La Sexualidad en Nuestros Dias
José Tarrazó:
—Muy buenas noches, amigas y amigos de este programa coloquial «Proyección 2000». De nuevo ante Vds., ante sus receptores y, como siempre, un tema más, en el cual tendremos un diálogo e iremos desgranando con toda la delicadeza del mundo el tema que hoy el contertulio, porque nos falta un contertulio, no sabemos si será por cuestiones de carretera u otras cosas. La verdad es que cuando venga, si es que viene, también tomará parte en este coloquio.
»Hoy vamos a hablar de la sexualidad en nuestros días. Este tema es un asunto para muchos quizás tabú, y creo que vamos a ir desmitificando poco a poco esta temática, porque es tabú tanto en cuanto han mitificado el sexo, han mitificado las costumbres, la educación sexual y un largo etc.
»Tenemos actualmente, y casi todos Vds. habrán podido ver aquel programa de la doctora Ochoa, el cual era un programa educativo, en el que el sexo juega el rol que tiene que jugar con toda una limpieza y con toda la pureza que esto conlleva. Es decir, que nosotros, sin perjuicios de religiones o filosofías, vamos a tratar de hablar de este tema. Tenemos ante nosotros a don A. F., un colaborador de otros programas; y que él, al igual que la otra persona que nos falta, decidieron hablar de este tema. Y, para empezar, yo quisiera decir que ¿qué nos podría decir Vd. sobre la educación sexual en nuestros días?
A .F.:
—Buenas noches, una semana más estamos con todos Vds. y vamos a intentar, a través de este coloquio, el hacer llegar nuestra opinión sobre unos temas que nos preocupan o nos han preocupado, y quizás todos aquellos que tengan hijos pequeños les seguirá preocupando, y es el tema de la educación sexual.
»La educación sexual en nuestro país ha pasado de ser un tema tabú no hace muchos años. De haber toda una represión sobre todo lo que fuera relacionado con la sexualidad del ser humano, a el liberalismo que hoy en día estamos viviendo. Uno de los problemas quizá que más hemos acusado los padres a la hora de tener que enfrentar la educación de nuestros hijos desde la familia, ha sido quizás esa carencia en esa educación de nosotros cuando fuimos pequeños. No la recibimos por parte ni de nuestros padres ni de las instituciones. Hoy en día se ha tomado conciencia de que la educación sexual es una faceta más del individuo que hay que atender, y que en la medida que mayor preparación se tenga, menores errores se cometerán, de ahí que sea una de las temáticas que hoy en día, en los colegios, se aborda, como se puede abordar cualquier otra, como puede ser las matemáticas o la geografía.
»La situación de nuestra sociedad, precisamente, y esto siempre se da en ese siempre, se produce esa ambivalencia, siempre que se ha vivido esa situación y represión. Y es que cuando esta se levanta, se pasa al otro extremo, se pasa a un liberalismo, se pasa a una pérdida de control. Y entonces aquí hemos pasado de esa cultura represora a otra cultura del placer.
José Tarrazó:
—Eso es muy cierto lo que está diciendo, A. F., y yo añadiría a esto el que, al desmitificar este tema, un tema que en tantas ocasiones ha creado polémicas y que en tantas ocasiones ha sido quizás mal dirigido por esa falta de educación. Es decir, que hoy, a través de los medios de comunicación audiovisuales, a través de determinados libros muy limpios, no hablaremos de ciertas cosas o maneras de presentar el sexo como una cosa de morbo, sino todo lo contrario, es una parte más del ser humano. Crea unas funciones, como todos Vds. saben, de reproducción y crea al mismo tiempo, diría, una estabilidad cuando este se practica debidamente. Y creo que esto es interesante y creo que todos estos temas pues, cada día, tenemos que ir dándoles los enfoques, unos enfoques racionales y equilibradores. A mí me preocupa en algunas ocasiones cuando ciertos… ciertos temas de estos se hacen de una manera, pues, un tanto morbosa, un tanto sucia, y no dan el sentido que podríamos llamarle fisiológico y espiritual de lo que en realidad es la sexualidad, que es un tema muy hermoso, como cualquier otro.
A. F.:
—Sí, efectivamente, tanto el hombre como la mujer, el padre y la madre activos y receptivos son dos manifestaciones de esa esencia creadora. Los roles de macho y hembra impregnan todo el ámbito de esta fuerza creativa del universo. De ese modo todo cuanto existe es la expresión, la evidencia, de esa fuerza creadora: las plantas, las flores, los animales, el hombre. Todos han surgido de ese vínculo, y su sexualidad no es más que la participación en él.
»Hablar pues desde la sexualidad es algo más que una referencia a la actividad de los órganos genitales, es la llamada a la participación en el acto sublime y eterno de la creación. Esto sería viéndolo desde el punto de vista global, que es lo que debería de ser.
»Otra cosa es quizás en que, como decíamos en un principio, el pasar de ser un tema tabú, de haber una represión en todo lo tocante a la sexualidad, a esa liberalización en todos los ámbitos, desde los medios audiovisuales a los radiofónicos, la TV, el cine, revistas. Es decir, hemos visto cómo se pasó de ese no poder ver nada, a esa liberalización total del sexo y donde se ha perdido un poco el norte, el control. Y entonces, hemos pasado de la nada al todo, y eso no siempre es bueno, no siempre es bueno porque nos estamos quedando solo con una faceta de esa sexualidad y nos estamos quedando solo con el tema del sexo desde el punto de vista del placer.
»Así pues, una cosa fundamental es volver a encontrar el equilibrio, la función que el sexo tiene en el desarrollo del ser humano.
José Tarrazó:
—Es cierto que toda esta temática desde el punto de vista que la estamos dialogando puede ser enriquecedora. Yo me hago una pregunta y es: ¿el sexo puede ser verdaderamente equilibrador en la pareja? Y, sobre todo, la vida sexual de las personas tiene que ser una vida sexual sana. Esto, los sexólogos y los psicólogos, que están tratando en muchas ocasiones, en cantidad de ocasiones, estos desequilibrios de las determinadas parejas, pues creo que es algo fundamental porque, visto desde el plano de un… desde un punto de vista o un plano diferente, podríamos decir que el sexo corresponde a una parte anatómica del ser humano con sus determinadas funciones, como puede ser un brazo, un ojo o cualquier otro órgano del ser humano.
»Creo que a través de la historia se han cometido grandes aberraciones, se ha especulado mucho, se ha traumatizado mucho, se ha negociado mucho con este… esta sexualidad, o esta compra y venta del sexo tanto por parte del hombre como el de la mujer. Y creo que todos estos temas los jóvenes de hoy los van viendo con más claridad y, como decía nuestro amigo A. F., quizás esta juventud que está en ese estado de efervescencia respecto a esta situación vendrá un momento en que creará aún un más justo equilibrio y creará, entonces, por así decirlo, el enriquecimiento y la participación del sexo como una cosa natural.
A. F.:
—Sí, indudablemente en los jóvenes no han tenido el hándicap, el problema, tanto educacional o como represivo que hemos tenido las personas que contamos con más edad y que hemos vivido en los albores de la pasada dictadura. Entonces, ellos no van a tener esos problemas que nosotros padecimos, y quizá una gran parte del morbo que ya actualmente padece el sexo, o los temas sexuales, vengan más por la gente adulta que por los jóvenes que los tocan digamos con una mayor naturalidad.
»El problema, como decíamos antes, quizás sea reencontrar de nuevo ese equilibrio, porque el… al pasarnos hacia el otro extremo, lo que estamos generando es que la faceta enriquecedora que el sexo tiene en la relación de la pareja se pierda y quede solamente la faceta del placer. Pero la faceta del placer en toda relación de pareja no es suficiente para llenar de contenido toda su vida.
»Digamos que se necesitan otras muchas facetas que hacen de la pareja el que pueda ser o no estable y feliz, así pues, al sexo se le debe de dar el papel que él debe de tener en toda relación de pareja, sin magnificarlo, que es quizás una de las cosas que actualmente se están haciendo, pero tampoco denigrarlo, porque es un acto natural que el ser humano desde que tiene conciencia tiene que realizar, al igual que lo decíamos antes con las demás funciones que el organismo realiza.
José Tarrazó:
—Es interesante que la educación a través de los colegios y a través de programas al respecto, cumpla con la demanda que la sociedad está pidiendo de crear otros hábitos, otras visiones de ver esta cuestión, y sobre todo, yo diría, que el sexo y la familia, es decir, el entorno familiar, tiene mucha importancia, porque cuando por ejemplo se está viendo la TV o cuando se está hablando de un determinado problema de la pareja, los jóvenes participan, ven con más naturalidad esta relación de la pareja, y creo que esta desmitificación que se está haciendo progresivamente creará, como hemos dicho antes, una mejor estabilidad y creará una dinámica diferente, este estado de bullicio que tenemos en nuestro país. Porque podemos hablar de nuestro país y de otros países en los cuales han vivido más liberalizados, no con libertinaje, porque una cosa es el liberalismo o la visión racional y otra cosa es el libertinaje o lo que yo decía antes el chantaje, o una serie de, de… compraventa de este sexo que se hace de muchas maneras y creo que esto sería interesante que lo comentara, A. F.
A. F.:
—Sí, esto entraría dentro de esa ambivalencia que ya hablábamos antes, es como ese péndulo que cuando se le hace… cuando se le hace girar bruscamente, pues entonces resulta que va de un extremo a otro. Entonces, en este momento, pasamos de ese extremo de tabú-represión que hablábamos antes, a este otro donde se llega a ese libertinaje que se apuntaba anteriormente. Es una consecuencia normal de toda sociedad que pasa de una situación a otra; son situaciones anómalas y es como ese constipado que tenemos que pasar y que nuestra sociedad tiene que pasar.
»Si observamos veremos cómo muchas veces cuando estamos en casa viendo la TV, hay una tendencia cuando salen escenas que podríamos calificar de corte atrevido, erótico, siempre hay una tendencia de hacer que se marchen los pequeños. Y, claro, eso lo hacemos los adultos, y es, quizás, esas secuelas que nos han quedado de esa falta de educación o mala educación, o esa falta de tomar conciencia sobre este tema y que pensamos que eso les puede perjudicar cuando vemos que los jóvenes, los adolescentes, lo miran con una mayor limpieza que como lo hacemos los adultos.
»La cantidad de seriales, de películas sobre la violencia, que es mucho más destructivo de cara al niño, porque le va creando una agresividad hacia el entorno, hacia las personas que le rodean. Y eso no nos molesta, pensamos que eso no es nocivo y no les decimos nada. Y en cambio, a la larga, les va a perjudicar mucho más esas escenas de violencia que esas escenas donde pueda salir un hombre o una mujer desnudos o realizando el acto. Hay películas que tienen, digamos, una… que tienen una cierta… exquisitez al tocar estos temas. Y hay otros que lo hacen de una manera muy burda. Yo no digo que sepamos seleccionar aquello que se tenga que ver, pero también el que sepamos educar a estos jóvenes y educarlos de manera que sean ellos los que, libremente, cuando vean una de estas escenas que resulte chabacana, que resulte burda, sean ellos mismos los que les moleste y apaguen la TV. Pero, no solamente estas escenas, sino que reaccionen igual que con esas escenas de violencia, que lo único que hacen es desatar la agresividad que todo ser humano lleva implícita o congénita.
José Tarrazó:
—Es importante todo este diálogo, y lo veo muy enriquecedor, porque quizás nos tendremos que acostumbrar, día a día, a hablar de todos los temas sin demasiado apasionamiento, sino que del diálogo siempre salen cosas maravillosas, es… algo que nosotros, por norma, vivimos en estos contertulios que tenemos.
»A mí me preocupa una cosa, y es esa cultura, por ejemplo, del celibato. Es decir que se ha hablado mucho de celibato, se ha hablado mucho de que no podía haber relaciones sexuales entre personas que no estuvieras casadas, y creo que esto contradice un poco a la misma naturaleza, que vive una vida sexual equilibrada. Es decir, la interrelación entre un hombre y una mujer tiene que ser natural, tiene que ser necesaria. No quiero decir que hay excepciones en personas que estén enfermas o tengan determinados problemas que, para eso, para esos problemas están los sexólogos y están los psicólogos, los cuales pueden ver y analizar la raíz de los determinados problemas, pero creo que el celibato es algo muy muy… de un corte muy chapado a la antigua. Y quizás, si mencionásemos la historia, veríamos que siempre las determinadas religiones nos han tenido con sus conceptos, con unos conceptos ancestrales, y que hoy vemos que determinados religiosos quieren romper esos tabúes que en un pasado ellos vivieron de otra manera.
»Creo que es interesante este tema, y creo que valdría la pena el comentarlo…
A. F.:
—Bien, hoy en día estamos asistiendo en cómo las diversas iglesias y religiones que hay en el mundo, se están planteando, por ejemplo, por qué las religiones siempre han estado en manos de hombres en cuanto a elegir los destinos de las distintas religiones. Y hoy la mujer está pidiendo un papel más activo en las mismas. Puesto que, si tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones que el hombre, ¿por qué en el aspecto religioso no lo ha de tener también? Esto está haciendo que se planteen, que se estén levantando muchas voces y se esté cuestionando el tema del celibato, porque hemos observado cómo a través del tiempo hay religiones donde se permite, efectivamente, que el sacerdote pueda estar casado y pueda desarrollar exactamente igual su misión sacerdotal.
»Quizá, con una visión más amplia en cuanto a que a la hora de tener que analizar los problemas de la familia, que los podría hacer con un conocimiento de causa más justo, puesto que él lo estaría viviendo también, no sería algo teórico si no que sería algo que él está viviendo y sufriendo en su misma carne. Otra cuestión es la persona —hombre o mujer— que libremente acepta el celibato como una manera de poder centrarse en aquel trabajo que estén realizando. Por ejemplo, aquellos científicos que se han entregado de tal manera a su vocación que les hace el querer vivirlo en esa soledad que da el celibato, o sea, desde el punto de vista misionero, religioso o cualquier otro que sea.
»Todos vemos cómo hay personas que libremente aceptan el celibato como una manera de estar entregados totalmente, sin una mujer o una familia que les pueda distraer de esas fuerzas que ellos entienden que deben de entregar a la causa que han abrazado.
»Son dos facetas distintas que pienso que se tienen que respetar, pero que el celibato, entendido desde el punto de vista meramente religioso, es algo que en este momento se está cuestionando en las distintas sociedades que componen nuestro planeta.
José Tarrazó:
—Otra cuestión creo que interesante, es que el sexo no debe de ser discriminatorio entre el hombre y la mujer, que quizás muchos conflictos entre las parejas sean originados por esta situación. Es decir, no hay, a lo mejor, una verdadera comprensión o compenetración dentro de la vida sexual de las parejas, y entonces, quizás, las culturas hayan hecho mucha mella en esta situación. Es decir, ese hombre que siempre ha querido dominar a la mujer, o a viceversa. Entonces han creado un antagonismo, han creado una separación y entonces el sexo no ha sido para ellos como una situación de equilibrio, de convivencia, de felicidad, sino más bien ha sido, en muchas ocasiones, por decirlo de alguna manera, un infierno. Y esto es una cuestión que creo que se la plantean muchas personas, y quizás también haya otra problemática en las relaciones de pareja, y es el concepto de familia. Es decir, unos pecan por exceso y otros pecan por poco. Y entonces resulta que se crea un desequilibrio fisiológicamente hablando. Es decir que biológicamente los seres humanos tendríamos que ver el punto medio en el cual ambos miembros de la pareja pudieran desarrollarse de una manera más equilibrada. Esto, a través de la educación, que hemos estado quizás insistiendo sobre esto, sea interesante y se vea en su justeza, en su justa medida, este equilibrio que debe haber entre ambos cónyuges o entre las parejas, o como se quiera llamar, y puedan autorrealizarse, porque la vida sexual sana, la vida sexual equilibrada, puede ser enriquecedora e incluso puede ser algo maravilloso.
A. F.:
—Efectivamente, como ya se había apuntado aquí en un principio, toda pareja que centra su punto de unión en el aspecto único y exclusivo del sexo no puede coexistir. Ocurre que el sexo, cuando se acaba, es decir, cuando todo aquello que pensabas que podría depararte te lo ha deparado, resulta que esa pareja no puede pervivir, porque su único punto en común, que era el sexo, se ha agotado. Y cuando este se ha agotado se necesita renovar esa fuente en otras parejas. Quiero decir que cuando esto sucede, el hombre buscará otras mujeres y la mujer buscará otros hombres, porque resulta que el hombre o la mujer que conformaban esa pareja, como su único punto de común era el sexo, cuando este deja de tener un sentido, la pareja como tal deja de serlo. Por ello decíamos antes que había que reencontrar ese justo equilibrio, donde el sexo ocupe el lugar que tiene que ocupar, ni mayor ni menor, justo el lugar que tiene que ocupar. La pervivencia de una pareja no es solo del sexo, sino que el sexo forma una parte más o menos importante, depende del carácter de la fisiología de cada pareja. Pero hay otras múltiples facetas que hacen que la pareja pueda ser feliz y el que la pareja pueda formar una familia o simplemente formar esa pareja estable en el tiempo.
José Tarrazó:
—Hay una realidad quizás muy cotidiana y es las determinadas depresiones que genera todos estos excesos, o todas estas abstinencias. Y crean un malestar, crean unas situaciones determinadas. Por ejemplo, cuando en las parejas el sexo es a veces un chantaje, y que suele ocurrir y que yo achacaría a una falta de diálogo, a una falta de poder estar más juntos. Es decir, a múltiples facetas. Los altos ejecutivos, por ejemplo, a veces su vida estresada les crea también determinados problemas, es decir, que hay un sinfín de problemas en esta situación del sexo. Y creo que todo esto, dialogándolo como lo estamos haciendo ahora, no solamente aquí entre nosotros, sino entre todos los seres humanos, nos acercaríamos más a las realidades cotidianas de esa justeza o ese buscar, como hemos dicho antes, ese equilibrio, y ver que la vida no solamente es el sexo. Cuando decía Vd. que las parejas a veces han perdido esa situación, esa meta y ya no tienen, ya no encuentran nada atractivo, pues se crea ese desencanto, que es el que a veces crea determinados problemas de separación y un largo etc.
A. F.:
—El problema de magnificar el sexo, es que este conlleva el crear unas expectativas falsas que no se responden con la realidad, y esto desemboca siempre en una frustración. Y esa frustración acaba haciendo añicos toda posibilidad de convivencia en una pareja, por ello es interesante que la pareja sea capaz de hablar, que la mujer deje de tener un papel pasivo en esa relación con el hombre, y que cada cual sea capaz de decirle a aquella persona con la que está conviviendo qué espera, cuáles son sus necesidades e intentar satisfacerse mutuamente, para crear esa estabilidad y esa felicidad de las que hablábamos anteriormente.
José Tarrazó:
—Pues bien, queridos radioyentes, han visto que un martes más hemos hablado de un tema que podría ser extensísimo y que quizás algún día hablemos en este programa con algún sexólogo o alguna sexóloga, o algún psicólogo también entendido en la materia. Y que a través de estas conversaciones, a través de estos diálogos, podamos, día a día, ir desgranando ese gran abanico de temáticas, de cosas reales que todos tenemos y que, si para algo nos pueden servir, quizás sea para poder tener un poquito más de conciencia de todos los grandes problemas.
»Y nada más por hoy, les emplazamos para el martes próximo y con un tema nuevo, un tema actual y un tema candente.
»Muy buenas noches y hasta la próxima semana.
Deja una respuesta