Pastor de estrellas

En el patio de una escuela jugaban unos niños, como es natural estos se encuentran en pequeños grupos, hablando de sus cosas; de pronto Pablo se le ocurre decir: —¿por qué no hablamos de las estrellas? Y Juan dice: —¿quién será el guardián de las estrellas? Buena pregunta— exclama Lucía, ¿será el lucero de la mañana? ¿O el Ruiseñor que anuncia con su canto un nuevo día? Yo creo —dice Antonio, que es el Sol con sus rayos despertándonos a todos y dándonos la esperanza de hacer nuevas cosas. Añade Pedro: “Los astros son las ventanas del mundo, son aberturas preparadas para la aireación de las diferentes esferas del firmamento y de toda la naturaleza”. (7. 12. 15) Las estrellas son también una expresión de la grandeza del inmenso Universo, tan cercano, y tan lejano.

El joven Lucas añadió dirigiéndose a sus compañeros: ¿Quién será el pastor de las estrellas? A lo que Pedro respondió: Es el Sol que pastorea a toda su plebe, que son muchas las estrellas, y necesitan un buen pastor para que cada una de las estrellas realice su cometido sin quitarle la comida a su hermana. Sigue el joven Lucas: El recorrer el firmamento junto a las estrellas es el mejor paseo que podamos realizar y sin pagar peaje.

Lucía miraba al cielo y no se cansaba de hacerlo, pero veía al pastor de las estrellas, o sea, al SOL, esa estrella que nos acompaña desde que nacemos y en la muerte. “Estrella que nos das la vida a toda la creación, tú nos alumbras y haces crecer todas las cosas: gracias por tu constancia y exactitud, nunca nos has fallado, siempre a nuestro lado. Eres la eterna compañera, desde que nos parió nuestra madre”. Debemos considerar a la gran estrella como nuestra hermana mayor, tutora con luminosidad que nos da la energía necesaria cada día y cada noche, ella es el alimento energético al cual le debemos lo que somos.

Antonio, mirando a Lucía a los ojos le decía: ¿Te das cuenta la importancia que tienen las estrellas? Si lo piensas bien, Lucía, las estrellas están ligadas al cielo y que dependen del vasto Universo, estas estrellas evocan también los misterios del sueño en la noche, por brillar con luz sagrada; las personas brillamos con nuestra propia luz para situarnos en los grandes ritmos y armonizarnos con ellos. Lucía responde: Todos tenemos una estrella, esta nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte, su luz brilla según nuestro comportamiento y ética, pues las estrellas son el pastor que nos vigila.

—Querida amiga Lucía, ¡si te das cuenta!, todo es más sencillo de lo que nos pensamos, nuestras mentes envuelven con trapos sucios nuestras vidas y las liamos con desechos tóxicos de esa sociedad superficial, que no actúa en el corazón, sino en las emociones o residuos que son bazofia. Actuemos con la luz de nuestra estrella que es el corazón amoroso y lleno de plenitud. —Pero, querido Lucas, una grave enfermedad nos está atacando y es el egoísmo, si sabemos combatirlo y desecharlo seremos felices; la luz de nuestra estrella nos ayudará en todo momento a superar las dificultades, pero para eso tenemos que desterrar la mediocridad y las teorías dañinas que circulan en nuestras mentes. Que el pastor de las estrellas nos acompañe siempre y nos ilumine nuestro espíritu, así, podremos hollar el camino con felicidad, y con alegría. ¿Por qué tenemos tantos problemas que nos agobian diariamente? ¡No será que nuestra mediocridad nos ahoga con tantas teorías mentales! Tengamos los pies en tierra y la cabeza en el Cielo. ¿De qué nos sirven tantas teorías, que rompen las cosas cotidianas? La vida de las personas tiene que ser práctica, sencilla y llena de plenitud, con pocas teorías y plena de felicidad. El pastor de las estrellas es la Madre Naturaleza preñada de los hijos de la sencillez, silenciosos, prácticos, dadivosos, éticos y plenos de amor. Que el pastor de las estrellas que anda por la calle y lo tropezamos en cada momento nos gu

íe por el camino de la sencillez y la armonía, así desecharemos las pompas de jabón que nublan nuestros ojos y nuestro espíritu. Todas las cosas de la vida son más sencillas y simples de lo que nos imaginamos; vale la pena aliarse con lo sencillo y lejos de esas teorías que ensucian nuestra mente e impiden el desarrollo de las energías que nos facilita el pastor de las estrellas. Sepamos transmutarlas y viviremos con plenitud.

9.2.20. J.T.D. 

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