Nueva Etapa de "Proyección 2000"

Presentador:

—Buenas tardes, bienvenidos una semana más. Después de haber cerrado la temporada de conversaciones filosóficas, entramos en una época nueva, distinta, con la nueva etapa de «Proyección 2000», título de este nuevo programa de filosofía.

»Contamos con los habituales contertulios de siempre, con José Tarrazó y con L. O. Y Pepe podría dar la presentación de este programa “Proyección 2000”, que creo que va a tener ciertas, diversas variantes con relación a las conversaciones filosóficas que se fueron emitiendo anteriormente, puesto que tú, Pepe, das a entender que va a ser un programa más de cara al futuro.

José Tarrazó:

—Muy buenas tardes, queridos radioyentes, estamos de nuevo con todos vosotros y vamos a presentar esta nueva etapa de «Proyección 2000», hacia una nueva era del futuro. Es decir que, así como en las emisiones anteriores habíamos hablado de temas pues de todo tipo y orden, quisiéramos que en este programa participaran más concretamente los radioyentes, que hubiera entrevistas, que hubiera una diversidad mayor, que este programa fuera un programa joven, dinámico, de un proyecto hacia una nueva dimensión.

»Es decir, que vamos a darle otras características que creo que serán muy interesantes, para que las personas que siguieron el programa de “Conversaciones Filosóficas” durante el año pasado puedan tener la oportunidad de estar aquí con nosotros, de hacer determinadas consultas, siempre que se ciñan a los temas que iremos desarrollando poco a poco.

Presentador:

—También podemos decir que ya hoy, en el programa, y lo diremos en su momento en directo, pueden llamar los oyentes y realizar la participación oportuna. Eso será más tarde, a punto de finalizar el programa.

José Tarrazó:

—Exactamente. Yo me he hecho una pregunta: ¿por qué hablamos de proyección 2000? La palabra proyección, no se trata de la proyección de una cinta donde se proyecta, literalmente así lo dice el diccionario, la proyección. Vamos a crear una proyección de ideas, porque todo pensamiento, todas las cosas que se emiten a través de las ondas, tienen un alcance hacia la gente que pueda escucharlo, es decir, que estas ideas o estas formas de pensar y ver crean una imagen en el espacio y en el tiempo. Esto es una proyección, y la energía sigue al pensamiento, es decir, que todos los pensamientos están impulsados por una determinada energía. Creo que sería bueno romper muchos tabúes proyectándonos todos nosotros, tanto las personas que están aquí, en este equipo, como los radioyentes, los cuales pudieran proyectar una serie de cosas futuristas.

»Es decir, ¿por qué no podríamos hablar de cantidad de temas de los que quizás nunca se haya hablado? ¿Por qué no hablamos, por ejemplo, cómo Julio Verne escribió sobre la era en la cual estamos? ¿Por qué todos nosotros, nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestra nueva manera de ser, no son una proyección hacia una nueva era que se está palpando día a día?

»Estamos viendo, por ejemplo, cómo ha cambiado la gente en veinte, treinta años, sus costumbres, la cultura, todo aquello que nos rodea. Estamos viendo que la tecnología es algo interesante y que no se hubiera podido imaginar la humanidad a qué límites hemos estado llegando en la proyección de un mejoramiento de todas las condiciones humanas.

»Sobre todo, me gustaría hablar de temas relevantes: las motivaciones externas e internas de la conducta humana, que no son ni más ni menos que una proyección que está ahí, que está en el aire, y que todos nosotros tendríamos que ver cómo nos proyectamos hacia ese futuro, hacia esa juventud, a la que muchas veces les llamamos pasotas, pero que, en realidad, es que están cambiando la conducta, la manera y la cultura, de todas las cosas que estamos viviendo hasta el presente.

Presentador:

—Lo que hay que hacer, simplemente, como un apartado, que el año 2000 no está tan lejos, es como si en los años cuarenta yo estuviera hablando de los años cincuenta, de la década de los cincuenta. Quedan muy pocos años para llegar al 2000, por lo tanto, es un futuro inmediato.

José Tarrazó:

—Es un futuro inmediato, pero yo considero que he dicho que es «Proyección 2000» hacia la nueva era de Acuario, es decir, que no nos podemos emplazar en el año 2000. Es un título, es una manera de expresarse, a través de esta proyección de una nueva era, una era que tendrá unas grandes connotaciones en todos los aspectos de la humanidad. Entonces, vamos a proyectar hacia el futuro, hacia ese futuro.

»Nos gusta mucho, y esto es un paréntesis. Nos gusta mucho hablar de la historia, y a veces tenemos, por fuerza, que retroceder hacia atrás y hablar de cosas históricas. ¿Y por qué el pensamiento humano no puede ser un verdadero creador en el cual se proyecte hacia cosas más positivas, hacia una vida totalmente diferente? Es decir, que el pensamiento y el artista… las personas somos creadoras y, por lo tanto, podemos hacer una proyección de futuro hacia la nueva era de Acuario.

Invitado:

—Bien, Pepe, buenas tardes. Bienvenido de nuevo aquí, a esta tu casa. Lo cierto es que tú acabas de decir que no es necesario hablar siempre de la historia, casi como hicimos en las conversaciones filosóficas, y hay algunas cosas, o hubo muchas cosas, que todavía no quedaron claras o todavía no están excesivamente claras en cuanto al futuro, y a las que tú, tarde a tarde, y tu equipo de colaboradores, tratáis de dar una explicación filosófica.

»No obstante, más que una conversación es una idea hacia el futuro, hacia el año 2000, que como bien has dicho no tiene por qué ser el 2001, sino que podría ir hasta el 2999, y esto ya está muy lejos. Desde luego va a ser arduo y complicado, entre otras cosas porque realmente ha habido una transformación en la sociedad en los últimos años, y uno se puede preguntar, ¿qué es lo que puede suceder, o qué va a suceder, precisamente en el año 2000 o en los años a partir del 2000, cuando realmente todo siga, si es que sigue, con una evolución tan importante y rápida como está sucediendo hasta este momento?

José Tarrazó:

—Para hablar de futuro, también debemos tener presente que tendríamos que hablar y ver las motivaciones, como he dicho antes, de la conducta humana, tanto internas como externas, porque nos son necesarias para hacer unas determinadas comparaciones.

»Recuerdo haber hablado de civilizaciones muy antiguas, como los mayas, los incas, los egipcios, de las determinadas civilizaciones que llegaron a un cenit muy avanzado y que ese cenit se diluyó por una serie de cosas. ¿Por qué no podríamos hablar de esas civilizaciones comparadas? Es decir que, si el ser humano es un ser dual, ¿por qué no comparamos a esas civilizaciones con las futuras civilizaciones? Hay que tener en cuenta que existen unos prototipos, y así lo dijimos en anteriores conversaciones del pasado, del presente y del futuro. ¿Por qué no podríamos averiguar los prototipos de estas generaciones venideras, con esas connotaciones, y de esas culturas o de esa manera de cambio?

»Es decir, estamos terminando una era, por lo tanto, esa era, al entrar en la era de Acuario, existen ya unos atisbos de luz a través de toda una cultura general en todo el planeta, puesto que el planeta es un planeta dinámico, es un planeta viviente y, por lo tanto, si los seres humanos somos los que poblamos, somos una parte, somos los pobladores de este planeta, tenemos que hacer proyecciones, que no serían ni más ni menos que unas avanzadillas hacia el futuro.

»Ver, por ejemplo… voy a dar una exposición muy sencilla. Ver, como ejemplo, en los siglos pasados, cuando un niño nacía a los siete meses, se moría. La tecnología de hoy nos ha dado a entender, e incluso sabemos que dentro de esta era de Acuario, que los niños podrán perfectamente nacer y a los siete meses serían niños maduros. Es decir, hoy nace un niño del feto de una madre y, automáticamente, no nace con la misma situación como nacía hace cincuenta años; tiene una vivacidad, lleva implícito dentro de los genes de la proyección futurista algo que nosotros, nuestras generaciones, no han llevado. Por lo tanto, existe una proyección, existe un avance en todos los campos, tanto en los campos tecnológicos, científicos, como en el campo de la evolución humana.

Presentador:

—Creo que en este preámbulo que estamos haciendo de este primer programa del regreso, del retorno, que se llama «Proyección 2000», habría que comentar también el hecho de esa evolución que se comentó del ser humano, de la etapa en la que nos encontramos ahora, que era la etapa del pensamiento y ese desarrollo del que Pepe habla y esa era de Acuario, en la que el hombre va a ser más intuicional, va a tener ya, digamos, desarrolladas, desde el punto de vista de la filosofía, todas sus capacidades.

José Tarrazó:

—Precisamente me has quitado de la lengua el hablar de la intuición. Creo que en estos programas hablamos profundamente de algo que muchas veces parece que sea una utopía, que es la intuición. ¿Qué es la intuición?, ¿por qué intuimos las cosas?, ¿por qué antes de pensar intuimos que una cosa va a suceder? Porque todas las formas mentales, todas las proyecciones hacia el futuro, están en los prototipos, los cuales se irán acercando a estas nuevas formas de vida, estas formas de vida que tanto externa como internamente tendremos que ir desmenuzando.

»Dense ustedes cuenta de la importancia que tiene la conducta humana en los seres, es decir, si los sociólogos y los psicólogos están, los avanzados, están hablando de esa conducta humana, la conducta humana conlleva el que los reinos de la naturaleza, y hemos hablado bastante de esto, cambien sus aspectos, cambien su manera de evolucionar, puesto que en todos los estratos de la evolución planetaria hemos visto que estamos sujetos a cambios continuos en todos los reinos.

»El reino humano es otro reino más en evolución, y si viéramos un gráfico, que quizás un día valdría la pena hablar de ese gráfico escrito por un francés, que dice: “El gran peregrinaje del ser humano”, desde que ese ser humano empieza a tener conciencia, como habíamos hablado en otras conversaciones, en otras emisiones, hasta ese peregrinaje en el cual el ser humano tendrá una evolución, podríamos llamar, superior, pero una evolución sobre todo intuitiva, donde la intuición rebase el pensamiento analítico y el dogma de las cosas y las tradiciones, en las cuales el ser humano queda encasillado, queda a merced de la historia.

»Y creo que “Proyección 2000” tiene que ser un programa en el cual veamos las cosas desde una profundidad y desde una visión totalmente diferentes, en las cuales, al crear esta proyección, estas formas de pensamiento, nos aventuremos, por así decirlo, a que muchas personas no crean en estas avanzadillas. Pero que en realidad están ahí. ¿Cómo podríamos pensar, desde el principio del aeroplano o del automóvil hasta hoy, cómo ha ido avanzando la tecnología? Y esto es una realidad palpable que todos los seres humanos estamos viviendo.

»Pero hay una cosa interesante, y es que todos los seres humanos no solamente tenemos que avanzar tecnológicamente, sino que tenemos que avanzar, sobre todo, humanamente. Y que esa conversación, ese diálogo, ese humanismo que debemos aflorar en nosotros sea positivo y no negativo. No ver siempre las cosas en el cliché como la parte negativa, sino que el ser humano evolucione a través de la parte positiva, y no echemos más leña al fuego de la que hay en todas las cosas que estamos viviendo en estos momentos en el planeta.

Presentador:

—Pepe, yo me pregunto, y creo que nuestros oyentes también se harán la misma pregunta: en el 2900, ¿en qué se va a parecer al hombre, a la civilización y a la cultura del 1900?

José Tarrazó:

—Muchas de estas cosas no las veremos físicamente, pero intuimos, y tenemos una intuición, creo, bastante aproximada, que tiene que haber unos cambios en todo este proceso. Este proceso será llevado por las personas que nos sustituyan a nosotros, los seres que vienen a ocupar nuestro sitio, nuestro trabajo, nuestra manera de ser. Y se atisba, como decía anteriormente, en este horizonte, algo diferente a nuestra conducta humana, a que nosotros seamos unos seres bastante pensadores, pero poco intuitivos. Y que estos seres están pasando de unas culturas a otras culturas, de una tecnología a otra tecnología. Y no creamos que habrá una gente más despiadada que ahora, sino que a medida que se retiren estos arquetipos viejos de seres humanos, de pensadores que solamente piensan en lo material… Es decir, hay que pensar en lo material, hay que pensar en lo espiritual y hay que pensar en que el ser humano tiene una continuidad en todos los aspectos, puesto que el planeta, o cualquier otro planeta del sistema solar de esta u otra galaxia, está proyectado hacia un mejoramiento, hacia una sutilidad superior a la actual.

Presentador:

—Hablábamos también en otro programa de ese cambio que se está produciendo, de que se abandona la era mecánica, el hombre como un elemento más de ese proceso continuo, y el hombre empieza a valorar más ese aspecto creativo que hasta ahora ocupaba una segunda fila, el aspecto de originalidad y el aspecto de aportar nuevas maneras, nuevos métodos, a la civilización. Cuando hace unos años, pues, quizás estábamos metidos o sumergidos en la civilización industrial, en la que el hombre era un mero objeto dentro de la cadena… todavía estamos viviendo ese punto, pero parece que todo conlleva a lo otro.

José Tarrazó:

—El hombre, durante unos siglos, ha sido un plagiador de las cosas, mientras que cada ser humano tiene un creador en potencia interiormente. Ese creador en potencia se puede manifestar de diversas maneras, pero cuando el desarrollo de la intuición, el desarrollo de ese yo interior, llámese como se llame, no vamos a darle un nombre determinado, cualquier persona sea de la creencia que sea, sea de la raza que sea, lleve ese potencial interno de sutilidad, de delicadeza, de amor, de progreso. Lo único que tiene que hacer es poder lanzarse a ese vacío y, a veces, con las contradicciones de la historia, crear nuevas formas de creación, de creatividad, y entonces es cuando el hombre podrá lanzarse hacia ese proyecto de la era de Acuario.

»Tengamos en cuenta que nosotros quisiéramos que esta evolución fuera rápida, pero toda evolución es lenta, porque tiene que ir limando todo aquello que ha tenido el pasado, todas las connotaciones culturales, todas las connotaciones que ha habido de religiones, de filosofías, de maneras de ser del ser humano. Y un día tiene que venir, y así ha sido anteriormente, en el que rompa esas cristalizaciones las cuales sirvieron en un momento determinado; es decir, que no fueron tan malas, sirvieron en un momento, pero ahora tienen que ser otras formas más sutiles y más humanas las que sustituyan a todas estas cosas, de las cuales hemos estado haciendo esta pequeña exposición de lo que será este programa de “Proyección 2000”.

Presentador:

—Vamos ahora, si acaso, a desgranar un poquito uno de los temas que vamos a abordar y, más tarde, si alguno de los oyentes quiere participar y dar su opinión, preguntar algo o aportar su forma de ver las cosas, que también esto es muy interesante.

José Tarrazó:

—Bueno, dentro de este primer desarrollo de las motivaciones internas y externas de la conducta humana, creo que se pueden tocar cantidad de cosas referentes a nuestra conducta humana: la libertad, la manera de vivir, el mundo físico, la familia, las profesiones, el trabajo, las amistades, los amigos, los grupos humanos, las personas, la intuición, las ideas, las tradiciones, la educación y la cultura. Es decir, hay una gran extensión de temas, y ver cómo el ser humano lleva su conducta. Es decir, que no vamos a decirles a cada persona cómo se tiene que conducir, pero sí que podremos anunciar, dentro de este estudio sociológico y psicológico, una serie de cosas importantes que están proyectadas hacia un futuro. A nadie le podemos decir cómo tiene que hacer una cosa, pero esta persona sí podrá recopilar unas determinadas ideas, que a lo mejor no había pensado. Entonces, de esta manera, será una forma de despertar una parte de la intuición dentro del comportamiento de la conducta humana y ver las cosas de una manera más positiva. Creo que esto es una primera parte en la cual podremos abordar todas estas partes anunciadas en este programa, y así sucesivamente podremos ir tocando temas puntuales, los cuales creo que serán interesantes para todos los radioyentes.

Presentador:

—Bien, lo cierto es que a cualquier oyente le puede suponer un poco la teoría o la filosofía, pero realmente cuesta poco creer que, según vayamos avanzando, el ser humano en el futuro va a pasar a ser más humano, y precisamente va a dejar a un lado un poco ese mecanismo o esa forma mecánica que actualmente, casi, casi, tenemos todos de movernos. Creo que es un punto de vista, y no estaría de más que nuestros oyentes, como primer tema, si te parece, Pepe, podríamos empezar a preguntar, bajo el prisma, desde el punto de vista del oyente, de cómo ven ellos el nombre del año 2000. ¿Cómo creen?, vamos, particularmente, ¿qué se va a mover?

José Tarrazó:

—No dudo de que habrá llamadas muy interesantes y, sobre todo, aquellas personas que tengan una visión positiva de las cosas, porque lo peor que nos puede pasar es autorecrearnos o autolamentarnos en cosas que son a veces intranscendentes.

»Debemos tener esa visión que transcienda los límites de la monotonía de las cosas, es decir, que el ser humano tiene que ser un ser que se proyecte. Como podríamos decir en aquel eslogan «Se proyecta, silencio», porque, en esta proyección, vamos a crear una nueva dinámica, unas nuevas formas, en las cuales cada ser humano de los que puedan participar puede tener una gran visión de futuro.

»Es decir, yo siempre veo las cosas desde un plano de vista objetivo, desde un plano de vista, sobre todo, futurista, y no autorecrearnos, como hemos dicho anteriormente, en cosas intranscendentes. Creo que, a partir de aquí, todos estamos invitados a proyectarnos en estas emisiones radiofónicas, que no dudamos serán, dentro de lo que cabe, algo positivo, dentro de un nuevo programa y estilo.

Presentador:

—Deduzco que lo que menos importancia tiene, quizás, pueda ser lo material, como casi siempre suele ocurrir, y digamos que por material podríamos meter en el saco pues, incluso, nuestra forma actual de vivir, empezando desde el frigorífico o por el lavavajillas, la aspiradora…, pues indudablemente estamos un poco sujetos.

»Alguien podría pensar que llegaría un momento, tal y como nos lo pintan las películas de ciencia ficción, que normalmente pues pulsamos un botón o marcamos cualquier clave, y todo esto va a desaparecer. Y luego, también hay otro punto de vista en cuanto a la ciencia ficción, y es en concreto, pues, la forma de actuar o de moverse el hombre del futuro y casi nos lo han dibujado como un hombre agresivo, con conductas casi primitivas, y vosotros lo habéis podido comprobar también, y no sé, viviendo muy aislados…

José Tarrazó:

—Yo considero que las formas negativas se están vendiendo más fácilmente que las formas positivas. Estas proyecciones que tú estás mencionando de la ciencia ficción, conllevan unos determinados espejismos, es decir, que siempre existe lo bueno y lo malo, existe la agresividad, existe el que casi todas estas series de películas o de vídeos están proyectados hacia un hombre agresivo. ¿Por qué no podríamos pensar que sería todo lo contrario? A que ese hombre no sea tan agresivo, a que ese hombre se realizará más, a que las formas de la conducta humana se cambiaran por otros derroteros que no son estos, de un existencialismo y de una sociedad de consumo, que solamente se puede vivir para eso, para el consumismo.

»Es decir, es cierto que se tiene que consumir, es cierto que hay muchas cosas que nos las venden, nos bombardean psicológicamente para vendernos un determinado artículo y cuando tenemos ese artículo nos hemos dado cuenta de que estamos saciados de lo que nosotros queríamos. Quizás tendría uno que pensar si el consumismo nos lleva a una era solamente de una determinada economía o solamente a crear unas formas encauzadas hacia unas multinacionales. Es decir, que todo esto se tendría que pensar, se tendría que ir desgranando, quitando hoja a hoja la margarita para ver si el ser humano, que está más contento con un frigorífico y con un televisor y, a veces, con cuatro coches, es una persona que no tiene satisfecho su interior, su Yo Superior.

Presentador:

—Nos quedan cinco minutos, es cuando abrimos, si es posible, el tiempo para llamadas. Si alguno de ustedes quiere preguntar algo, matizar algo, dar cualquier tipo de sugerencias o alguna duda respecto a un tema, ahora es el momento.

Invitado:

—Sí, efectivamente. Y continuamos con esa idea que, más o menos, nos han vendido del futuro y casi nos vemos viviendo en una ciudad protegida por una burbuja del ambiente exterior y casi cogidos con un cordón umbilical a un generador, que es el que nos mantiene. No sé si esto…

José Tarrazó:

—Sí, sí… exactamente. Se nos está haciendo mucho miedo con cantidad de programas y cantidad de cosas por los medios de comunicación, tanto de la radio como de la televisión. Muchas veces se crea una imagen, una psicosis, podríamos decir, de miedo. Una de las cosas que tendríamos que perder es ese miedo. Es decir, que cualquier energía puede ser alternativa, puede ser sustituida, porque resulta que cuando nos falla una energía, en el espacio existe otra energía la cual puede sustituir a esta. Entonces, esa catarsis que existe del miedo en los seres humanos. Porque resulta que el ozono, porque resulta que la contaminación… es necesario que todos tomemos conciencia de que tenemos que contaminar menos, de que tenemos que ser seres más racionales, de que tenemos que vivir más libres y más, podríamos decir, dentro de un estado de paz interior y exteriormente, y entonces veremos cómo las cosas no son tan catastrofistas.

»Tendríamos que ser objetivos en todo aquello que nos venden y saber discernir en todo momento cuando un ser es capaz de ver en realidad lo que hace falta, lo que es útil en la vida. Un ejemplo muy concreto es que a veces en los pisos, todos nosotros los tenemos atiborrados de cosas que son inservibles, y a veces decimos, bueno, compro esto, compro lo otro, pero en realidad, ¿eso yo lo uso o son cosas decorativas que no nos sirven absolutamente para nada?

Presentador:

—Sí, Pepe, pero a través de las palabras que nos estás diciendo, y que son fenomenales, y ojalá que así fuera, como tú nos lo cuentas, hay otra triste realidad. No es que sea la parte negativa del programa, ni muchísimo menos, pero en las noticias de las cinco de la tarde estamos escuchando, pues, bueno, los medios que quieren poner para intentar que el agujero de ozono no sea mayor. Esa es una auténtica realidad, y estamos en el año 1989, y hasta el 2000 todavía queda.

José Tarrazó:

—Me gustaría hablar un día de la capa de ozono, en un programa. Pero hay que tener en cuenta que los científicos saben actualmente cómo se puede tapar ese agujero de ozono, y que esa fisura no es solamente dada por lo que los científicos dicen, hay que tener en cuenta que hay que pensar un poco más allá de todas estas cosas. En algunas emisiones yo apunté algo que ahora lo voy a decir aquí muy tranquilamente, y es que el planeta está en continuo movimiento; que el planeta puede ser que un día, dentro de un tiempo determinado, no puedo precisarlo, tenga unos cambios geológicos, y que quizás sea ese agujero de la capa de ozono el que haga que estos continentes tengan otros movimientos.

»Es decir, que nosotros solamente vemos la parte material de una situación, pero hay que tener en cuenta que no se mueve la hoja, como decía Blavatsky, sin la voluntad de Dios; no se mueve una hoja sin que no haya unas repercusiones en otras cosas. ¡Claro, este tío es un chalado al hablar de esto!, no hay tal chaladura…

Presentador:

—Entiendo que quizás aquí se ve el efecto y se interpreta la causa, pero quizás la causa puede ser otra.

Invitado:

—A mí me gustaría decir, al menos por lo que científicamente se nos ha explicado, que no ha sido precisamente la mano de Dios la que movió la hoja, sino la mano del hombre.

José Tarrazó:

—Pero, precisamente, ha habido una agresividad, y la continua habiendo, en la mano del hombre. Hemos maltratado los reinos mineral, vegetal y animal. Los hemos maltratado; hemos hecho abuso de todos estos reinos, y existe una ley de causa y efecto que origina determinadas cosas. Y si el hombre es el que pulsa el botón para crear esta situación, el mismo hombre recibe el efecto de esa causa.

Presentador:

—También se podría llamar efecto bumerán; una vez que se lanza, vuelve tarde o temprano.

José Tarrazó:

—Es decir que, claro, si las cosas las vemos solamente desde un punto de vista muy materialista, tendríamos que ver que hay unos efectos químicos que se proyectan hacia la estratósfera y crean unas determinadas anomalías, y entonces los científicos hacen muy bien cuando investigan toda esta serie de cosas. Pero tendríamos que preguntarnos que si los seres humanos, como tales, como seres individuales, como seres colectivos, como gobiernos de las distintas naciones, no hemos abusado un poquito demasiado de todas estas cosas. Y que estas cosas derivarán en lo que tenga que ser. Ahora nos estamos lamentando del mal que hemos creado y ese mal tiene que revertir sobre esta humanidad.

Presentador:

—Es un hecho claro y contundente, se ha hecho mucho daño a la propia ecología, a este ecosistema, al mundo animal, pero lo cierto, por lo menos, es que ya hay personas que lo reconocen, cuando quizás estábamos sumergidos en la era del cemento nadie reconocía estos hechos.

Invitado:

—Yo, simplemente, dar unos datos más: el agujero de la capa de ozono, el abuso de las selvas amazónicas, los ríos, las montañas prácticamente calcinadas por los incendios. En fin, un ejemplo válido.

Presentador:

—Un ejemplo válido, pero que, gracias a estas situaciones, lo dice el refrán, no hay mal que por bien no venga, y hay gente que va a intentar por lo menos poner las medidas oportunas.

José Tarrazó:

—Los gobiernos están tomando conciencia de estas situaciones, y cuando se cree una conciencia a nivel planetario habrá una mejora de todas estas cosas. Se han dado cuenta que no se puede hacer una agresión continuada contra la naturaleza. Yo soy un defensor de esta naturaleza y creo que los seres humanos sí somos seres pensantes e intuitivos; tendremos que apreciar de gran manera toda la riqueza que existe en el planeta.

Presentador:

—Muy bien, pues no tenemos tiempo para más, hemos pasado unos minutos en este primer programa la nueva era de «Proyección 2000». El resumen podría ser: no se preocupen ustedes, parece ser que en esta era de Acuario que tanto se anuncia van a haber cambios en la manera de vivir actualmente. Poco a poco, semana a semana, iremos desgranando otros aspectos de lo que nos depara ese futuro inmediato y lejano.

Invitado:

—Lo que está claro es que la era de Acuario se va a convertir en la era de la esperanza. Y esto ya es positivo.

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