¿Por qué queremos ser como el otro?
Esta pregunta nos la hacemos casi todas las personas, cada uno tenemos nuestra personalidad y manifestamos lo que somos y manifestamos las expresiones del Alma y las del corazón; me veo en los demás y en mí mismo y es así cuando considero que en el otro anida un Alma y en la sociedad en que vivimos, en este jardín sembrado de seres humanos conformamos el campo de los colores y vibraciones.
“La comprensión del funcionamiento de las relaciones humanas es una de las claves más importantes del sincrodestino”. (Deepak Chopra) Nadie somos como el otro, cada uno venimos con unas características internas que proceden de un pasado que desconocemos; pero en cada vida se nos da la oportunidad de rectificar aquello de no está en armonía, a esto le llamaré ordenar las neuronas viciadas y a través de las relaciones humanas de cada uno, cuando estas son cálidas y exentas de egoísmo, podemos formar la sociedad del futuro.
A través del espejo de la conciencia y las relaciones de cada uno descubrimos lo que es la prolongación de la conciencia, que es el hilo que nos da la sabiduría y da la humildad, a la amabilidad, al respeto, a tomar conciencia y estar sincronizados en todas las cosas positivas, que aunque pequeñas nos dan la felicidad; pero para eso tenemos que tener los pies en el suelo y el corazón en la conciencia.
En muchas ocasiones la envidia nos perturba y queremos ser como el otro, pero eso no es posible, la personalidad como esencia la traemos desde la génesis de los tiempos; esto no es un estado de creencias pues la biología de la naturaleza humana la llevamos desde hace millones de años, en ese doble código que no vemos pero que está ahí. La sincronización en el campo de la inteligencia da como resultado el que no seamos como el otro, si el equilibrio físico es dado por armonía se produce la felicidad, si por el contrario somos mediocres los problemas nos agobian, ¿pero por qué nos resistimos a cambiar? Pensemos que los cambios son la apertura de nuestra mente y es la que nos lleva a nuevos campos de actuación, pero para ello tenemos que dialogar internamente y esa es la realidad que tenemos que practicar y no las teorías pseudo espirituales que son un engaño que nos entretiene, pero que son poco prácticas. Cuando estamos sintonizados con la conciencia universal, y estamos sincronizados en el campo de las relaciones éticas con las demás personas, estamos agrandando la inteligencia personal y colectiva, cosa necesaria en los tiempos que no ha tocado vivir. Si queremos ser sabios, antes tendremos que ser sencillos, humildes, prácticos, ser totalmente independiente de las opiniones buenas o malas de los demás. Mi intención tiene que ser una manifestación del Universo porque somos parte de él; además, contiene los mismos elementos necesarios de la vida una de toda la creación, nuestras intenciones atraen los elementos y fuerzas, los sucesos, las situaciones y las relaciones necesarias para alcanzar los resultados equilibrados de una vida sencilla…
Nos preguntaremos: ¿por qué tenemos tantos conflictos? Si nuestra vida es tan corta en el cómputo de nuestra existencia, algo está desarmonizado entre nosotros y nuestra naturaleza; por supuesto, la mejor manera de lograr que cada una de nuestras intenciones cumplan su cometido, es la reflexión meditada y exenta de egoísmos, de miedos, de envidias y rencores. Medita cómo sería la vida si todos estos deseos se cumplieran, la emocionalidad nos ahogaría y se convertiría en una enfermedad sin medicación ni solución ninguna, y algo de eso está ocurriendo en estos momentos en algunas enfermedades que genera la mente y que somatiza el cuerpo; creo que otra manera de vivir es necesaria…
Nadie podemos ser como el otro, clonarnos, no es la solución; cambiar y vivir con arreglo a la naturaleza, sí, sí, sí…
31.5.19.J.T.D.
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