¿Para cuándo listas abiertas?

Sería necesario que todos los votantes conocieran la Ley Electoral vigente, para que con conocimiento de causa ejerciésemos lo que vamos a hacer cuando depositemos las papeletas en las urnas. Cada uno con su simpatía a quien le vote, o por afinidad ideológica, siendo cada cual libre de ejercer con libertad su voto. Pero a lo que voy es a la importancia que tienen las listas abiertas, aunque no estén contempladas en la Constitución ni en la Ley Electoral. Sugiero la lectura de nuestra Constitución del Título I Artículo 10; habla de los derechos y deberes fundamentales de las personas. Bueno sería revisar la Constitución y la Ley Electoral para que se incluyesen las listas abiertas, y en vez de elegir a un partido se eligiesen a las personas más idóneas –independientemente del partido- para que nos representasen; esto sería un gran avance en nuestra democracia y no como ahora que es una partitocracia… 

Que nadie se lleve las manos a la cabeza… Si no avanzamos en democracia ocurrirán los problemas que ahora estamos sufriendo; pues, ¿por qué un diputado o senador debe tener unos privilegios que no tienen los demás ciudadanos? Otra cuestión es que existen profesionales de la política, algunos de ellos están en el Parlamento desde el inicio de la democracia, los otros están colocados en sitios estratégicos en empresas con grandes sueldos. ¿No les parece que los mandatos debieran ser por ley máximo de ocho años?, y después incorporarse a la vida ciudadana, y cotizar como todo hijo de vecino. Agotado el mandato para lo que fueron elegidos no tener pagas de por vida. 

Algo importante es la diferencia entre el voto en blanco y la abstención: los votos en blanco se contabilizan y hasta pueden ganar, aunque la partitocracia no otorga representación a esos votos como debiera, si los políticos realmente gestionaran una democracia para todos. ¿Voto en blanco o nulo? Estos votos en blanco podrían ser más si en las mesas electorales se tuviera clara diferencia entre el voto blanco y nulo. 

El voto nulo es un voto no válido o no válidamente emitido de conformidad con el ordenamiento. Es un voto irregular que supone una discrepancia formal con las reglas establecidas en la normativa electoral, pero también una discrepancia.

¿No creen que después de más de treinta años de democracia muchos hombres y mujeres desconocen el sistema electoral vigente? Pocas personas conocen la Constitución y sus vericuetos, al igual que la presente Ley Electoral. Es necesario para toda la ciudadanía y para la democracia el que se hagan reformas constitucionales. ¿Pero a quienes les interesa que todo siga como está ahora? 

Para que una nación sea próspera no tienen que haber tantos privilegios de por vida a los políticos; estos debieran ser ciudadanos como los demás. Así darían ejemplo de personas éticas, y la diferencia entre unos y otros sería equitativa.

Cuando vengan las próximas elecciones, que cada uno vote en conciencia al que mejor considere, al que mejores soluciones pueda dar creando puestos de trabajo… y que lo que se plasme en los programas electorales sea fehaciente y se ejecute sin mentiras, no sólo promesas. El reto está servido.     

29.3.11

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir