La Poesía

Presentador:
—Buenas tardes y bienvenidos un martes más a «Proyección 2000». Contamos hoy con la presencia de nuestro invitado Pepe, y de nuestro compañero L. O. Y hoy Pepe nos trae un tema bonito donde los haya: la poesía como expresión de vida y de filosofía.
José Tarrazó:
—Buenas tardes, queridos radioyentes.
Invitado:
—Muy buenas tardes.
José Tarrazó:
—Buenas tardes. Es normal que hablemos de todos los temas, suponemos que en la audiencia habrá personas que también les gustará este tema. Porque la poesía no es patrimonio solamente de los intelectuales, las personas que no son intelectuales también les gustan hablar, oír y ver que, a través de la expresión poética, pues, se pueden tocar temas diversos. Es decir, que hay una gran amalgama de personajes, de escritores, de poetas en la historia que han escrito sobre toda clase de temas y que cualquier cosa es buena para la expresión de un poeta. Y podríamos compararlo —al poeta—, a aquel personaje que está pintando en un lienzo blanco y ese lienzo blanco no es nada más ni nada menos que una cuartilla, y ponerle un poco de imaginación, un poco de intuición, a estos temas poéticos.
Presentador:
—Y la poesía sería algo así como el cuadro del poeta.
José Tarrazó:
—Exactamente, es… creo que es muy bonito, por lo menos yo soy una persona que me ha gustado siempre la poesía. En todos los tiempos y todos los autores aparecen grandes poemas, tienen una gran expresión del interior de lo que están viviendo. Muchas veces las tristezas, las alegrías, todo lo que conlleva en sí la vida, plasmado en un poema, creo que es algo maravilloso, creo que es algo que los seres humanos en un determinado momento nos sentimos impelidos hacia esa expresión poética.
»Es decir, sin que a veces esa poesía tenga unas medidas exactas, como decían los poetas de los siglos XIV, XV y XVI, sino que la poesía, al ser norma de vida, tiene que ser libre, tiene que ser una expresión, pero una expresión donde se le da siempre esa característica interna, que es ni nada más ni nada menos que una expresión del alma.
Presentador:
—Y otro aspecto, aparte de la métrica, es que hay gente, detractores, que piensan que la métrica en la poesía debe de evitarse. Otros que piensan que solamente con la métrica se hace poesía. Otro punto sería la expresividad, es decir, el utilizar un vocabulario florido o barroco, o simplemente utilizar el vocabulario que venga bien a esos sentimientos.
José Tarrazó:
—Debemos tener en cuenta que en cada tiempo se ha escrito la poesía de una manera concreta y determinada, es decir, si, por ejemplo, vemos a Lope de Vega. Lope de Vega, que es un gran poeta, es un gran escritor de poesía, entre los años 1600 al 1635, pues nos podemos recrear, o en san Juan de la Cruz, o en santa Teresa, o en cantidad de autores que iremos nombrando. Y vemos que cada uno… y en cada siglo… tienen unas características.
Presentador:
—«Vivo sin vivir en mí… y tan alta vida espero...». Es santa Teresa.
José Tarrazó:
—Sí, santa Teresa. Diríamos, por ejemplo, de Lope de Vega, que es un hombre que va midiendo las frases, creando simetría en esa literatura, en esa expresión, en esa semántica de las letras. Vemos cómo va expresándonos cantidad de cosas. Habría que leerlo y ver la profundidad y ver también todas estas cosas tan humanas que los seres humanos tenemos, cómo las disfrazaba, pero siempre en su coletilla, en sus últimos renglones de poesía siempre nos daba un mensaje determinado. Es también como las fábulas, al final de la fábula siempre está la condensación, podríamos decir, de esa fábula.
Presentador:
—La moraleja.
Invitado:
—Bueno, lo que parece ser es que hay una especie de estilos, depende en la época que se ha vivido, y con esto creo que estoy de acuerdo con razón de lo que tú decías al principio del programa, de tus palabras. Efectivamente, depende de en qué se vive concretamente, en qué siglo incluso, pues existe más o menos, o se utiliza, un vocablo para expresar la poesía, pero creo que la poesía va mucho más allá de los vocablos o de la forma de escribir. Y es que es tan inmensa, es tan grande, que lo importante es el contenido, el mensaje, aquello que nos mandan.
José Tarrazó:
—Exactamente. Podríamos hablar de los distintos autores, tanto contemporáneos como de los siglos pasados. Y podríamos decir también que los contemporáneos de ahora, los poetas de ahora tienen otros estilos totalmente diferentes, porque la vida en muchos aspectos ha tenido unos cambios importantísimos.
Presentador:
—Ahí podríamos poner un inciso y es que por ejemplo una manifestación de la poesía, porque mucha gente se piensa que la poesía está en desuso, que ya no se lee con la misma asiduidad que hace algunos años, incluso siglos, los libros de poesía. Y lo cierto es que la poesía ha encontrado otra manifestación para su uso que es como está significándonos, L. O., en este sentido, la canción.
Invitado:
—Efectivamente y aquí hace unos momentos hemos escuchado un precioso tema de Luis Eduardo Aute, «La belleza», que es una obra genial de… o sí, de poesía, es un auténtico poema con música, simplemente. Además, los cantautores normalmente, casi, digamos, serían los poetas contemporáneos.
Presentador:
—Lo decimos, bueno, Pepe, nos lo puede aclarar, pero que quizás la vida actual de la poesía que más se difunde, que más se conoce, es la música, a través del disco, a través de la canción, mientras que los libros quedan ahí en plan un poco más elitista, un poco más reducido.
José Tarrazó:
—Los cantautores actuales inspirados en los poetas, sea el poeta que sea, creo que han hecho un gran servicio de expresión a través de su cante en la poesía.
Invitado:
—Perdona, Pepe, que te interrumpa. Tienes toda la razón, porque hay una generación… si se puede llamar casi, casi una generación, que creo que conoció mucho más a Antonio Machado por Joan Manuel Serrat, que por el propio Antonio Machado. Y es la pura verdad, esto es algo que es cierto.
José Tarrazó:
—Exactamente. Se puede decir que las personas que, por las circunstancias que sean, no les gusta la poesía, quizás cuando escuchan una canción sienten una vibración, es decir, que esa canción les llega a través de estas ondas, a través de este mensaje del cantautor. Les llega más que si tuvieran que ojear determinados libros que, si debieran tener una gran colección de poetas, de todos los poetas de la historia de la humanidad, porque tendríamos que decir que la poesía la vemos en cantidad de personajes de toda la historia.
»Entonces me gustaría decir… mira, una, voy a ver unas frases sencillas que no están en simetría, como los poetas del Medievo y dice así: «Canto al planeta Tierra. Bella Tierra que en tus entrañas albergas la semilla cósmica, bella Tierra que en el cristal de las mares fecundas la vida, bella madre fecunda que guardas lo hermoso en la fragancia exquisita de tantos y tantos seres humanos».
»Es decir, esto es una manera de expresar algo profundo y que no está, por así decirlo, no está ligado a esos sonetos y a esa manera de escribir numéricamente, de medir. Es decir que… cuando estudiamos la poesía de los distintos autores, vemos esta diferencia. ¿Qué ha pasado con los cantautores actuales?, pues que ellos, sin esa medida… la medida para ellos ha sido lo que es la música, pero la letra ha sido una expresión libre. Creo que es lo más importante que podríamos decir de la poesía, y es tan bella esta poesía y este cante, que a veces nos colma los corazones de los seres humanos.
Presentador:
—Y a mi juicio la poesía posee una gran virtud y es que es intransferible.
José Tarrazó:
—Exactamente. Tiene unos valores espirituales y unos valores físicos y unos valores psicológicos. Es decir, es un enriquecimiento de todo lo que nos ocurre en la vida, es decir, abramos las páginas de cualquier poeta, de un libro de cualquier poeta, y en ello vemos reflejado cómo se dedican a cantar el amor, cómo se dedican a cantar los reinos de la naturaleza, cualquier cosa, la contemplación de las olas en el mar. Es decir, de cualquier cosa, de cualquier problema que ellos han tenido, han sabido plasmarlo en esa poesía, en esos escritos que son bellos.
Presentador:
—Y lo que sucede también con la poesía, es como han dicho muchos, más que nada los denominados «troveros» u otros, sale espontáneamente, o surge de forma espontánea, no hay un control de… bueno en algunas ocasiones sí, pero en otras no hay ese rígido control como existe en la novela, o en los relatos, o en otro tipo de escritura o de pensamiento del ser humano, que acaba traduciéndose a un papel por el que tras salir espontáneamente una serie de ideas, se las ordena, se les da un rigor y un control. En la poesía lo que nace desde el interior del volcán, que sería la lava poética, acaba surgiendo…
José Tarrazó:
—Exactamente. Vds., casi todos nosotros, conocemos los poemas de Miguel Hernández, de Orihuela…
Invitado:
—Sí, evidentemente, perdón… tú habías dicho al principio que, precisamente, no hacía falta que, bueno… que fueran grandes pensadores para ser grandes poetas. Miguel Hernández hay que recordar que fue pastor hasta…
Presentador:
—Pero con esa sensibilidad que superaba a los Reyes…
Invitado:
—Exactamente, pero era un pastor.
José Tarrazó:
—Para mí, los grandes poetas son aquellos autodidactas que no tienen… que no son academicistas…
Presentador
—Por ahí iba yo…
José Tarrazó:
—Cuando un poeta es un gran academicista resulta que la poesía no tiene el valor que tiene en estas personas como Miguel Hernández, o como otros poetas contemporáneos, que son… que han… Lorca, García Lorca… han florecido de su interior, es decir, ellos han estado insertos en esta misma naturaleza, y la naturaleza es poesía.
Invitado:
—Sí, perdón, Pepe, antes nuestro compañero C. decía que la poesía era intransferible y yo incluso le pondría algo más, intransferible incluso personal, pero no personal para aquel que la escribe, sino personal también intransferible e impersonal para aquel que la lee. Porque indudablemente a través de la poesía uno empieza a verse a sí mismo, o a identificarse con algo, con un poema, con un poeta, o con una forma de hacer poesía.
Presentador:
—Un caso claro de que la poesía es intransferible, traducido al mundo de la canción, es el hecho de que algunos temas muy personales, o muy peculiares, realizados por los compositores, cambia mucho cuando se escucha o se ve al intérprete, al que se le ha designado esa canción, que cuando interpreta el tema el propio compositor. Se nota que tiene más fuerza, más énfasis y hay mucho mayor sentimiento en todo.
Invitado:
—Efectivamente, yo quiero hacer de todo esto, porque bien… por ejemplo, tenemos aquí, y nos está sirviendo de ejemplo porque la hemos pinchado hace un momento, a Luis Eduardo Aute. Yo recuerdo la primera época, como… bueno, pues, como poeta si le queremos llamar, o como compositor de canciones y era cuando allá por los sesenta empieza a escribir canciones precisamente, entre otros, para Masiel.
Presentador:
—El «Aleluya», por ejemplo.
Invitado:
—El «Aleluya», «Rosas en el Mar». Bueno, yo tengo que decir que yo tengo un doble álbum de Luis Eduardo Aute, que tiene insertos todos estos temas que en su momento hiciera famosa a Masiel. Indudablemente hay un gran contexto, tiene un gran contenido el mensaje que percibes cuando lo canta Luis Eduardo Aute, y a lo mejor incluso diríamos que musicalmente, o como voz, o como artista, en un escenario Masiel pudiera ser superior a Luis Eduardo Aute. No sé, es un punto de vista que puede ser discutible, pero creo que el contexto lo recibe cuando interpreta Luis Eduardo Aute.
Presentador:
—Le preguntaría a Pepe los efectos positivos que tiene una poesía adecuada, o idónea, o una poesía con toda esa fuerza sentimental para el ser humano.
José Tarrazó:
—La poesía, al igual que la música…
Presentador:
—Desde el punto de vista esotérico…
José Tarrazó:
—Exactamente, estamos hablando desde este punto. La poesía, al igual que la música, emite unas vibraciones determinadas, es decir, que es un mensaje concreto. El poeta ha querido decir algo, pero va más allá de la expresión de la lectura, o de la expresión cuando oímos esa semántica poética y entonces se emiten unas vibraciones que pueden ser de un carácter, de un alto voltaje trascendental, podríamos decir. Entonces ocurre que, a través de esta lectura, de este escuchar esta poesía, al igual que en ciertas vibraciones musicales, el ser humano se impacta, se rellena de una energía determinada, en la cual apacigua, a veces en muchas ocasiones, ciertos desequilibrios psicológicos y físicos de los seres humanos. Es trascendente el que los seres humanos pudiéramos llegar a comprender, a ver que esas vibraciones de alto voltaje, como decimos están impresas dentro de esa letra. Cuántas veces leemos una obra y no comprendemos solamente… nada más hemos comprendido el sentido de la letra. Y para leer algo, o para escuchar algo, hay que ver el espíritu con que el autor, con que el poeta, con que el músico, como el pintor, por ejemplo, han plasmado, como hemos dicho aquí en otras ocasiones, ese mensaje, esas vibraciones positivas.
»También podríamos hablar de esas mismas energías de carácter negativo, cuando son algo para que el ser humano se rebele contra determinadas cosas. Hay terapias musicales, terapias poéticas. Existen grandes cosas en los poetas y en los escritores que muchas veces pasan desapercibidas para nosotros, por la sencilla razón de que no prestamos la suficiente atención como para ver ese contenido profundo y a veces sencillo del poeta.
Invitado:
—Hemos hablado de poesía como sentimiento profundo, habría que deslindar, o especificar muy claramente, unos subgéneros de la poesía para que los oyentes lo tuvieran muy claro y que no llegan a poesía porque no alcanzan esa profundidad y que se presta al confusionismo. Y nos estamos refiriendo a la sensiblería poética…
José Tarrazó:
—Sí.
Invitado:
—O a la cursilería poética.
José Tarrazó:
—Creo que muchas personas por carecer de unos determinados conocimientos, por carecer a veces de una profundidad interior, pues, escuchan una poesía y empiezan a llorar, o escuchan una canción y empiezan a chillar. Es decir que esas energías, esa manifestación que no es ni más ni menos que energía a través de lo que el poeta o lo que los cantores han dicho, a veces nos entra por unos determinados elementos que serían ni más ni menos que esa sensiblería y esa… Es por ejemplo cuando vemos cantar una saeta, que a veces no dice nada esa saeta. No estoy en contra de las saetas…
Presentador:
—No, yo me refería más, por ejemplo, y es un sistema que gasta, que ya tenemos aquí que entrar en contenidos, el Sr. Escobar, ahora menos. Pero que muchas de sus canciones Manolo Escobar utiliza el recurso, o se basa en el recurso de meter, por ejemplo, metáforas o comparaciones con las flores. Es decir, «es un capullito de rosa» o «eres una amapola en ciernes». Cualquier cosa que siempre sale como un recurso.
José Tarrazó:
—Y se repite cantidad de veces, es decir, es un mensaje repetitivo y en concreto no dice nada.
Invitado:
—Bien, si me permitís yo diría una cosa… y es que…
Presentador:
—«Un altar llevo en mi pecho»…
(Risas)
Invitado:
—Yo lo que me atrevería a decir, incluso, es que la poesía es algo mucho más sencillo, o sea no tiene por qué ser tan complicada como la quieren hacer en algunos momentos, la poesía es tan sencilla que cuando se expresa voluntariamente, o sea, lo que uno siente, no es necesario tener que coger nuevos auditivos, o coger cualquier circunstancia que no sea la propia, empezando porque el poeta o la inmensa mayoría de los poetas, cuando se ha atravesado un momento crítico o difícil, han estado perseguidos. Y muchos de ellos han sido pasados por las armas. ¿Por qué? Porque automáticamente se rebelan contra lo que creen que es una injusticia, empezando desde, porque, automáticamente están expresando también lo que ellos realmente sienten. Y luego está el poeta, bueno por llamarlo de alguna forma, que sí creo que no es poeta… El barroco, aquel que necesita pues decir lo que la gente quiere escuchar, y ese realmente no está diciendo lo que él siente, sino escribiendo o expresando lo que quieren que diga. Y eso es otra cosa.
José Tarrazó:
—Una poesía no se puede hacer a la medida que le pidan a una persona… no es un traje.
Invitado:
—Ahí está…
José Tarrazó:
—Exactamente.
Invitado:
—Tienes que hacerla, y te gusta o no te gusta.
José Tarrazó:
—Exactamente…
Presentador:
—No es un encargo de mensajero.
José Tarrazó:
—No, exactamente, es decir, te piden… A veces yo he escrito algunas cosas, vosotros lo sabéis, y me han dicho: «Bueno, queremos hacer una obra musical, una cantata», o queremos hacer tal cosa, y tienes que decir esto y esto. Y no lo puedes decir, sino que aflora de ti o de cualquier poeta, ese mensaje que tiene y que tú estás en ese momento, es decir, en cuanto a la inspiración. Muchas veces dicen: «Es que el poeta, al igual que el músico, al igual que el pintor, en todos los momentos no tiene esa inspiración», la cual tienes que hacer una cosa a medida de otros…
Invitado:
—Exactamente.
José Tarrazó:
—Es una creación. Perdonad, el poeta es un creador, es un artista. Y el artista no puede estar sujeto a unas determinadas medidas que se comercialicen o que se digan —como un mensaje de marketing— que se tiene que hacer tal cosa de tal manera. El poeta va más allá de todas esas cosas porque en realidad un poeta es aquel que no tiene horizontes, es decir, que el horizonte es infinito, no puede… no puede, la lanza de ese ser, herir al horizonte.
Presentador:
—La verdadera cualidad de la poesía estriba en su propia profundidad… es decir…
José Tarrazó:
—Y en su propia sencillez.
Presentador:
—Cuanto menos contaminada está de poesías anteriores, o cuando el artista o el creador es más creativo de forma interna, más poeta es…
Invitado:
—Y esto lo podemos ver reflejado, bueno, dejando la poesía lo podemos ver, lo podríamos fijar en otras obras maestras, en este caso no de la literatura, sino de la pintura. Yo creo que si el Sr. Miguel Ángel hubiese hecho caso al papa en cuestión de la cúpula Sixtina no sería lo que es hoy. Eso, además, incluso el Greco tiene un cuadro por el cual incluso creo que llegó a estar perseguido, ya que creo que se trata de El entierro del conde…
Presentador:
—De Orgaz.
Invitado:
—De Orgaz, efectivamente, en el cual en este dichoso entierro él pintó unos guardias y, bueno, aquel señor se mosqueó un montón, y diciendo que por qué motivo había pintado unos guardias y qué hacían los guardias en su entierro. Y dijo: «Yo he visto los guardias». Y le dijo, «quita los guardias». Incluso creo que llegó a estar perseguido, porque el hombre no quiso quitar a los guardias. Efectivamente, o sea, él pinta lo que cree y no hay que decir más.
José Tarrazó:
—Les voy a relatar una anécdota, y es que en una conversación que yo tuve en el año 86 con el veintidós descendiente de Mahoma, que para mí era un gran poeta, un gran filósofo... Pues en esa conversación, en una de las múltiples conversaciones que teníamos, nos gustaba adentrarnos en ese campo de la poesía, que salía espontáneo tanto por parte de él como por parte mía y de otras personas, pues que, de una manera u otra, aunque no tuviéramos las mismas creencias, las dejábamos, las aparcábamos, las creencias de cada uno, y entonces entrábamos dentro de esa dinámica profunda de la poesía.
»Yo le dediqué unas estrofas que luego se las mandé y decían así.: “Pensamientos y amistad. Tú que desciendes del Profeta, amas con todo tu corazón, gloria y servicio a la humanidad, tú que eres entre los hombres paladín del desierto, Gloria al Profeta y a Dios. Que tu mirada profunda rasgue los cielos y las estrellas, cuando las arenas del desierto toquen tu corazón, tú serás aquel que lleve el mensaje de vida a tu pueblo bien amado”.
»Y a este señor ,cuando recibió esto, le quedó un gran impacto por lo sencillo que era y porque en sí estaba hablando de una síntesis. Figúrense Vds. lo que significa ser el veintidós descendiente de Mahoma, un ser espiritualmente en el islam, un ser que su filosofía, que sus estudios, su manera de ser estaba dentro de unos parámetros de gran exquisitez.
»Entonces, he relatado esto porque en la sencillez es donde yo veo la gran profundidad del poeta, en la sencillez es donde este ser puede llegar a todos los corazones, y el poeta es aquel que no tiene fronteras, que se traslada a través de su imaginación, a través de la intuición, a través de todos los páramos que nos depara la naturaleza, a esa gran exquisitez que es ni más ni menos que el mensaje poético a todos aquellos seres que, sin saber poesía, son poetas, porque su vida está colmada de grandes ramilletes de servicio y amor a la humanidad.
Invitado:
—Además hay una frase, que es de Gustavo Adolfo Bécquer, que dice: «¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía eres tú».
Presentador:
—Y hay otra que dice: «Érase un hombre a una nariz pegado», que no es de Gustavo Adolfo, precisamente.
(Risas)
Invitado:
—De tiempo vamos bien, quedan cinco minutos aproximadamente.
José Tarrazó:
—Podríamos decir pues que Amado Nervo, el gran Amado Nervo, fue también un gran escritor mexicano, el cual habla y dice así —es «Benedictus», fíjense Vds. este hombre hasta dónde llegó—: «Dios os bendiga a todos los que hicisteis el mal y a vosotros los que hicisteis el bien y a los que hicisteis el mal, porque más merecen aquellos que no han hecho nada en la vida porque son ignorantes de nacimiento».
»Y tenemos a otros grandes: santa Teresa de Jesús, que habla de esa cárcel profunda. Es una filósofa al igual que Fray Luis de León y otros grandes poetas que tenemos en esta historia española, todos ellos a veces conventuales. Eran perseguidos por expresar a través de la poesía, estaban censurados porque iban más allá de los reglamentos, de esas reglas de los monasterios. Entonces, he dicho antes que los poetas no pueden tener fronteras. Los poetas tienen que ser los hombres sencillos, como un pastor. Cualquier persona puede llegar hasta allí. Y creo que todos los seres tenemos algo de poetas.
Presentador:
—Y yo diría también, verificando lo que comentaba Pepe ahora mismo en torno a esos grandes personajes de la escritura y de la poesía española, una… pues una clara conclusión y es que un gran hipócrita nunca puede ser un buen poeta.
José Tarrazó:
—Exactamente, las personas…
Invitado:
—Había venido totalmente…
José Tarrazó:
—Las personas hipócritas para mí son enfermizas, es decir que están… llevan una careta y no pueden, a través de esa careta, esconder lo que tienen interiormente. De una manera u otra, a través de esa careta, tienen que manifestar como son. Cuanto más limpios de corazón, cuando más sencillos, cuando menos rigor a las cosas… me refiero a ese rigor por ejemplo academicista tienen las personas, más están dentro de este mundo de la poesía.
Presentador:
—Bien, pues si L. O. no quiere decir nada, ¿otra poesía de Bécquer?
Invitado:
—No, porque temo que me vas a contestar con otra frase de las tuyas.
Presentador:
—No, esta era una poesía de Quevedo… era el comienzo de una poesía de Quevedo.
Invitado:
—Sí, efectivamente, pero imagínate con quién me has ido a… ¿Quevedo? Un personaje extraordinario y ante todo… muy sui generis… muy…
Presentador:
—Muy cándido e irónico…
Invitado:
—E irónico, efectivamente… Bueno, pues era lo mejor. Sí, tenía una cierta ironía, no en la forma de hacer la poesía, sino en la forma de decirla, que es diferente, o sea que la cosa cambia…
José Tarrazó:
—Era una manera de manifestarse, Quevedo, o Góngora, o Lope de Vega o cantidad de personajes en esa época. Y ahora, ahora no es tan fácil, porque… me refiero a que no es tan fácil tener que disfrazar ese contenido poético, ya las personas tienen una visión totalmente diferente y no tienen por qué disfrazar para decirle a un personaje cualquier cosa. Se puede decir con un poema, o sin un poema. Es decir, que lo más bonito sería que pudiéramos todos expresarnos de una manera no agresiva, sin ofensividad, y que los que nos escuchan siempre vieran en nosotros, en cada uno de los seres, aunque a veces tengamos que escuchar cosas gordas, cosas un poco fuertes, que no nos viéramos ofendidos. Es decir, porque la ofensa no es de aquel que la hace, sino de aquel que la escucha y como no quiere entrar dentro de esa realidad, entonces se rebela contra esa realidad. Y ahí es donde está la hipocresía, ahí es donde está la careta de cualquier persona, de cualquier personaje. Entonces, no caben dentro de los poetas estas personas que van disfrazadas.
Invitado:
—Volverán las oscuras golondrinas… nosotros volveremos el martes próximo.
Presentador:
—Vamos a terminar con una frase de Fray Luis de León, que para él fue el comienzo y para nosotros el final. Decíamos ayer eso pues de «Estar mucho tiempo sin poder dar clases». Bueno, agradecidos a Pepe, y gracias a L. O. Y el próximo martes más conversaciones.
Pepe Tarrazó:
—Muchas gracias.
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