La violencia juvenil en algunos institutos

“Son tan insensatos los jóvenes estudiantes, que una violencia respetada acaba por parecerles un derecho”. (Helvetio).

Es necesario tomar cartas en este asunto de la violencia juvenil, bien sea en las calles, en las casas y contra sus padres, hermanos y demás familiares; esta misma violencia se desata en colegios e institutos o cualquier recinto donde los jóvenes acampan a sus anchas. Quiero entrar en la raíz o causa de estas situaciones y desafueros juveniles. En la sociedad actual se están dando todos los ingredientes que propician las libertades juveniles, pero no las obligaciones que estos jóvenes tienen de respeto para con sus semejantes, bien sean familiares, maestros y personas en general. A los maestros les han acotado la figura del educador, pues las leyes son inadecuadas y permiten las tropelías de sus discípulos, los maestros se ven impotentes ante la jauría de algunos jóvenes que sin piedad les toman el pelo.

Quiero poner un ejemplo de no hace muchos días: en un instituto de la comunidad valenciana, con motivo de la semana blanca, los alumnos de dicho instituto se marcharon de excursión a la nieve acompañados de dos profesores. Estos estudiantes, con su ferocidad y pocos alcances, originaron un accidente a un compañero; dicha broma le ha costado el que le amputen dos dedos al joven.

¿Qué está pasando con el libertinaje de estos jóvenes, que debieran estudiar y comportarse debidamente bien? ¿Qué está pasando en la educación en nuestro país? ¡Haría falta una reforma a fondo de todo el sistema educativo, no politizado por intereses de ningún partido, haciendo bandera de ideas que nada tienen que ver con el sistema de educar con la ética del bien hacer!

Vencer la violencia con la suavidad, vencer la malicia con la bondad; pero esto no es óbice para que se corrijan todas las tropelías de quienes entorpecen el buen funcionamiento de la educación: “Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. (Kant).

Otra cuestión importante es la labor de los padres o tutores, la administración del estado, el profesorado y los políticos: que no adoctrinen a nadie con las ideas de partido; envenenando los pensamientos y haciendo proselitismo a los jóvenes, por parte de profesores que deben enseñar a los estudiantes en su docencia, para que estos sean buenos ciudadanos y competentes en sus futuras carreras académicas.    

A toda la sociedad civil debe involucrarse en esta gran tarea de ayudar al buen funcionamiento de la comunidad escolar; vigilar a la juventud para que no consuman porros y otras sustancias malévolas, que atacan las neuronas y crean individuos desequilibrados y enfermos, mermando su capacidad intelectual.

Aunque se habla de progresismo, éste viene condicionado por ciertas ideas preestablecidas en los modelos políticos; pero el progresismo sería la base fundamental de una educación objetiva, plena de valores éticos y de referentes positivos, en educar para el porvenir de una sociedad integral, y no para una sociedad educada sólo para la competitividad económica, aunque es necesaria la economía, pero también los valores de respeto y dignidad de los seres humanos. 

Si actuamos sobre la base del lucro, generaremos muchos resentimientos. 

25. 3. 2010. J.T.D.  

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