Una sociedad fragmentada
Los seres humanos estamos divididos y cada uno campa a sus anchas, los unos con el pensamiento único, los otros se dejan llevar por el primer soplo de viento que no sabemos de dónde viene, ni dónde va. En nuestro siglo XXI todas las cosas han cambiado y por este motivo los individuos faltos de una determinada personalidad, estamos enganchados a la rueda del carro de un modernismo que no sabemos dónde nos llevará. ¿Es el móvil?, la tableta, Internet, en verdad no lo sé… Es el coche y la hipoteca, el veraneo o el esquí.
Lo bien cierto es que la fragmentación se ha convertido en una crisis sin precedentes, pero esta es a nivel mundial; la dirección piramidal basada en una economía bien estudiada. Pero hablemos de la economía: “Así pues, se puede afirmar que el 80% de la riqueza a nivel planetario, se encuentra en manos de estas trescientas familias, con su ‘Consejo de Administración’ y todo el entramado en cascada piramidal, donde se encuentran incluidas las grandes multinacionales, los bancos centrales de cada nación, los grandes y pequeños bancos internacionales”. (Del libro, Apuntes sobre el ser humano y la PAZ, de Juan Luis Franco García)
Esto es una pequeña muestra que afirma el que se quiere tener dividida a la sociedad; aquí interviene aquello que dice, “divide y vencerás”, y esto es un signo de la decadencia de la sociedad planetaria, que entretenidos en los culebrones bien estudiados no tengamos tiempo para pensar, más bien nos piensan, para que no nos esforcemos y nos salga una hernia cerebral…
En estos momentos donde los contratiempos pululan por doquier y el oscurantismo ha sustituido a la transparencia, grandes fábricas de mentiras secuestran las débiles mentes de muchos humanos, y esnifando dormidera, los encantorios que Don Quijote sufrió, ahora son un delirio cotidiano enmascarado de promesas que se esfumarán por carecer de la realidad tan necesaria como útil.
“Contratiempo. En los tiempos, que os acostumbréis a considerar un contratiempo, como una de tantas cosas que pueden sucedernos en el orden natural y lógico de las cosas humanas”. (E.W. Stevens) ¿Qué es si no la sociedad fragmentada? Un cúmulo de intereses creados, para tener a los ciudadanos sujetos al constante miedo, de qué nos ocurrirá mañana, qué será de nuestros hijos y nietos, con las políticas del trabajo donde las máquinas han sustituido a los individuos y la producción sobrepasa a la necesidad del consumidor, ¿tendremos que emigrar a otro planeta, o una catástrofe natural hará un gran barrido de seres humanos?
Creo que es el momento en que nos miremos a los ojos y que entablemos unas relaciones humanas más cordiales, desplazando a quienes quieren la fragmentación que nos aleja de lo que somos, seres racionales y con un espíritu de superación en todos los campos de la vida, que es más sencilla de lo que muchos piensan. Mientras unos maquinan hacerse ricos a costa de los más débiles, los bien pensantes solamente pedimos vivir como lo hace la Madre Naturaleza que se halla plena de armonía y nos regala sus frutos que saboreamos con gran placer. ¿Acaso los individuos no somos hijos de esa gran madre Naturaleza preñada de todo lo que necesitamos? Pero la gran enfermedad de la locura nos ha descontrolado, y vagamos llenos de insatisfacciones, reproches y otras malas hierbas que crecen en nuestra mente embravecida como un mar sin control, y es como miembros de esta sociedad el evitar que las locuras de aquellos que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino observen a quienes con una conducta ética viven, más y mejor.
“Las ideas morales están en nuestro espíritu: en la voluntad que las ama, en el corazón que las siente”. (Balmes)
12.3.15. J.T.D.
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