La inteligencia es sinónimo de poder creativo

“La creación es la voz del verbo, y solo la inteligencia se examina a sí misma” (Balmes)

Son muchos los seres humanos que se creen inteligentes, pero les falta que se comporten como tales, aplicando el principio de equidad, respeto y bien hacer; principios equilibradores, de no ser así se pierde de inmediato la parte humanizante y ésta se tornará en soberbia y altanería.

Si rompemos el equilibrio en cualquier dirección, equivale al desastre; más la falta de cambio lleva a la muerte, a las crisis como la que estamos pasando, que es producto de acciones malévolas que se han cristalizado por excesos y abusos indebidos por parte de una sociedad quimérica y enferma…

Las viejas formas están sembradas de pasados errores que la sociedad no hemos sabido rectificar o no les convenía a la agrupación piramidal, que sólo se han basado en la parte económica, dejando lo fundamental o la génesis de los valores éticos que son fundamento del bien común o ciudadano, con cuerpo y alma, como naturaleza siempre viva.

Muchas han sido las sociedades que han fracasado y la historia repite los ciclos. ¿No será que los individuos tropezamos muchas veces con la misma piedra? ¿Cómo es posible esta situación? ¡Acaso carecemos de una inteligencia y del poder creativo como seres pensantes!

Está demostrado que en los ciclos históricos, los gobernantes no han sabido o no han querido esforzarse por crear esa sociedad “utopiense” de felicidad, de prosperidad y alegría. Aquello que se ha sembrado es lo que estamos cosechando, por lo tanto de poco nos valdrá quejarnos.

Moderación significa no llegar a extremos. Regularidad es seguir un camino consecuente, coherente, pensando antes de realizar cualquier acción que nos lleve a la ruina; pero esto no entra dentro de los cánones de una sociedad decadente, llena de miserias humanas.

El ejercicio mental tiene unos efectos cuánticos, sin que esperemos los resultados de inmediato; lo principal es que los pensadores no han sabido aplicar la rentabilidad ética de las empresas; se ha tomado como una broma la rentabilidad y la convivencia de los individuos que producen y hacen prósperos a los pueblos y las naciones. Porque es una cultura ética la que resulta rentable a medio y largo plazo para la sociedad y la empresa. Cuando los que dirigen las empresas no tienen la debida preparación cultural, no se le puede sacar la debida rentabilidad para el conjunto de los ciudadanos.

“Todos los seres humanos, como organismos inteligentes, se ven obligados, en virtud de su estructura psicológica, a elegir entre unos contenidos morales u otros, pero no pueden sustituirse más allá de todos ellos, por lo cual decimos que tienen una estructura moral o protomoral”. (Gracia 1988)

En cada crisis debiera abrirse una oportunidad de rectificar, de cambiar, de ser creativos, de no consumir por encima de nuestras posibilidades, de no tener hijos “pijos” que sin ningún esfuerzo lo han tenido todo resuelto porque los papás así lo han querido. 

Eduquemos para tener personas que piensen y sean responsables en una sociedad coherente, y para ello precisamos ver hacia un horizonte en el que todo no es de color de rosa, sino que en la humanidad existen muchos seres que sufren y están desnutridos, pero sobre todo no les han dado la oportunidad de estar saciados de cultura.

Deberíamos ser capaces de comprender que el mundo físico es sólo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia creativa es la organizadora invisible de toda la materia y de toda la energía, no desperdiciaríamos el tiempo, y la sociedad organizada superaría todos los obstáculos, haciendo frente a no importa que evento en la sociedad que nos ha tocado vivir.

Mi pregunta es: ¿cómo transmutar el desequilibrio en armonía, el miedo en seguridad, la ceguera en visión guiadora que nos emancipe de lo que es un fracaso de voz en grito? 

Considero que más que nunca, se requiere ahora, que los pensadores, las personas de bien sean escuchados en sus reflexiones y apliquemos su experiencia, y que la sociedad toda, con el debido discernimiento, proporcionemos un cambio y nuevas maneras de vivir y actuar. Si esto no es así, de nuevo habremos fracasado…

5.3.009. J.T.D. 

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