La amnesia
Es frecuente el que nos olvidemos de las cosas que tenemos que hacer, o responder a ciertas llamadas que nos hacen, a esto le digo yo amnesia o despreocupación por no responder atentamente a las personas; grave enfermedad la amnesia cuando esta se acentúa. “No escuchar al que nos habla, no sólo es falta de cortesía, sino también de menosprecio. Atiende siempre al que te hable; en el trato racional nada hay tan productivo como la atención”. (Balzac) En nuestros días la amnesia es un mal que se acentúa en muchas personas, bien sea intencionadamente o porque nos despistamos por diversas causas del ajetreo de la vida que nos lleva por una corriente de acontecimientos…
Creo, que los acontecimientos que producimos en la presente sociedad nos descentran de tal manera que nuestra mente es un hervidero de sinrazones que nos esclavizan y nos hacen que no seamos felices; tenemos solamente la felicidad que hemos sembrado, pero esta tiene que ser producto del esfuerzo continuado, ¿pero estamos dispuestos a trabajar en este campo de la educación y el respeto hacia los demás?
Uno de los aspectos que tendríamos que cultivar es el buen humor, esta terapia nos libra de muchas enfermedades y nos llena la vida de cosas positivas; pero por desgracia la amnesia nos lleva al terreno de olvidar que las personas que conocemos son seres humanos y necesitan estar contagiadas de la alegría de vivir con toda naturalidad.
Las personas que se reprimen por el qué dirán son esclavas de su castración, de sus prejuicios mentales que solamente ven las cosas con las cataratas que la sociedad nos impone; si nos damos cuenta estamos malviviendo en muchos aspectos psicológicos y esto es la causa de una educación que no es axial, sino convencional y raquítica.
Muchas cosas tendríamos que cambiar las personas, una de ellas la avaricia. “La avaricia suele ser la última pasión de aquellas vidas que han malgastado su primera parte del placer y que han consagrado la segunda en la ambición”. (S. Johnson)
Creo que es importante para nuestra educación abrir las ventanas de nuestra mente y romper las cristalizaciones que nos imponen para que dejemos de pensar y seamos pensados conforme a esas formas piramidales y amnésicas que nos tienen atados de pies y manos, en las que el miedo nos tiene acongojados; aquellos guerreros modernos que desde sus despachos están maquinando el miedo, también morirán…
Todos tenemos oportunidades, pero las dejamos pasar, pues nuestras mentes están a veces en el lugar inadecuado, cogiendo musarañas, “el sentimiento de que hemos hecho todo lo posible para que las cosas salgan bien, abriendo las puertas a la oportunidad, nos produce aquel bienestar interior que es la mejor seguridad de que podamos gozar”. (Margaret C. Banning) Ciertos pensamientos son oraciones calladas. Hay momentos en los cuales, sea lo que fuere la actitud del cuerpo, el Alma tiene necesidad de manifestarse, y antes de postrarse en oración, lanza de ti cuanto pueda abrazar en una resurrección dejando el vuelo de tu espíritu.
Pero esto no es para las personas mediocres ni amnésicas que creen que las cosas bajan desde el firmamento, los ingenuos están anclados en presunciones milagreras, en casualidades ingenuas, todas las cosas tenemos que trabajarlas para merecerlas.
El preludio de nuestros pensamientos no debiera albergar esa amnesia de fantasías que nos confunden de las realidades que vivimos cotidianamente y radican el fracaso de muchas cosas que emprendemos en el cotidiano vivir, ¿pero hacemos caso a lo que nos dicen? Nuestros oídos tienen una sordera selectiva y caemos; pensamientos de los mismos errores al tener neuronas fijas que nos producen la amnesia consentida y permanente, y esto es un error de base que nos hace mucho daño, no dejándonos evolucionar en las cosas más sencillas. ¿Por qué tropezamos con las mismas piedras? ¿Será falta de voluntad? ¿Será que vivimos a piñón fijo? ¡O somos indiferentes a la esencia de la vida!
15.4.17. J.T.D.
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