¿Cómo nos comportamos las personas?
Es tu belleza grandeza de exquisito perfume, que a todos nos une en delicado fragor.
Mucho debiéramos de aprender en esta vida, respecto a nuestra conducta, de ella depende la felicidad, la paz y el sosiego de nuestra Alma, del espíritu unificador, de la cordialidad y del respeto hacia todas las cosas que se mueven y tienen su ser.
Si nos parásemos por un momento, y serenásemos nuestras mentes, obraríamos de diferente manera y esto sería lo natural, pero nuestras divergencias confunden lo interior con lo exterior y es en este momento cuando no somos dueños de nosotros mismos.
¿Qué sentido tiene la vida de las personas cuando no están dispuestas a la transmutación? ¿Pero somos integrales? Decimos que amamos, ¿pero de verdad sopesamos nuestras palabras?
El compromiso de cada ser humano es una misión de coherencia que llevamos ingénita en lo más profundo de nuestro corazón, pero cada uno tomamos las cosas a la medida de nuestra conciencia, y en esta es donde se despliega el corazón amoroso, la compasión, el servicio, y el silencio en nuestros actos cotidianos…
Los pequeños esfuerzos cotidianos empiezan por los pensamientos positivos, en ellos hallamos la semilla del crecimiento, que se unen al proceso evolutivo de todo lo creado, puesto que los átomos están interconectados en todas las esferas del Universo axial, ¿nos damos cuenta de todo el significado y de la importancia que tiene todo esto?
“Nadie, ni siquiera por un instante, puede permanecer realmente inactivo; pues inevitablemente todos somos inducidos a la acción por las cualidades nacidas de la naturaleza”. (Del Bhagavad Gita) La filosofía de la vida o de la conciencia es, armonización, es sencillez, es compromiso, alegría, exentos de teorías de cualquier orden dogmático, es dinamismo del corazón, y no de ciegos fanatismos incoherentes.
Desde lo profundo, el espíritu es la brasa, el Alma la llama del fuego sagrado que con las energías mueve nuestro ser. ¿Cómo aprovechamos dichas energías? ¿Sabemos canalizarlas? ¿Las conocemos de verdad, o solo por lo que nos han dicho?
Si pensásemos que los individuos estamos en una constante comunión cósmica, no cometeríamos tantas tonterías…
En nuestro comportamiento diario tropezamos con uno de los obstáculos que nos paralizan, y es el miedo, “los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes durante el mismo; los valientes, después”. (J. P. Richter) Mi pregunta es, ¿el miedo es natural o es producto de la imaginación? Pregunto: los pájaros viven al día, pero no tiene ningún miedo, la naturaleza se desenvuelve sin ningún miedo, ¿por qué nosotros los individuos nos paralizamos por esa loza llamada miedo?
Nosotros actuamos sin pensar, sin reflexionar previamente, y así nos salen las cosas, impulsados por las emocionalidades que son ilusiones llenas de fantasías carnavalescas que no se ajustan al comportamiento natural de un ser equilibrado, y coherente…
Las ideas y acciones individuales en muchas ocasiones son perniciosas y estas atañen a nuestro comportamiento, a un estado depresivo, al conjunto de nuestro cuerpo, a la insatisfacción con nosotros mismos, y en muchas ocasiones son las que generan determinadas enfermedades, al entorno de seres vivos, sean seres humanos, vegetales, o minerales.
Con frecuencia nos olvidamos de que somos millones de átomos que la creación ha depositado en cada individuo y que depende de nosotros el que hagamos de ellos el uso racional para lo que están destinados estos átomos; en muchas ocasiones las fauces de la soberbia engullen y devoran nuestro comportamiento, dejando rienda suelta a nuestros instintos, que son la prepotencia malsana, a la falta de respeto…
13.8.16. J.T.D.
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