Educación, respeto y convivencia

“Quizá la obra educativa que más urge en el mundo sea la de convencer a los ciudadanos, y a sus pueblos que su mayor enemigo es la ignorancia.” (Ramiro de Maeztu)

Ahora que se va a implantar la asignatura de la educación para la ciudadanía, y algunos pongan un grito en el cielo. Sin embargo nos es necesario a todos que desde la enseñanza docente se establezcan pautas concretas, para que todos los estudiantes aprendan a cómo comportarse con sus semejantes. Muchas voces nos hemos levantado pidiendo que la educación, el respeto y la convivencia entre los individuos sea una obligación social.

Educar no es solo dar una carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades que comportan el día a día, así pues, educar la inteligencia es ampliar el horizonte de convivencia y respeto. Por eso los grandes pensadores, tanto en filosofía como en ética han escrito sin perjuicios para nadie, el que todos podemos convivir, aunque pensemos de diferente manera, cada cual con su credo o religión. Los mismos Padres de la iglesia, como Santo Tomás de Aquino, que despliega sus alas en 1252 dejándonos su extenso trabajo, como Summa Theologie y Comentarios a las obras de Aristóteles. Con esto quiero poner de relieve que en todos los tiempos, la preocupación de los pensadores creativos ético-morales que se han interesado y se interesan para que la convivencia y las buenas maneras de los hombres sea un hecho…

En nuestros días asistimos a un tutti rivolto mirando hacia otro lado. Pero creo que este no es el camino adecuado, nos es necesario desarrollar una educación para la ciudadanía, pese a que siempre existe una resistencia en todos los cambios, sean de no importa qué orden. Los filósofos orientales tanto de la India y China, al igual que los griegos, romanos y europeos, consideran que lo primero es el ser humano, sus religiones, costumbres, la educación, respeto y bien hacer. Ojalá despleguemos hacia un horizonte más humanizado, más practico y sin la violencia que ahora tenemos. 

¡No aparecerá el ave Fénix y renacerán de sus cenizas después de sus dilatados esfuerzos, una sociedad respetuosa y preñada de valores de entendimiento glorioso! ¿Por qué no invertimos en los valores educativos y culturales? Es más rentable invertir en esa bolsa llamada juventud que es el provenir de los pueblos y las naciones, esta juventud nos asombraría con su inventiva, con un capital siempre al alza, pues su savia es enriquecedora y plena de felicidad…

El incansable escritor y filosofo José Antonio Marina, en su tarea de incesante educador, nos va desgranando en sus obras la ética cívica en nuestros días y con maestría va dando pinceladas sencillas pero al mismo tiempo precisas sobre la problemática educativa, sobre el comportamiento de la educación y la sociedad en general. ¿Sabremos aprovechar el saber de nuestros sabios contemporáneos que avizoran desde la atalaya cultural la realidad que nos está acaeciendo en estos momentos? 

Si fuésemos capaces de tener una visión futurista, sería posible distinguir la paja del grano y nos pondríamos manos a la obra, colaborando plenamente en esta tarea ingente, desde los ciudadanos de a pie, instituciones, gobiernos, empresarios y pensadores. 

Nos urge una escuela de padres, no en balde al nacer necesitamos de los padres, abuelos, que son el soporte que guía en los primeros pasos, y éstos son la senda de la vida, pero para caminar necesitamos una educación integral y ésta empieza veinte años antes de nacer los niños.

Nos es necesaria una pedagogía para las parejas, cultivarse para ser padres con una cultura transversal, tan necesaria como la sangre que alimenta nuestro cuerpo. Motivar la conducta de las parejas requiere tenacidad, propósito para traer hijos en condiciones para que las futuras generaciones los individuos sean pacíficos y no agresivos. ¿A qué estamos asistiendo en estos momentos respeto a la conducta humana? ¡A despropósitos adquiridos por determinados medios de comunicación, donde nos desayunamos con violencia por doquier; por el individualismo agresivo, que queda en la retina y en las neuronas!

J. T. D. 1-7-2007