Don Adolfo Suárez comprendió que la democracia era una necesidad social
“Todos los males de la democracia pueden curarse con más democracia”. (Smith)
Pasados unos días de la muerte de D. Adolfo Suárez, he querido dejar macerar este tema tan importante, que ha derramado muchas declaraciones y muchos artículos de prensa, radio y televisión. No hubiese sido posible el haber pasado de una dictadura a una incipiente democracia, (o bipartidismo) que está haciendo aguas por todas partes; el sistema actual es de toma y daca. Pero en aquellos momentos de la transición, apareció la figura emblemática de D. Adolfo Suárez, no exenta de puñaladas traperas de aquellos que estaban a su alrededor: de esto puedo dar fe, por lo que nos contó un día que fuimos a recogerlo al aeropuerto de Manises, el presidente de la UCD de Valencia, Pepe Herrera y un servidor; veinticinco minutos bastaron para que nos relatara el calvario que estaba viviendo…
Ahora me asombro de leer a tantos hipócritas que en su día fueron sus más feroces enemigos: durante su vida le tiraron muchas piedras, y ahora las han recogido para hacerle un monumento, “nunca he observado que la honradez de los hombres aumente su riqueza”. (Jefferson) Pues los seres honrados no le temen ni a la luz ni a la oscuridad, estos son fieles a sus principios éticos; saben ser conciliadores, escuchan a todo el mundo, no miran las creencias religiosas o políticas, este fue D. Adolfo Suárez…
Cuanto más altos estemos situados, más humildes debiéramos ser, pero la prepotencia que es un mal, destruye la condición humana; y vamos de listillos en la vida, y es tanta la ignorancia, que desconocemos más de lo que sabemos. ¿Cuándo parirán políticos de talante conciliador y aplomado? Estoy convencido que se están haciendo moldes en Manises para que salgan personas con el talante de D. Adolfo. Los políticos de ahora tendrían que pensar que en estos momentos, otro tipo de política es necesaria y que pensasen más en los ciudadanos que en sus propios intereses o en el de sus partidos.
Las declaraciones del pueblo llano, han sido de sinceridad y reconocimiento al hombre de la transición. Toda España desea y necesita un gran cambio de gobernabilidad y afianzamiento o estabilidad, pero algunos políticos no están por esta labor, sus discursos llenos de mentiras y de palabras demagógicas ya no nos engañan; bien sean por los que se dicen de derechas o de izquierdas, se necesitan hechos concretos, y no verborrea.
D. Adolfo Suárez, fue el gran alquimista de España, pues todo alquimista es el que transforma lo pesado en lo sutil y esa labor no le fue nada fácil, al estar rodeado de tantos envidiosos y con afán de poder, de ideas adquiridas por la anterior dictadura; y ninguna dictadura es buena, sea de derechas o de izquierdas; desgraciadamente aún tenemos políticos que sueñan y están aferrados al pensamiento único, estos no son demócratas…
¿Sabremos en estos momentos de la gran crisis mundial transformar el sistema equivocado que nos está sacudiendo a tres cuartas partes de la humanidad? De muchos dependerá el poder salir de la presente situación, si cada uno pusiéramos un pequeño grano de positividad, la convivencia ciudadana sería mejor, pero como estamos anclados con nuestros egoísmos, nos olvidamos del sufrimiento de tantas personas que lo están pasando mal. La decadencia que nos afecta a nivel planetario no tiene precedentes en la historia de la humanidad, y ello es debido a la pérdida de los valores convivenciales; necesitamos esos hombres nuevos repletos del espíritu de D. Adolfo Suárez, para que percibamos que otra manera de ser y vivir es posible.
“La tragedia es una imitación seria, completa y de cierta magnitud, que efectúa por medio de la compasión y el temor, la catarsis adecuada de las emociones”. (Aristóteles) Que descanse en PAZ D. Adolfo Suárez.
29.3.14. J.T.D.
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