Otear el horizonte venidero

Desde la torre más alta divisamos un panorama un tanto decrépito, con unos nubarrones que no sé de qué vienen cargados: si de escasez para unos o de más riquezas para otros…
Ahora más que nunca los políticos tienen la oportunidad de crear un nuevo orden social, cultural, económico de formas futuristas, de convivencia entre los humanos, de equidad y justicia, y que se implante la rentabilidad ética en bien de todos. Si esto no se produce, una vez más el fracaso habrá perpetuado la decadencia que es como una pandemia global…
La situación que estamos pasando de paro, de descontrol económico es la causa que han originado los descontroles y los desafueros de sociedades mal intencionadas, sin ningún escrúpulo, que como aves de rapiña atacan a los más débiles dejándolos en la miseria.
Las buenas personas reducen donde hay exceso para añadir donde escasea, sopesan y actúan con equidad: de las semillas que se esparzan en la situación actual dependerá el futuro de un porvenir del mañana. Viéndose obligadas estas generaciones a reconducir nuevas formas de vivir y estar en una sociedad axial, que no son como las que estamos viviendo ahora, pues hace muchas décadas que llevamos el paso cambiado…
Yo digo que esta etapa, como otras, son crisis convulsivas, tanto en lo personal como en lo colectivo, pero quiero añadir algo más, que en lo geológico también se hacen sentir con sus ajustes o desajustes, en un Planeta vivo que hace millones de años han ocurrido, dejando su imprenta en los continentes con el movimiento teutónico que está presente en los estratos terrestres.
No te preocupes por los acontecimientos de los demás; preocúpate por tus propias carencias de buenas actitudes. Son muchos los individuos que se preocupan con demasía del estatus y rango de los demás, pero no se preocupan de ordenar sus neuronas para vivir la felicidad de ellas mismas; y esto sería crear un ordenamiento de prioridades profundas que son la base de su propio crecimiento. ¡Y la verdad es que todos estamos llamados a crear un silogismo o simbiosis de valores, en los cuales nos relacionemos con la más profunda sencillez y siempre con la verdad por delante, sin tabúes, que son cortinas de humo para impedirnos ver los problemas reales, sin extrañezas ni mentiras disfrazadas de palabrerías!
Existe una sociedad piramidal de pensadores, de organizaciones que están dedicadas a exprimir todo lo posible a los más menesterosos; llámense multinacionales, mafias, grandes laboratorios de productos químicos, armamentísticos que se hallan en la cúspide de la pirámide, y estos son los que mueven los hilos de un capitalismo, llámense bancos, estados, sociedades secretas y otros.
¿Quién controla los grandes beneficios económicos de estas sociedades? ¿Quién hace la vista gorda y mira para otro lado?
Ni los gobiernos llamados capitalistas, ni los de otros signos, bien sean liberales o los llamados de izquierdas, han puesto remedio a estos males, que al fin y al cabo todos quieren el poder a no importa que precio; y el poder sin un servicio a la ciudadanía es un fracaso estrepitoso. Prueba de ello es la debacle actual, que no es más que la prolongación de una tercera contienda mundial…
Las riquezas y los honores son como nubes pasajeras que no significan nada y nos privan de la felicidad. Las personas ejemplares son de talento equilibrado, de mente clara; los individuos mezquinos son irritables, ocupando puestos de responsabilidad y por su prepotencia, son los que ponen piedras en el camino, los que gastan del presupuesto colectivo sin ton ni son…
Nos es necesario cambiar de conducta, crear un sistema diferente al actual; ver, que al fin y a la postre, no debemos de jugar con los seres humanos, que somos los que sufrimos por los huraños seres egoístas y despiadados. O cambiamos o la enfermedad será terrible, como la cucaracha…
1.6.009. J.T.D.
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