El complicado mundo de las personas

«Urge pues, pasar del estado de masa al estado de pueblo, a pensar por sí mismo y no ser pensado por otros». (A. Cortina) El complejo mundo de las ideas, nos lleva hacia un batiburrillo de formas, de ver las cosas y darles un enfoque con diferentes colores hasta crear una mezcla nada clara en la expresión de lo que queremos manifestar. La claridad y la sencillez debieran ser los primeros términos en que nos expresemos, así no habría malos entendidos, las respuestas a cuanto nos preguntamos no necesitarían de ningún traductor, estas serían tan sencillas que las comprenderíamos a la primera, ¿es posible encontrar respuestas comunes a todos los ciudadanos de una sociedad pluralista, en la que sea preciso educar? Cuando el complicado mundo de las personas quiere enrevesar no importa qué cuestión, buscamos en el lenguaje las florituras para herir con palabras al que tenemos delante, la cuestión es hacer daño psicológico para que se chinche el otro; queremos que los demás piensen como yo. Querer dominar al otro es privarle de su libertad, eso es una falta de respeto, y es entonces cuando aparece el conflicto o la desavenencia entre las personas, por eso digo yo lo complicado que es el mundo de las personas, no se trata de la altura o de la hermosura, más bien de la educación y del respeto y de la compasión y del buen gusto o delicadeza. «Construir una sociedad civil con vigor ético exige, como elementos indispensables, que aquellos valores en los que esa sociedad cree, es decir, debieran realizarse, se transmitan a las generaciones más jóvenes a través de la escuela, la familia, el grupo de edad o los medios de comunicación». (La ética en la sociedad civil, A.C.)

El complicado mundo de las ideas, en muchas ocasiones es por dominar al otro sin tener en consideración su propio estatus o manera de ser, es frecuente observar la falta de respeto y de educación que nos lleva a decir lo que debiéramos callar y obrar amorosamente. ¿Por qué tenemos conflictos? El resultado de tensiones opuestas interiores y exteriores puede alcanzar un grado crítico, y ahí se origina el conflicto que estamos viviendo en la presente sociedad. En el complicado mundo de las personas estamos viviendo una guerra soterrada que alguien tiene interés en que se de. Toda crisis tiene su asiento en las mentes negativas, y de toda crisis se sacan beneficios económicos que lucran a las personas sin escrúpulos, que les denominaré aves de rapiña. Su complicado mundo mental crea un malestar en toda la sociedad y por ende crea un desequilibrio en la sociedad planetaria. ¿Por qué estamos sufriendo esta crisis planetaria? El complicado mundo de las personas ha dejado el humanismo racional y se ha pasado a la corriente del todo vale, los fotogramas que nos impresionan son emocionales, faltos de valores objetivos y sencillos; de ahí el gran fracaso de la humanidad. La paz está siempre ahí, los que la malgastamos somos las personas indiferentes, los que todo teorizamos y hablamos demasiado y hacemos poco, lo único que nos impide vivirla es precisamente todas las cargas que tenemos dentro y fuera, emociones que son las que nos crean los problemas. Solamente existe una solución: el silencio creador y la acción silenciosa. Solemos tender la mano para recibir, pero ¿qué damos a nuestro prójimo? A veces ni los buenos días…

Tendríamos que gastar como primer plato la amabilidad y los correctos pensamientos, y la sociedad en que estamos viviendo tendría otro carisma, estaríamos exentos de muchos problemas, ahora en estos momentos existe una problemática global que nos está azotando a la sociedad en general, ¿qué nos está pasando? ¡Algo no estamos haciendo bien! El complicado mundo de las ideas se ha descarriado y estamos pensados y no pensamos, y eso es falta de personalidad y de armonía. ¿Quizás valdría la pena practicar el silencio? El silencio no es nada más que el reposo de nuestra personalidad y de nuestro yo personal. Pero nos gusta darle rienda suelta a la lengua; hablar de ética, de palabras filosóficas que son un engaño para nosotros mismos y a quienes las dirigimos, a eso le llamo yo verborrea vacía de contenido y rutina adornada de hipocresía. El complicado mundo mental de las personas está haciendo mucho mal en la sociedad, sus raíces se extienden y son alimentadas por personas sin conciencia práctica; no podemos continuar en una sociedad de mentirosos que se creen sus propias mentiras. ¡Basta ya de tantas tonterías que están haciendo tanto daño a la sociedad!

9.4.21. J.T.D.                                          

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