El rey don Jaime I y la cuatribarrada

Nada mejor que documentarse sobre el presente tema, y aclarar a los lectores la importancia de la Historia y la entrada de Rey Jaime I en Mallorca, Cataluña, Valencia y Murcia. Tenemos la suerte de tener por escrito del historiador Don Gerónimo Zurita, cronista del Reino de Aragón, la obra Los Anales de la Corona de Aragón, año 1669. Aquí traza todo el recorrido que realizó el Rey Jaime I, y donde se anota todos los lugares donde este estuvo durante la conquista de los pueblos, ciudades y lugares. En el Reino de Valencia dejó una gran impronta, unas leyes y costumbres, unos fueros que son leyes muy avanzadas para aquella época; la bandera cuatribarrada que tenemos la trajo este Rey, al igual que la dejó por donde pasó. Me sorprende que en algunas manifestaciones se exhiban ciertas banderas que nada tienen que ver con nuestra señera, o con la bandera nacional; en no importa qué país del mundo la bandera es una, pero aquí algunos por su ignorancia exhiben la bandera republicana; estas personas han ignorado que el intento de las dos repúblicas fue fallido por falta de orden, ¿tenemos la suficiente cultura para ser republicanos? Yo, que he vivido en un país donde la República es el eje de la gobernabilidad, las personas tienen un sentido de democracia mucho más profundo que nosotros y esto demuestra que estos ciudadanos son respetuosos y tolerantes…

Durante la conquista del Reino de Valencia, el Rey Don Jaime I el Conquistador tuvo problemas por la rebelión de los moros, que estaban bien asentados en las tierras levantinas; las riquezas que producían las huertas de Valencia que trabajaban los moros eran muy apetecibles para el Conquistador y esto trajo los problemas naturales de toda conquista. Quiero citar el nombre de algunos pueblos donde las personas que allí habitaban colaboraron con el Conqueridor Jaime I. Entre los pueblos citaré algunos de la Vall d’Albaida, Montesa, el Arrabal de Xàtiva, y en los términos de Cullera y Corbera, Xella, Bicorp, Albaida, Ontinyent, Alcoi, Cocentaina, y Beniopa, y muchos otros pueblos…

Con el presente artículo quiero espolear a quienes sin ningún rigor histórico hacen caso omiso a los anales de la Historia, tanto a la española como a la de nuestra Comunidad Valenciana, que rica en hechos y acontecimientos despreciamos con tanta ligereza, es importante documentarse y escarbar en los fondos literarios, apreciando a las personas que con su esfuerzo y paciencia pasan muchas horas delante los libros, nada fácil es escribir.

Cuando se ha escrito un libro se han pasado muchas horas de investigación, leerlo es más fácil, pero escribir a gusto de todos es muy difícil, entre el escritor y el lector tiene que haber una comunión y entendimiento, una simbiosis de comprensión. 

En el caso del Rey Don Jaime I tenemos la suerte de que el historiador Don Gerónimo Zurita, como cronista del Reino de Aragón, en su obra los ANALES DE LA CORONA DE ARAGON, del año 1669, nos llena de detalles en sus cuatro libros dentro del mismo tomo.

Como comprenderéis queridos lectores, lo más importante en nuestra vida es la formación cultural, la investigación en todos los campos del saber, de aplicar lo que sabemos y no quedarnos en puras teorías ni repetir lo que otros han dicho, en hacer comentarios de lo que nos han explicado en la televisión, en lo que estamos buceando en internet, estos conceptos que estamos percibiendo son una terapia a la que yo le llamo dormidera, ¿hasta qué punto se nos priva de que pensemos por nuestra propia cuenta?

Creo con toda sinceridad que tenemos que espabilarnos adquiriendo conocimientos prácticos para que podamos navegar en la vida y es en este momento cuando con un pequeño esfuerzo todos tenemos la oportunidad de aprender, de reciclarnos, y hacer ahora aquello que no pudimos realizar cuando éramos jóvenes, de cada un depende el que las cosas funcionen de otra manera, nunca es tarde si uno quiere…

Yo quedo admirado cuando me acerco al centro de los mayores, donde las mujeres y los hombres ejercen sus actividades, esto es loable por parte de esas personas; unos van a la biblioteca otros trabajan la memoria, a la pintura o a la gimnasia, las distintas actividades crean la ilusión de que estas personas son útiles, así llenan su interior de cosas POSITIVAS.

1.12.16. J.T.D.             

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