmo, repletos de prejuicios y solo miramos las partes negativas, ¿no habrá un momento de felicidad?
Al personaje que voy a tratar, le llamaré Eduardo. Su desmesurado afán de conquistar las cosas mundanas no le daba tiempo para estar con su familia, ni con los amigos, su desmesurada vida estaba polarizada en viajar con su coche de gran cilindrada, ¿pero a dónde le llevaban sus viajes?, a ninguna parte.
En su bagaje no llevaba la alegría de la felicidad y el amor. Pero un día sufrió un accidente cayendo a un barranco y quedando mal herido; gracias a una joven muchacha que lo auxilió y pudo salir del barranco. ¿Cuántas personas caen en el precipicio sin darse cuenta? ¡O dándose cuenta! Estos seres no han tenido tiempo de amar ni de vivir reflexivamente, solamente han pensado en acumular dinero, poder y mucho orgullo. Pero la vida es algo más que acumular bienes y haciendas; ¿sabemos disfrutar de todas aquellas cosas que nos rodean? De esos bienes espirituales de la Madre Naturaleza cuando estamos en contacto con la misma, del placer de leer un libro, de escuchar un concierto, o de darnos un paseo por el campo o la playa.
Solamente detenemos el paso rutinario cuando tenemos algún percance o una enfermedad incurable; los cortos días de nuestra existencia los pasamos lamentándonos, quejándonos de todas las cosas, estando insatisfechos, pero esto es debido a que estamos vacíos interiormente, solo miramos la fachada de las cosas.
“Cuanto mayor el sentimiento de víctima, más agresivo será el mal. Cuanto más lo temas y lo percibas por todas partes, más tendrás que defenderte”. (Deepak Chopra) Por lo cual necesitamos una sociedad que renazca desterrando todas esas ideas de negatividad; de este modo desaparecerán los conflictos que llevamos internamente; bien sean las llamadas depresiones, o determinadas enfermedades que tienen su asiento en la mente. Las relaciones humanas son importantes, las personas que se relacionen como Almas y no por su posición social o las riquezas económicas serán más felices. Otra cuestión estriba en el correcto comportamiento pacífico, dialogante y respetuoso, sin mirar el color, religión o procedencia…
Cada día comprendo más lo que escribió Tomás Moro, cuando habló de los ciudadanos de Utopía. En estos tiempos difíciles nos es necesario cambiar muchas cosas, pero hacemos resistencia y continuamos desdeñando los principios éticos que son valores fundamentales. ¿De qué nos quejamos si somos nosotros quienes hemos engendrado el mal que estamos sufriendo? Cuando inicié esta columna de opinión la denominé “Delante del espejo”. ¿Creen ustedes que si nos viéramos en ese espejo seríamos más conscientes de vivir correctamente? No necesitamos la ayuda de nadie, sino de nosotros mismos prestando la debida atención a todo lo que nos rodea, y poner luz allá donde estemos.
“La sociedad reposa sobre tu conciencia y no sobre la ciencia”. (Amiel) Pues quienes compramos lo superfluo estamos condenados a los embates en los tiempos difíciles; pero si tenemos un poco de tiempo para amar y respetar somos fuertes en el interior, vemos la vida desde otro punto de vista, pues nos hemos forjado con más serenidad y aplomo.
21.10.21. J.T.D.
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