La agricultura, matriz y madre

(Agronomía: conjunto de conocimientos agrícolas)
La felicidad a través de la agricultura. Esta es madre y señora de todos los seres humanos; la génesis de las civilizaciones no tuvieron más narices que cultivar las tierras para poder comer, la agricultura y la caza han sido necesarias para el desenvolvimiento de todos los seres humanos. Pero solemos hablar y escribir bien poco sobre la ingente labor del agricultor, maestro del sustento de toda la humanidad. Cuando miramos a estos hombres y mujeres ver crecer lo que han plantado, y como crece, estamos mirando a los maestros de la alimentación de toda la humanidad, ¡gran trabajo poco remunerado! Pero necesario para todas las personas vivas, los muertos no necesitan frutas ni verduras, ni cereales. Lector amable, ¿qué sería de la humanidad sin los maestros de la agricultura? Estas personas que siembran y ven crecer las cosechas para luego ver si han dado su fruto; pero siembran y vuelven a sembrar. ¡Pero los humanos no reconocemos al hacendado agricultor que curtido por el Sol y el frío continua sembrando! Y gracias al esfuerzo de estas personas podemos vivir y continuar la humanidad. Mi reconocimiento y gratitud a aquellos seres grandiosos y sabios en sus labores de labranza y siembra: mientras existan personas tan humildes y sacrificadas viviremos los demás. Yo pienso que mientras vivamos en este jardín llamado Tierra, estamos rodeados de belleza, de flores, árboles, matorrales de hierbas olorosas y medicinales curativas, de ahí nace la farmacopea, remedio de muchos males, y esto es desde el principio de los tiempos. Nada nos hace falta a los seres humanos, la Madre Naturaleza nos ha dado todo lo necesario a las personas, ¿si no fuese así algo habría fallado en la Creación? Y a esta obra de Dios ni le sobra ni le falta nada, somos nosotros, las personas, quienes no comprendemos los misterios de la agricultura y de sus ciclos. ¡Qué grande eres Madre Tierra! Nunca podremos darte las suficientes gracias de vivir en este jardín planetario, ¡cuidémoslo y amémoslo! Los campesinos cuidan su terruño y lo miman con toda delicadeza y amor, pues ven en él como un hijo que les da toda clase de frutos durante todo el año, ¡gracias agricultura! ¿Qué hermosos son los arboles que un día planté? De estos cogen sus frutos mis hijos y nietos, gracias Señor.
Todas las personas tendríamos que tener conocimientos de la agricultura, pero además saberla cultivar y amar, que es lo que hacen los maestros que cultivan sus pequeñas o grandes parcelas. El labrador que hunde los pies en la tierra y planta sus cosechas y ve crecer lo que ha plantado es un enamorado de la Madre Naturaleza, esta le acompaña durante todo el proceso de crecimiento; ese proceso de crecimiento de las plantas… ¡qué grande y satisfactorio es ser agricultor! ¿Qué necesario es cultivar los huertos que son los que nos alimentan y nos dan la vida? Aunque parezca un tema sencillo no es menos profundo en su esencia y en su conjunto: plantemos todos los días una idea positiva, y los humanos cambiaremos la forma de ser y de vivir, y nuestra sociedad estará más humanizada y tranquila. Es necesario que seamos agricultores de la vida, de estos aprendemos su sencillez y humildad, su sapiencia edificadora nos demuestra su bondad y alegría. Las personas que trabajan en el campo suelen ser verdaderos expertos en su oficio. Todas las personas somos necesarias en la gran cadena planetaria, cada persona desempeña su función si la realiza adecuadamente y con sencillez, pero el agricultor es el motor que mueve los resortes y el sostén de toda la humanidad. ¡Gracias querido amigo!, que nos provees de todos los alimentos para que vivamos y continuemos la especie humana. Gracias Antonio, Pablo y tantos otros que en vuestra labor sois tan generosos.
15.11.20. J.T.D.
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