Movimientos revolucionarios. Tensiones
Hace muchos años leí un libro de D. Luis Romero titulado “Cara y Cruz de la Republica”, 1931 – 1936. El autor nació en Barcelona en 1916; tiene una larga carrera como escritor y con distintos premios, y nos acerca con sus investigaciones a dar credibilidad en la obra antes citada.
Pero lo que voy es a expresar mi modesta opinión respecto a la situación de los determinados movimientos que están sucediendo en nuestro suelo patrio; todos los ciudadanos tendríamos que conocer históricamente los vaivenes y desmanes de las dos Repúblicas que tuvimos en España. En estos momentos a muchos ciudadanos nos haría falta un grado de cultura superior para vivir como en otros países en una República de demócratas respetándonos a cada cual sus ideas, bien sean políticas o religiosas.
“Cuando se celebraron las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, en las ciudades más populosas y en muchos ayuntamientos de las comarcas avanzadas triunfaron las candidaturas republicanas. En Madrid y otros lugares las mayores votaciones fueron para los candidatos de la que se llamaba conjunción republicano – socialista: en Barcelona y en el resto de Cataluña, ganaron los catalanistas de izquierdas: Esquerra Republicana de Cataluña” (Luis Romero)
Pero dentro de una República no se debe practicar ningún tipo de anarquía; más bien mantener un orden respetando a todos los individuos, piensen como piensen: los desmanes de algunos exaltados que quemaron y desmantelaron edificios y conventos, muertes de personas civiles, fue uno de los detonantes más desgraciados del principio de una República que comenzaba con mal pie.
Cada uno es libre para pensar como quiera, pero mientras no invada la intimidad del otro.
“El 20 de octubre se presentó en el Parlamento una ley de excepción que fue llamada de Defensa de la República. Limitaba en gran medida los derechos del ciudadano al otorgar al Gobierno amplísimos poderes y facultad de imponer de importancia”. (Cara y Cruz de la República, de Luis Romero, 1931)
Cuando en estos momentos se pide en voz en grito un referéndum sobre Monarquía o República, ¿los ciudadanos tenemos la suficiente cultura para desenvolvernos en el sistema de una República? Creo sinceramente que tendríamos que documentarnos históricamente y ver los resultados de las dos Repúblicas que tuvimos en España: la cuestión es que pedimos, pero ¿estamos preparados responsablemente para llevar esa tarea tan importante, para que nuestra nación funcione equitativamente como una República? “El realismo representativo para referirse de una realidad a una teoría y que esta se plasme con una legislación ecuánime y práctica dista mucho de las necesidades que beneficien a todos por igual”. (Términos y usos del Lenguaje Filosófico, de Guillermo Quintas). La situación en la última República de 1931 en nuestro país no mejoró el clima de violencia y lucha armada que había arraigado.
Cada ciudadano debiéramos de mantener un orden social, cada uno con sus pensamientos, con su modo de vivir y dejar que los demás se desarrollen; pero siempre con el máximo respeto, pues el fundamento de la convivencia es el respeto. “Quien no cuenta con medios para hacerse respetar no es respetado, y mal puede proteger a los otros quien necesita invocar la protección ajena”. (Balmes) Es cierto que necesitamos una transformación, pero para ello tendremos que cambiar los individuos en todos los aspectos de la vida; no hay nacimiento ni muerte; no hay sino transformación bajo la ley del progreso, ¿pero progresamos los seres humanos? No busquemos la tragedia enmascarada en discursos demagógicos y de intereses partidaristas que se olvidan de lo más importante: promocionar el que los seres humanos sean cultos y responsables como ciudadanos de pleno derecho y de obligaciones. Una parte de la sociedad harta de los engaños se alinea con el cuento de la lechera; pues sin tener la vaca ya están prometiendo el queso, primero veamos si podemos ordeñar y luego cataremos los resultados del programa.
5.6.14. J.T.D.
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