La Memoria y el Atomo de Recuerdos

José Tarrazó:
—Buenas tardes, esperemos que las Navidades que hemos pasado hayan sido de alegría para todas aquellas personas que, de una u otra manera, han estado presentes en el corazón profundo de cada ser.
»Hoy vamos a tratar una temática que muy pocas veces se ha desarrollado, y es la de la memoria, pero hablaremos primero de la memoria física del ser humano; después de la memoria del átomo, de recuerdos del ser humano, de la memoria cósmica y, como decía un gran filósofo... decía que «todo lo que acontece a nuestro alrededor, tanto como en el planeta como en el cosmos, es la memoria universal y permanente». Creo que estas palabras de este gran filósofo nos van a aprovechar como base para poder desarrollar esta temática de la memoria.
»Todos los seres humanos estamos sujetos a esta memoria física, la cual vamos desarrollado, poco a poco, a través de las experiencias que tenemos diariamente, pero ¿no nos tendríamos que hacer en alguna ocasión alguna pregunta? Y, es decir, ¿es que acaso toda la memoria física es la que yo tengo? ¿O existe alguna otra memoria fluctuante en el éter, en la cual percibo yo, de esa memoria cósmica genética, algo que yo no tengo en mí? Creo que estas preguntas son interesantes para ver la profundidad entre esa memoria personal y esa memoria universalista y cósmica.
»Creo que todos estamos sujetos a hacernos esta serie de preguntas y ver si realmente nuestra memoria es personal o nuestra memoria es universalista y cósmica. Y, partiendo de esta base, diríamos que la memoria del átomo normalmente, en los seres humanos, es como aquella cinta magnetofónica que llevamos ingénita en el corazón precisamente. Y decimos del átomo permanente porque todos los átomos tienen memoria, porque todos los reinos de la naturaleza: las plantas, los vegetales, los minerales, tienen una memoria y muchas veces, la verdad, no nos paramos en que esto es algo como la conciencia universal. Está ahí, omnipresente, en todo momento, pero los seres humanos en pocas ocasiones hacemos el debido uso de ese átomo.
»Algunos estudios científicos nos dicen, por ejemplo, que el ser humano, el más sabio actualmente, aprovecha un pequeño porcentaje de esa memoria. ¿Qué les parece a ustedes si los seres humanos desarrolláramos el potencial al cien por cien de esa memoria? No solamente de la memoria física, sino de esa memoria cósmica. Seríamos, creo, verdaderos sabios y es posible que en futuras generaciones exista el desarrollo de esa memoria.
Invitado 1:
—Y habría que añadir en ese sentido, que, quizá, la memoria la utilicemos más que nada para eso, para recaudar datos, para tener una serie de conceptos, que el sistema educativo más que nada preconiza ese tipo de memoria, pero que todo el mundo lo habrá podido observar que es una memoria fatua que, cuando el almacén está muy cargado, se tira género para poder incluir otro. Es decir, ahora mismo nos acordamos, pero no de todas las cosas que hemos memorizado a lo largo de nuestra vida, desde el punto de vista docente.
José Tarrazó:
—Y de muchas existencias, es decir, que tendríamos que recurrir a esa memoria del átomo permanente y a partir de ahí veríamos que la memoria sería algo más seria, esa memoria o esa situación de carácter intuitivo en el cual los seres humanos somos, como hemos dicho en tantas ocasiones, verdaderos creadores de esa memoria. Es decir, que, si somos receptivos a esa memoria universalista y a esa memoria cósmica y a esa memoria de los átomos, figúrense, ustedes, que todo el contenido de todo lo creado y de todo lo visible es un conjunto, es un juego de átomos, es un juego de moléculas, es un juego cósmico. Y, en ese código, está el gran código genético y universalista de todas las cosas. La memoria, la cual no solamente como seres humanos, o fotocopiadoras, que a veces el cerebro es una fotocopiadora y tendría que ser una memoria... una mente creativa.
Invitado 1:
—Y hay una forma para trabajar la memoria, porque a mí me da la impresión de que existirá algo para tratar de almacenar, de conservar, porque incluso hay veces que no te viene a la mente desde hace un sinfín de tiempo y cuando por circunstancias, o ves una imagen, y dices: «Bueno, esto parece que yo ya lo he vivido», yo... y empiezas a recordar y te vienen una cantidad de cosas que tú ni siquiera imaginabas que te acordabas. Es decir, ¿hay alguna cosa para poder trabajar la memoria?
José Tarrazó:
—Podríamos decir que, para desarrollar, no para trabajar la memoria, tendríamos que recurrir a lo que hemos dicho: al desarrollo intuitivo. Y en ese momento es cuando el átomo permanente, o átomo llamado de recuerdos, se pone en funcionamiento. Cuando las personas ponemos en marcha la parte intuitiva, automáticamente estamos poniendo en funcionamiento esa memoria que tú estabas expresando.
Invitado 1:
—Bueno, no sé si se presta a error, pero lo cierto es que hay una especie de contradicción porque a través de estos programas esotéricos hemos hablado en anteriores etapas de que no hay que mirar el pasado. Y la memoria, en alguna ocasión, da la impresión de que es un reflejo del pasado. Y, en cambio, la intuición siempre es vivir el presente, y esa necesidad-momento de lo que el individuo cree que debe hacer. Lo digo porque quizás resulta un poco incongruente el hecho de mezclar la intuición con la memoria, es decir, presente con pasado.
José Tarrazó:
—Es que tendríamos que coger a la memoria del futuro. Es decir, cuando nos proyectamos hacia las cosas del futuro, vemos que existen en determinados prototipos del espacio de esa mente universal. Los filósofos, tanto Platón como Demóstenes y otros, hablaban de esa proyección, ese ir hacia delante. Prueba de ello es cuando han pasado tantos años y lo que aquellas personas desarrollaron no era ni más ni menos que la proyección de esa visión futurista o memoria de largo alcance.
Invitado 1:
—Es como si hubiera un viaje por el tiempo.
José Tarrazó:
—Exactamente, es un viaje por el tiempo, entonces por eso he dicho que la memoria tiene que ser algo que se proyecte hacia el horizonte, no tiene que ver con la memoria del pasado.
»Existe en los éteres algo que se llama los canales akáshicos, es decir, donde se recopila todo el pasado, el presente y el futuro. Y entonces, el hombre, a través de la intuición, puede llegar a ese futuro, puede adelantarse a esos acontecimientos, a esa proyección de crear altruistamente. No crear, sino proyectarse hacia unas visiones del futuro. Autorecrearse, como hemos dicho, en la memoria del pasado es remover esas cenizas que ya no nos sirven. Es decir, si el hombre en su esencia tiene que ser un creador, tiene que ser un ser el cual, en todo momento, tiene que decir algo o crear algo nuevo, y echar mano de una memoria de esos códigos, de una memoria extraplanetaria donde existe todo lo que tiene que suceder. Cuando leemos determinados textos y vemos que los historiadores, los escritores, se autorecrean en el pasado es porque no tienen una visión de futuro, y nosotros tenemos que lanzar esa situación y ver que en el futuro es donde existe algo nuevo y creador.
Invitado 1:
—Esto significa, de alguna forma, que están muy cualificados, el destino y la memoria. Y debe ser bastante complicado poder adquirir una memoria, una experiencia, de algo que realmente todavía no ha sucedido. No obstante, también está... recordando una imagen que creo que ayer mismo la vi en televisión y estaba viendo una serie natural y veía cómo los cachorros de un zorro jugaban con una serpiente; al final, el comentarista explicó que si la serpiente hubiera sido venenosa ellos hubieran vivido una experiencia que jamás habrían olvidado. Por desgracia, eso no sucede a los seres humanos, porque mira que tenemos aprendida la lección, mira que hemos vivido cantidad de circunstancias, si no parecidas semejantes, a lo largo de toda la historia. Si nos da tiempo hablamos de los acontecimientos que, por desgracia, se están precipitando y se están desarrollando en Europa y América Latina, pues indudablemente vamos a vivir una vez más lo que sucede.
»Pepe, ¿cómo se puede pensar en una memoria del futuro para tratar de, me imagino, de ser de lo que tendríamos que ser, de ser lo mejor?, y, ¿cómo somos tan necios que no somos capaces de no darnos cuenta de lo que ya hemos vivido y tenerlo presente?
José Tarrazó:
—La torpeza del ser humano... es el que cae una y mil veces dentro de todos estos errores, es decir, que el ser humano está haciendo la guerra cuando está haciendo determinadas especulaciones del orden que sea. Son siempre lo mismo, lo hemos repetido hasta la saciedad, por un egoísmo en el cual no mira que los seres humanos somos. Decía Platón, «somos dioses», somos seres que estamos por encima de todas estas cosas.
»La historia de la humanidad desgraciadamente ha estado y está llena de todos estos acontecimientos, pero tenemos que pensar que el ser humano, el inteligente, el ser humano racional, el ser humano presente, tiene que venir un momento que sea quien discierna en ese plano intuitivo qué es bueno y lo que no es bueno. Es verdad que están cayendo determinadas dictaduras, determinados países que no se podía soñar que eso ocurriera, y esto tiene una explicación desde el ángulo subjetivo de las mentes humanas, y es que existe en el planeta una precipitación kármica, es decir, que están ocurriendo grandes cambios porque es necesario que estos cambios nos den a entender que el hombre quiere la paz y no la guerra.
Invitado 1:
—Perdona, Pepe, quizás nos vamos a meter antes de lo esperado en este tema, pero es que yo te podría decir una cosa: la historia de los dictadores no es de hoy, empezando porque aquellos que empezaron a cambiar, hasta el día de hoy, aquellos que imponen (vamos, para que nos entendamos, por la fuerza precisamente su voluntad sobre el resto), empezando, pues, por los romanos, en fin, pasando por los propios españoles y continuando por los franceses. Por donde quieras. Lo que es clarísimo es que aquel dictador está de sobra informado, por llamarlo así, de unos acontecimientos que han sucedido y que se supone en su momento que finalizarán. No hace falta más que ver en la historia de los grandes imperios cómo acabaron todos ellos; el dictador piensa que a él no le va a pasar y ejerce como dictador. No sé si será que su ego no le permite ver que es un dictador, quizás ahí estará el quid de la cuestión en cuanto a que actualmente está ocurriendo en Latino América. Te puedo decir una cosa: es la voluntad impuesta de un dictador la que está a punto de finalizar para imponerse a la voluntad de un hombre, más que un hombre de un régimen, más que por la fuerza quiere implantar.
José Tarrazó:
—Podríamos decir que a estos personajes históricos les ha fallado esa memoria física y aún les habrá fallado más la memoria cósmica o la memoria de los átomos del recuerdo, es decir, que una cosa es la memoria, la cual tendríamos que aprovecharla para no caer más en esos errores de genocidios, en esos errores que han hecho y están haciendo tanto daño a la humanidad, y otra cosa sería el despertar de esas mentes y esos corazones de la memoria cósmica. Es decir, que todos vemos cómo todos están precipitando los acontecimientos en cantidad de puntos estratégicos planetarios, y sabemos que los jóvenes no quieren pasar esas penurias, esa manera de estar oprimidos, esa manera que les impongas las cosas. Y entonces coartan la personalidad de estas personas a pesar de que es desagradable. Los acontecimientos que están ocurriendo, yo diría que a veces son necesarios. Son trajes viejos que se tienen que quemar para poder llevar trajes nuevos, y con unas nuevas esperanzas hacia las futuras generaciones.
Invitado 1:
—Yo, desde un punto de vista quizás relativo al esoterismo o los programas que hemos tocado, había que matizar que los menos, lo digo desde este prisma. Hablamos de los miedos. Aquí se demuestra manifiestamente cuando una sociedad, en este caso en el país de Rumanía, el miedo a ese régimen dictatorial existe. Cuando, por ejemplo, al régimen le da lo mismo que la gente coma o no coma. Entonces se desata la revolución, es decir, que quizá el miedo nos cohíbe, nos hace movernos de una manera muy mala o desigual; cuando perdemos los miedos... ahí está ese hecho. Son ejemplos de miedos: primer miedo que elimina los habitantes de este país para poder terminar con un régimen dictatorial, y otro miedo que elimina un país omnipresente y omnipotente para poder invadir, que siempre es crítica de cualquier otra nación esté como esté aquella, para poder invadir esa misma nación. Y luego otro aspecto, el hecho de la concienciación colectiva. En pocas ocasiones en este mundo tan individualista, donde prevalece más que nada la persona el ser antes que el colectivo—, se pueden ver situaciones como las que están sucediendo en Rumanía, y que conste que el motivo fundamental fue una circunstancia que ahora parece anecdótica: esa manifestación de la minoría húngara reclamando que no se extraditara al pastor. Y, a partir de ahí, han sucedido una serie de acontecimientos en los que, aparte de lo que está pasando, se observa en ese colectivo esa sensación de conciencia colectiva.
José Tarrazó:
—Aquí se podría hablar de lo que dijo Hermes Trismegisto, de la causa-acción, de las causas-acciones. Y, es decir, que no se mueve la hoja sin la voluntad de Dios. No hay ningún movimiento que aparentemente esté motivado por una causa. Cuando las personas que están viviendo todas esas determinadas situaciones se dan cuenta de que algo más existe… Es decir, mucho antes de que cayera el muro de Berlín, mucho antes de que estas dictaduras, de una u otra manera, se vayan al traste, porque se van a marchar al traste no solamente estas, sino las que quedan en el mundo. Hay un movimiento interno, un movimiento que a veces las personas no nos damos cuenta, y somos motivados por ese movimiento. Y, a partir de ese movimiento inconsciente pero que luego se plasma conscientemente, se realizan todas estas cosas.
»Creo que es una concienciación en la cual en casi todos estos programas que hemos realizado a lo largo de estas emisiones, que tienen un año y pico, pues hemos estado haciendo hincapié en que los seres humanos no tenemos que ser tan individualistas. Tenemos que mirar las cosas bajo un prisma colectivo de concienciación planetaria, y esto está plasmado en esos arquetipos que vendrán en el futuro, que están ahí, fluctuando sobre la humanidad. Y veremos cómo el trabajo de equipo, el trabajo grupal a todos los niveles se va a desarrollar y será lo que dará una tónica determinada en la cual los seres humanos reaccionaremos diferentes a nuestra reacción actual. Los cambios drásticos, de lo cual hemos hablado sin nunca haber hablado de futurología, se van cumpliendo día a día porque el nivel intuitivo de determinadas personas en el planeta así lo está indicando.
Presentador:
—Un aspecto curioso, y es que, aparte de que estos sucesos se están sucediendo de una forma vertiginosa, la aceleración de estos... ya que no es la primera vez que cae un régimen dictatorial, sino que en esta ocasión la rapidez... que ha caído como en cuestión de unas semanas. En muy poco tiempo se ha pasado de un régimen dictatorial a prácticamente un régimen que va a intentar o va a luchar porque sea totalmente democrático.
Invitado 1:
—Yo quisiera puntualizar dos cosas y es que, efectivamente, nos basamos en algunos datos, en algunas frases, en la opinión de un filósofo, quien quiera que sea, para justificar una serie de cosas. Pepe ha dicho una cosa que es cierta: no se mueve una hoja sin la voluntad de Dios. Y yo me preguntaría: ¿es la voluntad de Dios precisamente que se estableciera el muro de Berlín? Porque solamente nos acordamos de estas cosas para las cosas buenas. Y las cosas malas surgen, ¿por qué surgen? No sabremos de quién es la voluntad cuando yo realmente pienso que no sería así. Efectivamente, parece ser que, por fin, Rumanía podrá encontrar la paz que tanto deseamos todos. ¡Ojalá! y que así sea, pero vamos, ¿es la voluntad de Dios que se produzca la paz en Rumanía? Y yo me digo, ¿fue la voluntad de Dios quien quiso que en una fosa común metieran a más de 4.000 víctimas? Porque están ahí, esa fue la voluntad de Dios.
»Y la segunda matización, vemos lo que está pasando en Panamá. Efectivamente, todo lo que está sucediendo, pero, atención, ¿es la voluntad de Dios la que quiere que precisamente un régimen como el de Estados Unidos tenga intereses comerciales?, ¡atención!, materialistas para dominar un país quizás en contra de la voluntad de otros muchos, porque, si Estados Unidos está allí, no como los salvadores de Panamá, son los «salvadores» que apuestan por sus intereses en defensa del canal, por ejemplo, entre muchas otras cuestiones. Yo pienso que quieran o no los panameños van a estar manejados por Estados Unidos, y esto es la pura verdad, pero esto es muy fuerte.
José Tarrazó:
—Al hablar de la voluntad de Dios es una expresión determinada, no podemos analizar ni pretendemos hablar de esto, pero yo voy a decir una cosa que muy pocas veces se ha dicho. Y es que nosotros, los seres humanos normales y corrientes, conocemos los movimientos externos, la parte externa de todos los acontecimientos que giran en torno al planeta y a la humanidad. Pero es que yo pregunto: ¿es que conocemos los movimientos internos de esa energía planetaria? Los residuos que están ocurriendo ahora no son ni más ni menos que la causa de acciones de la Segunda Guerra Mundial. Habría que explicar en alguna ocasión que en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, no a niveles de guerra sino en los movimientos que organizaron estas guerras, entonces estaríamos para muchos radioyentes explicando una cosa como fábula, y quizás algún día hablemos de por qué se promovió la Primera y la Segunda Guerra. Es decir, en la mente de los seres humanos se fragua la guerra y la paz y, la mayoría de veces, por no decir todos los movimientos de guerras o desequilibrios planetarios, tienen que cesar, porque la humanidad no está dispuesta a continuar viviendo siempre con ese miedo y esa amenaza, sea de guerra, sea de catástrofes nucleares, sea del orden que sea. Alguien que desconocemos dentro de la jerarquía planetaria tendrá que motivar a los corazones de los hombres que vivan y piensen diferente.
»Las batallas que se libran aquí, en el planeta, dice Hermes Trismegisto, igual que es arriba es abajo. Es decir, en los planos superiores y en los planos físicos se organizan estas cosas, ¿por qué?, porque todo el planeta vive en proceso de desarrollo y de mejoramiento, y de ahí que tengan que cambiarse las mentes y las actitudes y el sistema de concienciación planetaria.
Invitado:
—Quizás valdría para ilustrar un poco lo que está diciendo Pepe, poner un ejemplo que podemos vivir todos y es por qué se producen los terremotos. Si no hay un corrimiento de tierras para ordenar y que se desarrolle la propia tierra, y naturalmente lo peor es el momento del terremoto, porque siempre se lleva víctimas, y si es muy fuerte en la escala Richter… Quizás sería una comparación así.
José Tarrazó:
—Hemos dicho en alguna ocasión que los movimientos sísmicos no son ni más ni menos que el planeta y su movimiento en lo profundo del planeta, en esa parte donde es fuego. De alguna manera podríamos decir que es la conexión, o fuerza, o energía, entre el movimiento planetario y cósmico y el sol. Es lo que haría el fuego sagrado o el fuego de la kundalini. Existe esa eclosión, tiene que liberarse la energía tanto si es terremoto como si es movimiento sísmico, porque el planeta estaría completamente muerto si no se liberasen esas energías a través de los seísmos. Y si se juntaran todas ellas, entonces habría una desintegración planetaria. Es decir que, si nosotros somos alérgicos a ciertas cosas, solemos estornudar, solemos echar fuera de nosotros eso que nos está dando pena dentro del sistema del ser humano. Entonces, todo esto es un conjunto de cosas que por la ley de analogía las podemos comparar. Y vemos que es así, y ojalá mañana esta plasmación de la memoria cósmica nos dé a entender que lo que vamos día a día anunciando a través de las ondas sea un hecho real y concreto, porque sí existe esa necesidad de cambio humano. Por supuesto que habrá también un cambio o unos cambios geológicos en todos los reinos y, por supuesto, para un planeta, cualquier planeta. Y si no, lo que tenemos que hacer imaginariamente es volar por el cosmos, y veremos que hay cantidad de planetas que tienen un equilibrio diferente de nosotros, han dejado de existir cuerpos físicos, pero existen los cuerpos etéreos, existe la sutilidad, existe una vida vista de una o de otra manera. Y esto es lo que está ocurriendo, que hay una trasformación. Tendremos que transformarnos todos, queramos o no queramos, a través del perfeccionamiento, a través de esa memoria genética que es la que irá cambiando el sistema físico de los seres humanos, pero también en esa memoria planetaria existe esa misma correlación de cambios.
Invitado 1:
—Bien, cuando se produce un seísmo o un volcán, digamos, que la naturaleza, de forma natural, trata de acomodarse a su estado más propicio, digamos que trata de forma natural, pues, de quedarse realmente mejor. Se encuentra, en cambio, no sé si idénticamente igual en el caso de los seres humanos, que nos movemos un poco manejados. En este caso poco tiene que ver la ley natural, y volveríamos de nuevo al mismo punto de partida.
»Hace unos años atrás, pues, en los países del Este se predicaba un sistema político. Y todo el mundo, la mayoría de esos países, le siguieron a pie juntillas; era lo mejor en esos momentos para esos seres humanos (pues no estoy completamente seguro de que así fuera, pero que está claro que era una forma de gobernar, de un estilo de política), y se llevó a cabo. Y actualmente vamos a continuar igual. En estos momentos hay otras cabezas pensantes que creen que aquel estado de gobierno no fue el más propicio, y lo cambian y se lleva a cabo. Y se trata de llevar a cabo. Y el tema de Latinoamérica, pues, pienso que es idénticamente igual. O sea, bien hay un señor que impone su voluntad y los seres humanos nos seguimos moviendo como auténticas marionetas. Pero hay que cambiar ese régimen político y que, efectivamente, por desgracia lo van a tener que ajustar, pues, a otro estado político, otra forma de gobernar donde los gobernantes serán los que implantarán su propia voluntad, por la voluntad de los seres humanos, de las personas que allí viven.
Presentador:
—La teoría de nuestro compañero, no sé si Pepe la comparte, porque creo que el ser humano tiene mucho que decir. Si quiere puede estar manejado, siempre que se deje de lado su voluntad. Si tiene voluntad no tiene por qué estar manejado.
Invitado 1:
—Te voy a decir una cosa, C., aquí en España, sin ir más lejos, decía un partido político que: «¡¡OTAN, no!!». Mira lo que hay.
José Tarrazó:
—Bueno, habría que matizar un poco. Todas las cosas están sujetas a cambios, y que dentro de esos cambios pues, a veces, es drástico lo que ocurre. Pero hay que tener una vista más allá del horizonte de los acontecimientos internacionales. Y al hablar de esa manera podemos decir que el ser humano, los seres, los cuales tienen esa potestad de recoger intuitivamente estos acontecimientos antes de que ocurran, tienen una visión, podríamos decir diferente, o quizás más profunda, de estos acontecimientos. Es decir que, dentro de los años de existencia de los seres humanos, de nosotros, vemos grandes cambios, acontecimientos... Cuando hay cambios es porque existe, por decirlo de alguna manera, una situación estática carente de innovación de las personas. Creo que estamos dentro de una vía, a pesar del dolor que ocurre dentro de estos grandes acontecimientos, de estos grandes cambios dentro de una sensatez. Dentro de estos cambios hay que pensar que los viejos valores del orden político, sociológico, etc., están dándose cuenta de que hay cambios, o que la humanidad tendría que irse al traste, sin darnos cuenta, por esa serie de cosas que hemos ido explicando día a día.
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