¿Con qué nos desayunamos?

Cuando nos despertamos, enchufamos la radio para escuchar el primer noticiario de la mañana, las informaciones son catastróficas; paro, crisis económica, desahucios, cierre de pequeñas empresas, autónomos que no pueden continuar, fracaso escolar; jóvenes que emigran, bien preparados se marchan a otros países por no hallar solución después de haberse preparado bien: fuga de cerebros.

Otras personas cambian ese desayuno tan pesado y reiterativo al que saben que no podrán hacer la digestión, y pasan a escuchar música clásica que es menos dañina.  Una persona parada y sin esperanza de encontrar trabajo o con un contrato basura, ¿qué estará pensando? O el empresario que no ve salida a sus productos y tiene que pagar las nóminas, está de muy mal humor. ¿Qué está pasando? Los políticos tienen crisis económicas ¡o sueldos seguros!

¿Nos es necesario cambiar de mentalidad y de costumbres? Fiestas, deportes y otras cosas nos son prescindibles para enderezar la situación actual, que debe ser otra y con arreglo a nuestros tiempos dar el enfoque adecuado y preciso.

Otra cuestión del contexto fundamentalmente político es la palabra “globalización”, y el despliegue de las soluciones de la contradicción entre el capital y la realidad en la que estamos viviendo, ¿para qué nos ha servido la globalización que nos está ahogando a nivel planetario?, ¿para qué nos ha servido el euro, si cada día somos más pobres muchos y más ricos pocos?

Pero no busquemos las causas en el capital y en los políticos, ¿acaso no somos todos un tanto responsables de esta crisis? Hemos gastado por encima de nuestras posibilidades; los bancos nos han dado pasteles envenenados que los hemos comido alegremente, hemos perdido los valores éticos y nos hemos lanzado a una piscina sin agua estrellándonos en nuestro propio egoísmo, queriendo ser más que otro; nos faltan muchas bases equilibradoras de nuestras posibilidades.

Otra cuestión a tener en cuenta es que la sociedad pasa por ciclos, en unas ocasiones son vacas gordas y en otras flacas, pero para mí existen otras razones de tipo convulsivo en nuestro planeta, como ya ha sucedido en la historia planetaria y de las distintas razas; esto no es ciencia ficción sino historia, todos los imperios han fracasado y tal vez el nuestro esté en su agonía, en su decadencia.

“Los hombres pueden extraer lecciones en el lugar en el que se encuentren. Si mucha gente se comporta de esta manera, los problemas de la sociedad gradualmente pueden mejorar”. (La sabiduría de Confucio) En estos momentos de crisis debiéramos de sacar una lección para no volver a caer en los mismos errores, si así lo hacemos, estamos dando a entender que nuestro sistema es un fracaso. ¿Será que el egoísmo nos ciega y nos lleva a un precipicio?

Educar la inteligencia es ampliar los horizontes, es mirar hacia el progreso de las futuras generaciones, y estos nuevos jóvenes son el porvenir de los pueblos y las naciones. Todos deseamos el progreso, el bienestar en la convivencia ciudadana, que es donde se fraguan los seres de bien hacer.

Y si pensamos en la rentabilidad ética todo el panorama de crisis tendrá una estabilidad más equitativa, no como ahora donde la diferencia de los individuos es tan abismal y desproporcionada; ningún sistema político ha solucionado el desequilibrio de la humanidad; ni el socialismo, ni el liberalismo, ni el comunismo ha dado en el clavo de las soluciones a los individuos, ¿dónde está la justa medida?

2-2-12. J.T.D.  

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