Un tiempo contradictorio

Salta a la vista en nuestros días que las contradicciones de los individuos son una comida habitual, donde las mentiras son la ensalada o menestra que se sirve como engaño para disfrazar aquello que no quieran que sepamos los ciudadanos de a pie. 

Pero quiero ahondar en el concepto del recto pensamiento: cuando los individuos obramos éticamente todo nuestro organismo funciona mejor, “yo digo que el recto pensamiento nos engrasa toda nuestra vida cotidiana”, “pues los males escondidos en el interior son, para decirlo con palabras de Crisóstomo, son un gusano envenenado que devora cuerpo y Alma”. (Manly P. Hall) Y es de suprema necesidad el que la conducta de cada persona siga unas pautas de equilibrio, pues de este se beneficia todo su organismo, y es entonces cuando las enfermedades no hallan los huecos para anidar en nuestro cuerpo.

Como ya se ha dicho en tantas ocasiones, todas las enfermedades tienen su asiento en la mente: Paracelso se refería a la enfermedad “como un organismo con sus raíces en la índole invisible de los seres humanos, que, como una planta parásita o un mamífero, succionará la sangre de su Alma”.  Los excesos del pesimista son de índole negativa; pero aquellas personas que saben transmutar las determinadas situaciones que se les presentan en la vida, salen airosas, porque su optimismo como energía positiva se halla en una mente equilibrada y alegre. En un tiempo de contradicciones no tenemos que dejarnos llevar por esas estructuras quebradizas que nos hacen dudar del valor que todos poseemos, cuando nuestra conducta está afianzada por una conciencia elegante. 

Luces y sombras de un tiempo contradictorio en política, en economía, en ciencia, en la organización social”. (Adela Cortina) Posiblemente, este escrito debiera de hacernos nuevos replanteamientos en la conducta de todas las acciones que realizamos a lo largo de nuestros días, pero además en la manera de pensar y de convivir, sobre todo del modo en que nos comunicamos, ¿tenemos respeto a nuestros semejantes? Las personas que no tienen respeto están faltas de una cultura básica, la cultura y la buena educación son la base del entendimiento; pero otro factor importante es el del corazón humano, que fusionado a la cultura forman una simbiosis que nos conduce al sendero de la felicidad, ¿por qué dejamos de ser felices? 

¿No han observado ustedes cuán pocos individuos gozan de la soledad? ¿Y no se han preguntado ustedes el por qué? Casi todos nosotros no buscamos la soledad, porque ella nos enfrenta a la honestidad, a las realidades que todos tenemos y que nos dan miedo y esto es muy humano, pero nuestro valor espiritual tiene la valentía que lo puede todo…

Educar con valores éticos es una necesidad social, cuando esto no está sucediendo ocurre que las contradicciones, los planteamientos de una sociedad un tanto enfermiza nos están dando unos resultados de crisis; tendríamos que tomar el hilo conductor que nos lleve a un profundo cambio en una sociedad más coherente, más transparente y así las cosas se desarrollarían de otra manera en la sociedad en la que estamos viviendo.

Ni las personas ni las sociedades nacen con una conciencia ya hecha; es a partir de la conciencia axial cuando conquistamos la libertad; a medida que subamos de nivel, iremos ganando esa libertad que tanto anhelamos: el aspecto de libertad no solamente reside en ese criterio cuantitativo de tener más para poder elegir, si no tener un profundo sentido de equidad y de justicia, ¿pero somos justos?

Todas las cosas que nos ocurren giran en torno a uno mismo y es nuestra mente quien las genera; todo estado negativo, por fuerte que sea e intenso y antiguo, en la medida de que se trata de un estado adquirido, es un estado modificable, un estado que se puede llegar a superar por completo, y tenemos los mecanismos y los medios adecuados para producir los cambios necesarios para llegar a la meta correcta del equilibrio.

“Cuando la persona moviliza sus recursos interiores, los utiliza, une su mente con las energías interiores, reeduca su perspectiva, su visión y valoración de las cosas”. (Antonio Blay)

Lo negativo es solamente la privación de lo positivo…

29.11.14. J.T.D.         

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