¿Igualdad o pobreza?

Ha llegado un momento en nuestra historia donde la tecnología avanza que es un primor, pero ¿somos mejores y más felices? ¿Somos más pobres o más ricos?
Este dilema es harto complicado: por una parte, la paz es un bien que no se puede desear otro mejor, ni poseer uno más útil, pero la palabra paz es para muchos una letanía repetitiva que carece de solidez, una promesa casi nunca cumplida; de las acciones bélicas, económicas y del enriquecimiento de muchos mandatarios se deducen conflictos que arruinan a los más débiles y enriquecen a otros…
Esta situación con las distintas modalidades de violencia nos empobrece hasta tal extremo, que de cada cuatro personas en el mundo tres no tienen lo mínimo para subsistir, ¡qué desgracia!
“Lo superfluo de los ricos debiera servir para lo necesario de los pobres: en cambio lo necesario de los pobres sirve para lo superfluo de los poderosos”. ¿Cuánto despilfarran algunos políticos en cosas innecesarias? ¡Acaso quienes administran en las instituciones creen estar en su propio cortijo! ¿Acaso el cortijo lo pagamos todos los contribuyentes y merecemos una buena gestión?
En estos tiempos de crisis necesitaríamos personas con una ética impoluta y con el máximo rigor y decencia, así se erradicaría la pobreza; pues es lamentable ver a los individuos escarbar en los contenedores buscando algo para comer…
Pero existe otro tipo de pobreza, la de la cultura, la del fracaso escolar, que es en nuestro país de un 33%, ¿acaso será el sistema? Mientras cuando escucho las disparadas de no importa que fiesta, es el desmadre de unos fuegos de artificio que duran y duran y que no sirven para nada. ¿Estamos o no estamos en crisis? La verdad es que me asombran las verdades a medias. Creo que es necesario darle la vuelta a la piel del conejo, cambiar de hábitos y costumbres, como hace mucho tiempo lo han hecho otros países de Europa, que han demostrado que funcionan mucho mejor que nuestro país, tanto en lo económico como en lo cultural. ¿Por qué no pasar todas las fiestas a los fines de semana? ¿Por qué no economizar en todas las cosas desde las autonomías, municipios y el estado central?
Capítulo segundo de la Constitución Española, Derechos y libertades. Artículo 14, dice así: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Esto que está plasmado en la Constitución no es para todos por igual: este es el caso de que un trabajador tendrá que cotizar 35 años, mientras un Senador o un Diputado, sólo cotizará 11 años con pagas a perpetuidad, y un ex presidente de Gobierno además de su sueldo ocupará otros cargos remunerados. ¡Que desproporción!
¿Dónde se encuentra la igualdad de todos los españoles? Muchas son las cosas que se tendrían que cambiar en las leyes de nuestro país para que existiera equidad, prosperidad y una democracia elegante y moderna.
“El mar estaría calmo y tranquilo si los vientos no lo moviesen y lo turbasen, y el pueblo sería pacífico y dócil, si sediciosos oradores no lo pusiesen en movimiento y lo subvirtieran”. (Bacon)
J.T.D. 10.2.11
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