Para combatir la corrupción
Este artículo es parte de un ensayo realizado por Brisan Edeny Resédiz Reyes, que ganó el primer lugar del Concurso Nacional preuniversitario en el 2006 en México.
Es de rabiosa actualidad el presente tema: en todo el mundo se está sufriendo esta pandemia. En Europa, durante estos años, muchos países están sufriendo serios acosos de corrupción política, y sobre todo la corrupción de los bancos, que no es ni más ni menos que la expoliación, (o botín del vencedor). Mi pregunta es muy sencilla ¿qué hace el gobierno para que esto no suceda? Nadie muerde la mano a quien le da de comer, y esto va para todos los políticos, que metidos en un sistema desgastado no quieren ponerse de acuerdo para erradicar este mal que solamente lo padecen los más débiles: estos políticos son una peste…
La corrupción consiste en un acuerdo ilegítimo entre un corruptor y un corrupto, en el cual abusan de su poder público para el logro de beneficios particulares que no favorecen al bien común; “el que esté libre que tire la primera piedra”.
Primera cuestión, toda persona que robe deberá de devolver lo robado. Segundo, luego, que se le juzgue y se le aplique lo legislado sin remisión de penas ni indultos.
“La legislación designa a los partidos como únicos instrumentos para acceder al poder político, pero si tales instrumentos están viciados, en poco o nada podrán contribuir a que se fortalezca la democracia en las naciones.” (Brisa Edeny)
Esos grandes problemas de la corrupción tienen su base en la ausencia de la ética.
Quizás es el efecto más pernicioso de la corrupción ese falseamiento del sistema democrático y un clima de desconcierto en la sociedad que observamos como su funcionamiento diario gira en torno a escándalos, abusos y en general conductas que distan mucho de una gestión eficaz.
Propuestas para solucionar la corrupción: la corrupción venga de donde venga es un hecho que está a la vista de todos, por lo tanto, estamos todos obligados a participar en su combate denunciando la gravedad de esta corrupción. El servidor público debe tener claro para qué y al servicio de quienes trabaja, y con claridad de ideas como también existe en el ámbito privado, (llámense bancos, inspecciones que ahogan a los pequeños comerciantes y autónomos, impuestos provinciales y locales que no nos dejan medrar).
La corrupción crece y llega, si no se le detiene a tiempo de ser una práctica normal, craso error si no se toman las medidas adecuadas por las castas políticas.
Es necesario establecer un código de la ética para la función pública como en la privada. Hoy más que nunca se hace necesaria una sensibilidad hacia los derechos humanos y que por estos lucharon tantas personas en pro de una vida mejor: si olvidamos que los seres humanos somos lo primero, estamos matando la gallina de los huevos de oro. Creo sinceramente que la misión de aquellos que escribimos cara al público es denunciar aquellas cosas que están mal y de elogiar las que están bien, sin pendularidades extremas que sólo nos llevan al desequilibrio.
Otra cuestión para no perder de vista es fortalecer la educación de los pueblos y las naciones, ya que es la única vía que contribuirá a salir de esta crisis de corrupción, de paro. Conviene simplificar las cosas y tener leyes básicas que permitan la justicia, pues imponer leyes vanas, triviales o incomprensibles crean la necesidad provocada, generando un clima de crispación en la población…
14.3.13. J.T.D.
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